Cada persona debería aclarar su propia mente, yendo a la raíz en vez de perseguir las ramas. Basta con llegar a la raíz para que las ramas vengan por sí solas. Si quieres llegar a la raíz, debes conocer tu mente. La mente es fundamentalmente la raíz de todos los fenómenos mundanos y supramundanos. Mientras la mente no se obsesione con la dualidad de lo bueno y lo malo, comprobarás que todas las cosas son esencialmente esto.
Ta-mei (hacia 805)
LAS ENSEÑANZAS DEL ZEN