sábado, 30 de noviembre de 2013

SOMOS LO QUE COMEMOS


Nuestra ira, frustración y desesperanza tienen mucho que ver con nuestro cuerpo y con la comida que ingerimos.

Debemos desarrollar una estrategia para comer, para consumir, a fin de protegernos de la ira y la violencia. El hecho de comer es un aspecto de la civilización. La forma de cultivar los alimentos, la clase de comida que ingerimos y el modo de comer tienen mucho que ver con la civilización, porque las elecciones que efectuemos pueden generar la paz y aliviar el sufrimiento.

La comida que tomamos desempeña un papel muy importante en la producción de nuestra ira.

La comida que ingerimos puede contener ira. Cuando comemos carne de un animal que tiene la enfermedad de las vacas locas, esa carne está llena de ira. Debemos también fijarnos en las otras clases de comida que consumimos. Cuando comemos un huevo o pollo, sabemos que ese huevo o ese pollo pueden contener mucha ira. Y como nos alimentamos con ira, tenemos que expresarla. 

Hoy en día los pollos se crían en granjas avícolas modernas de producción intensiva en las que no pueden caminar, correr, ni buscar la comida en la tierra. 

Son alimentados por los humanos. Están confinados en pequeñas jaulas en las que apenas pueden moverse. Noche y día han de estar de pie. Imagina que no tuvieras derecho a caminar ni a correr. Imagina que tuvieras que estar noche y día en el mismo lugar. Enloquecerías. Así que los pollos enloquecen. 

Para que las gallinas pongan más, huevos, los granjeros crean el día y la noche artificialmente. Usan una iluminación interior que acorta el día y la noche, así las gallinas creen que ya han pasado las veinticuatro horas y producen más huevos. 

Estas gallinas están llenas de ira, frustración y sufrimiento. Para expresar su ira y su frustración atacan a las otras gallinas que haya su lado. Usan sus picos para picarse y herirse entre ellas. 

Se hacen sangrar y sufrir, y mueren a causa de ello. Por eso los granjeros les recortan ahora el pico, para evitar que se piquen unas a otras por la gran frustración que sienten. 

Cuando comes carne o huevos de esta clase de gallinas, estás comiendo ira y frustración. Sé consciente de ello. Ten cuidado con lo que comes. Si consumes ira, te convertirás en ella y la expresarás. Si consumes desesperanza, expresarás desesperanza. Si consumes frustración, expresarás frustración. 

Hemos de comer huevos felices de gallinas felices. Hemos de beber leche que no proceda de vacas furiosas. 

Hemos de beber leche biológica de vacas que se hayan criado en el campo. Hemos de hacer un esfuerzo para apoyar a los granjeros que crían a los animales de una forma más humana. Debemos también comprar verduras que se hayan cultivado en huertos biológicos. Son más caras pero, para compensarlo, comemos menos, ya que podemos aprender a comer menos. 

Extracto del libro:
LA IRA
(El dominio del fuego interior) 
Thich Nhat Hanh

¿CAMBIAR EL DESTINO?


Durante una batalla, cierto general decidió atacar al adversario a sabiendas que su ejército era inferior en el número de efectivos. Pero estaba confiado en ganar, aun cuando sus hombres estaban llenos de dudas. Camino a las operaciones, se detuvieron en una capilla. Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo: 

—Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz, perderemos. El destino se revelará. 

Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba en el suelo. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y tan con-fiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria. 

Después del combate, un teniente le dijo el general:

—Nadie puede cambiar el destino. 

—Tal vez —contestó el general con una sonrisa de picardía mientras mostraba al teniente una moneda que tenía cara en ambos lados. 

¿La diferencia entre el éxito y la derrota estará en nuestras mentes? 
¿Si conectáramos nuestra mente con los sueños, sería más fácil hacerlos realidad?
¿Somos lo que pensamos?

Extracto del libro:
La culpa es de la vaca 2a parte
Lopera y Bernal

viernes, 29 de noviembre de 2013

LA IRA NO ES EXCLUSIVAMENTE UNA REALIDAD PSICOLOGICA


Todos necesitamos saber manejar nuestra ira y cuidar de ella. Para hacerlo debemos prestar más atención a su aspecto bioquímico, porque la ira se arraiga tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente. Cuando analizamos la ira que sentimos, podemos ver sus elementos fisiológicos. Hemos de observar profundamente cómo comemos y bebemos, cómo consumimos y de qué modo usamos nuestro cuerpo en la vida cotidiana.

La ira no es exclusivamente una realidad psicológica En las enseñanzas del Buda aprendemos que el cuerpo no está separado de la mente. Nuestro cuerpo es nuestra mente y, al mismo tiempo, nuestra mente es nuestro cuerpo. La ira no es sólo una realidad mental, porque lo corpóreo y lo mental están vinculados entre sí, no podemos separarlos.

En el budismo, la formación del cuerpo/mente se denomina namarupa. Namarupa es el psicosoma, la mente-cuerpo como una única entidad. La misma realidad aparece en algunas ocasiones como mente, y otras, como cuerpo. 

Al observar a fondo la naturaleza de las partículas elementales, los científicos han descubierto que algunas veces se manifiestan como una onda, y otras, como una partícula. Una onda es muy distinta de una partícula. Una onda no puede ser una partícula, sino sólo una onda y una partícula no puede ser una onda, sino sólo una partícula. Pero la onda y la partícula son la misma cosa.

Así que en lugar de llamar la onda o partícula, la han llamado «ondícula», combinando las palabras onda y partícula.

Éste es el nombre que los científicos han dado a las partículas elementales.

Con la mente y el cuerpo ocurre lo mismo. Nuestra visión dualista nos dice que la mente no puede ser el cuerpo y que el cuerpo no puede ser la mente. Pero al observar a fondo vemos que el cuerpo es la mente y que la mente es el cuerpo. 

Si logramos superar la dualidad que ve la mente y el cuerpo como dos entidades totalmente distintas, nos acercaremos más a la verdad. 

Mucha gente empieza a darse cuenta de que lo que le ocurre al cuerpo también le ocurre a la mente, y viceversa. La medicina moderna sabe que la enfermedad del cuerpo puede proceder de una mente enferma. Y la enfermedad de nuestra mente puede estar relacionada con un cuerpo enfermo. 

El cuerpo y la mente no son dos entidades separadas, sino una sola. Si queremos dominar nuestra ira, hemos de cuidar muy bien de nuestro cuerpo. Es muy importante prestar atención a como comemos y que consumimos. 

Extracto del libro:
LA IRA
(El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh

OFFICE POSTURE MATTERS AN ANIMATED GUIDE

Nota: Pueden ponerlo en subtítulos en español directamente en el canal de youtube.

LA FLOR DE LA HONRADEZ


Se cuenta que en la China antigua, un príncipe estaba próximo a ser coronado emperador, pero, de acuerdo con la ley, debía casarse antes de la ceremonia. El príncipe decidió hacer un concurso entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta. Al día siguiente, anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío. 

Una anciana que servía en el palacio escuchó los comentarios sobre los preparativos, y sintió una leve tristeza porque sabía que su joven nieta tenía un profundo sentimiento de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contarle el plan del príncipe, se asombró de saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó:
 

—¿Hija mía, que vas a hacer? Todas las muchachas más bellas y prósperas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sé que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura. 

Y la nieta respondió: 

—No, querida abuela, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo sé que jamás seré escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz. 

Llegada la noche, la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más hermosas prendas, las más lindas joyas y las más determinadas intenciones de ganarse el favor del príncipe. El joven príncipe anunció el desafío: 

—Daré a cada una de ustedes una semilla. Aquella que me traiga la flor más bella dentro de seis meses será escogida por mí como mi esposa y futura emperatriz de China. 

El tiempo pasó y la dulce joven, aunque no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla. Pasaron tres meses y nada brotaba. La joven intentó todos los métodos que conocía pero resultaron infructuosos. Cada día veía más lejos su sueño, pero su amor era aún más profundo. Al finalizar los seis meses nada había brotado. No obstante, consciente de su esfuerzo y dedicación pero sin posibilidades de ganar, la muchacha le comunicó a su abuela que regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos. 

A la hora señalada ella estaba allí, con su jarro lleno de tierra y sin flores, feliz por ver el hermoso rostro de su amado. Todas las otras pretendientes llevaban en sus macetas flores en las más variadas formas y colores. El príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de verlas a todas, una a una, anunció su conclusión: aquella bella joven con su jarro sin flores sería su futura esposa. 

Todos los presentes emitieron un gesto de sorpresa. Como nadie entendía por qué razón el príncipe había escogido justamente a la chica que no había presentado ninguna flor, explicó: 

—Esta joven —dijo el soberano—, cultivó una flor que la hace digna de convertirse en Emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles. 

¿Es que el amor y la honestidad van juntos? ¿Qué necesidad existe de aparentar ante el ser amado lo que no somos y lo que no tenemos? ¿Qué le demostró la chica a las demás competidoras

Extracto del libro:
La culpa es de la vaca 2a parte
Lopera y Bernal

jueves, 28 de noviembre de 2013

EL ESTRÉS ASESINO


Maestro, mi esposo está muy alterado, no es el mismo. El estrés lo está matando. Trabaja mucho. ¿Qué tratamiento puedo darle? Hija, el trabajo no mata a nadie; lo que mata es el miedo, y el miedo es el verdadero nombre de lo que llamas estrés. En lugar de pildoritas y descanso mejor busquen el origen del miedo. ¿Teme perder su trabajo?
¿Tiene miedos relacionados con su familia? ¿Con su capacidad?

Cuento zen #16
Cuentos Zen para la Vida Diaria y los Negocios

Diálogos para una aproximación zen a una vida plena
Mariano Merino

RIESGOS DE BEBER AGUA EMBOTELLADA

CIUDAD DE MÉXICO.- Beber agua es la mejor recomendación para mantenerse saludable e incluso bajar de peso. Además de limpiar el organismo y eliminar las toxinas, es un eficaz vehículo para transportar vitaminas y sales minerales indispensables para nutrir las células.
Sin embargo, un estudio dado a conocer por la revista de divulgación científica 'In Future' revela que consumir este líquido en botellas de plástico puede ser perjudicial.

Científicos realizaron un análisis químico de agua embotellada, en el cual encontraron que esta presenta un alto contenido en desinfectantes para agua, restos de productos farmacéuticos y otros productos químicos, lo que hace que beber de este tipo de envases pueda causar más daños a la salud que los que provocaría tomar agua del grifo.

Según el profesor de toxicología de la Universidad Católica Australiana, Chris Winder, los estudios realizados en animales han concluido que el monómero utilizado para hacer el plástico, Bisfenol- A (BPA) puede provocar diversos problemas de salud, como trastornos en el sistema reproductivo, en el sistema nervioso central, tiroides, así como conducir a la obesidad o causar hipertensión y diabetes.

En tanto, otro estudio realizado en Estados Unidos reveló que en la orina del 95% de las personas que bebían agua embotellada, presentaban restos de BPA.
El uso de botellas de plástico contribuye a la contaminación del medio ambiente, ya que para realizar el envasado de agua se producen alrededor de 1.5 millones de toneladas de plástico al año.

Además del daño a la salud y al medio ambiente, también puede afectar tu bolsillo ya que el costo del agua que se consume de una botella, corresponde más al proceso de embotellado, el envase, la etiqueta y la tapa: Sólo 10% de lo que se paga por el agua embotellada corresponde al líquido.

Existen estudios que sitúan el costo del agua en un nivel aún más alto. Según cifras de la UNESCO, un litro de agua embotellada puede costar hasta 1,000 veces más que si la tomáramos de la llave, dependiendo de la región en que se comercialice
 

México es el primer consumidor de botellas de agua en el mundo, superando a países como Estados Unidos y China según cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) con un consumo superior a los 174 litros por persona al año.

Especialistas recomiendan beber agua de botellas reusables de acero inoxidable, con el debido cuidado de lavarla con agua y jabón cada vez que se llene de nuevo, para evitar la proliferación de bacterias.

Fuente:
http://mx.finanzas.yahoo.com/noticias/descubre-los-riesgos-de-beber-agua-embotellada-001925121.html

SIEMPRE SE HACE ASÍ


Cierto día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pradera. Como era un animal irracional abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas. 

Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, jefe de un rebaño, que viendo el espacio ya abierto hizo a su rebaño seguir por allí. 

Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese mismo sendero: entraban y salían, giraban a la derecha y a la izquierda, descendían, se desviaban de los obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva vía. 

Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en una amplia carretera donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría realizarse en treinta minutos si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro. 

Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, finalmente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto intrincado era el peor de todos. 

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía al ver que los hombres tienen esa ciega tendencia rutinaria a seguir la vía que ya está abierta, sin preguntarse si habría acaso una mejor opción o camino. Tal vez hubiesen des-cubierto otros paisajes más bellos. 

De seguro has escuchado la frase “eso siempre se ha hecho así, ¿para qué voy a cambiarlo?” 
¿Con cuanta frecuencia nos preguntamos si “éste será el mejor modo de hacer esto”? 
¿Los planificadores realmente son innovadores, o siempre siguen los mismos caminos?

Extracto del libro:
La culpa es de la vaca 2a parte
Lopera y Bernal

miércoles, 27 de noviembre de 2013

JOHN NASH


Maestro, ¿qué significa la frase de John Nash, “”Sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica”?
Hijo, Nash es un matemático enfocado a la teoría de los juegos. Como matemático sabe que una ecuación es la expresión simbólica de un comportamiento, y como jugador sabe que no siempre los comportamientos se guían por la lógica. Sólo en un ámbito ilógico como el amor es posible conciliar ambos cuerpos de una ecuación.

Cuento zen #14
Cuentos Zen para la Vida Diaria y los Negocios

Diálogos para una aproximación zen a una vida plena
Mariano Merino

EL MUNDO SE VA A ACABAR


Maestro, dicen que el mundo se va a acabar y que hay que preparar el espíritu para irse a las regiones de la luz. ¿Cómo así?
Hijo, es verdad que se va a acabar pero en 5 mil millones de años más, o menos si lo choca un asteroide; antes de eso se autoeliminará la especie humana. Y es verdad que debes mejorar pero no para irte a ninguna parte sino para seguir viviendo correctamente aquí en la tierra. No hagas caso a lo que dicen.

Cuento zen #15
Cuentos Zen para la Vida Diaria y los Negocios

Diálogos para una aproximación zen a una vida plena
Mariano Merino

SAMARITANOS DE HOY


Casi no la había visto. Era una señora anciana con su auto varado en el camino. El día estaba frío, lluvioso y gris, pero Alberto se pudo dar cuenta de que la anciana necesitaba ayuda. Estacionó su vetusto Pontiac delante del Mercedes de la anciana quien aún estaba tosiendo cuando se le acercó. Aunque con una sonrisa nerviosa en el rostro, se dio cuenta de que ella estaba preocupada. 

Nadie se había detenido desde hacía más de una hora cuando se había varado en aquella transitada carretera. Para la anciana, ese hombre que se aproximaba no tenía muy buen aspecto y más bien podría tratarse de un delincuente. Gomo no había nada para evitarlo estaba a su merced. El hombre se veía pobre y hambriento. Alberto pudo percibir la situación. Dado que el rostro de la mujer reflejaba cierto temor, se adelantó a tomar la iniciativa en el diálogo. 

—Estoy para ayudarla, señora. Entre en su vehículo para que no se enfríe. Mi nombre es Alberto. 

Aunque se trataba de un neumático bajo, para la anciana se trataba de una situación difícil. Mientras Alberto arreglaba el vehículo, la anciana le contó de dónde venía y que tan sólo estaba de paso por allí. Cuando Alberto terminó de arreglar la llanta, ella le preguntó cuánto le debía. Él no había pensado en el dinero. Para él sólo se trataba de ayudar a alguien en un momento de necesidad: era su mejor forma de pagar por las veces que a él, a su vez, lo habían ayudado cuando se encontraba en situaciones similares. Alberto estaba acostumbrado a vivir así. Entonces le respondió a la anciana que si quería pagarle, la mejor manera de hacerlo sería hacer lo mismo: la próxima vez que viera a alguien en necesidad y estuviera a su alcance el poder asistirlo, lo hiciera de manera desinteresada. Alberto esperó que la señora se fuera. Entró en su coche y se fue.

Unos kilómetros más adelante, la señora divisó una pequeña cafetería. Pensó que sería bueno quitarse el frío con una taza de café caliente y una rosquilla antes de emprender el último tramo de su viaje. Se trataba de un pequeño lugar un poco arruinado. Afuera se veían dos bombas viejas de combustible que no se habían usado en años. Al entrar, se fijó en el interior y observó que la caja registradora se parecía a aquellas de piñones que se usaron cuando estaba joven. 

Una amable camarera se le acercó y le extendió una toalla de papel para que se secara el cabello, mojado por la lluvia. La chica tenía un rostro agradable, con una agraciada sonrisa, aquel tipo de sonrisa que no se borra aunque estuviera muchas horas de pie. La anciana notó que la camarera tendría como ocho meses de embarazo y, sin embargo, esto no le hacía cambiar su simpática actitud hacia los clientes. Pensó en la gente que tiene tan poco pero puede ser generosa con los extraños. Entonces se acordó de Alberto. Luego de terminar su café caliente y su comida, le pagó a la camarera el precio de la cuenta con un billete de 10 dólares. 

Cuando la muchacha regresó con el cambio, constató que la señora se había ido. Pretendió alcanzarla para darle las vueltas. Pero al correr hacía la puerta vio, en la mesa donde la anciana estaba, algo escrito en una servilleta de papel al lado de cuatro billetes de 50 dólares. Los ojos se le llenaron de lágrimas cuando leyó la nota: 

“No me debes nada, yo estuve una vez como tú estás. Alguien me ayudó como hoy te estoy ayudando a ti. Y si quieres agradecerme, esto es lo que puedes hacer: no dejes de ayudar y ser una bendición para otros, como hoy lo hago contigo. Continúa dando tu amor y tu simpatía, y no permitas que esta cadena de bendiciones se rompa”. 

Aunque había mesas que limpiar y azucareras que llenar, aquél día se le fue volando a la camarera. Esa noche, ya en su casa, mientras entraba calladamente en su cama para no despertar a su agotado esposo que debía levantarse muy temprano, pensó en lo que la anciana había hecho con ella... ¿Cómo habría adivinado ella las necesidades que tenía con su esposo, y los problemas económicos que estaban pasando con la llegada del bebé? La muchacha era consciente de lo preocupado que estaba su esposo por su situación y quería contarle ahí mismo lo sucedido. 

Lo encontró profundamente dormido. Se acercó suavemente hacia él, para no despertarlo, mientras lo besaba tiernamente y le susurraba al oído: 

—Todo va a estar bien, Alberto, te amo... 

¿No será que, de alguna, manera, toda acción bondadosa se devuelve al que la hace? ¿Cuántas veces podemos confirmar que la generosidad de una persona con las cosas, demuestra su generosidad con el afecto? Haz el bien, y no mires a quién.

Extracto del libro:
La culpa es de la vaca 2a parte
Lopera y Bernal

martes, 26 de noviembre de 2013

ENFERMO


Maestro, estoy enfermo y me duele todo el cuerpo; mis amigos/as me ofrecen imponerme las manos, ponerme piedras en mi espalda, hacerme reiki a distancia, flores, aromas. ¿Qué hago?
Hijo, acepta todo lo que te ofrecen tus amigos/as para no defraudarlos pero cuando se vayan ve a un hospital, que si estás enfermo y te duele algo es porque allí hay contagios e inflamaciones en el cuerpo, no en el alma.

Cuento zen #13
Cuentos Zen para la Vida Diaria y los Negocios

Diálogos para una aproximación zen a una vida plena
Mariano Merino

UN CHARQUITO PEQUEÑO


APEGO SEXUAL

Algunas causas del «ni contigo, ni sin ti»

No pretendo que con esta información te conviertas en psicólogo o psicóloga aficionada y trates de rescatar a tu desorientada pareja del mal que padece. Lo que te propongo es una mayor comprensión del problema y que puedas identificar más claramente el lío afectivo en el que te hallas inmerso. Aunque hay muchas causas posibles, señalaré las cuatro razones más comunes por las que la gente termina sumido en un amor ambiguo y contradictorio.




APEGO SEXUAL (razón # 1)
El apego sexual, cuando es lo único que existe, genera una forma de atracción/repulsión. Su funcionamiento es más o menos como sigue: «Cuando no estás conmigo, el deseo me impulsa a buscarte a cualquier precio, pero luego, una vez me sacio, quiero escapar de tu lado porque tu sola presencia me genera fastidio».

¡Qué fácilmente confundimos el amor con el sexo! Además de que el orgasmo parece tener cualidades místicas, una de las principales razones de la confusión es que el deseo sexual une fuertemente a las personas. Todo enamorado desea «devorar» al ser amado. Un hombre me decía: «¿Por qué quiero casarme? ¡La amo! ¡La necesito! 

¡La deseo!». La semántica del amor y la del sexo superpuestas: sentimiento, posesión/apego y sexualidad. ¿Cómo dudar, si hay de todo? Pero si lo único que te une son las ganas sexuales, cada vez que Eros se va o acaba, el otro se hace insoportable. 

El apego sexual a una persona es similar a cualquier adicción en cuanto a sus consecuencias y características. No hablo de la dependencia «del sexo por el sexo», sino de la dependencia sexual a alguien, a un cuerpo, a una anatomía específica, a una aproximación que encaja a las mil maravillas con uno y se hace extremadamente placentera. 

En cierta ocasión le pregunté a una mujer qué era lo que más le atraía de su amante. La respuesta duró varios minutos: «Su olor... ¡Dios mío, su olor! Huele a almendras tostadas... Y sus brazos, la forma de sus bíceps... tan desarrollados... Las venas de su frente cuando se excita... Sus hombros en el momento de la eyaculación, que se inclinan para atrás... lo veo como un egipcio, como un faraón. Siento como si su pene me perteneciera y me completara en cada orgasmo... Puedo tener cuantos quiera y cuantos más tenga, más sigo teniendo. Y otra cosa, el calor que emana de su cuerpo nunca cambia, esa tibieza me vuelve loca... Antes nunca había reparado en los glúteos de un hombre (mi marido casi no tiene) pero los de él, tan bien puestos y tan redondos, ¡me excitan y quiero mordérselos! ¡Es demasiado amor!». ¿Es amor lo que experimenta? 

Lo dudo, más bien sentía una pasión irrefrenable al placer que le proporcionaba un cuerpo; dependencia sexual a la enésima potencia. ¿Qué echaba de menos de él cuando no lo tenía a su lado? Lo fisiológico, sus recovecos, su piel, su temperatura corporal, sus venas, sus músculos... En fin, la apetencia de la que no era capaz de prescindir. 

Me pregunto ¿qué habría hecho esta mujer si su amante hubiera tenido un accidente que lo hubiera dejado inválido? ¿Habría amado (en sus términos) igual a ese hombre con unos diez kilos de más y un abultado abdomen? Después de escuchar su descripción «sensorial» le pregunté qué otro atributo admiraba de su amante, y señaló dos cualidades, para ella determinantes: «Va al gimnasio y levanta pesas» 

Extracto del libro: 
Manual Para No Morir de Amor 
Walter Riso

lunes, 25 de noviembre de 2013

QUE NO TE PERSIGA EL RINOCERONTE


Maestro, mis amigos me dicen que está bien que viva preocupado, presionado, porque eso me alienta a hacer cosas, a buscar derroteros, a construir. Tú me dices que no es así. ¿Cómo es, al fin?
Hijo, el argumento de tus amigos equivale a que te digan que es bueno que te persiga un rinoceronte porque te motiva a moverte.
Mejor construye tu vida con la mente serena y sin miedo ni presiones, como te lo digo yo.

Cuento zen #12
Cuentos Zen para la Vida Diaria y los Negocios

Diálogos para una aproximación zen a una vida plena
Mariano Merino

LA TRAMPA DEL RETO PERSONAL


Una mujer atractiva e inteligente había entrado en un juego perverso por culpa de su ego. Le llovían pretendientes y podría haber elegido a cualquiera, sin embargo, tuvo la mala suerte de encontrar un hombre «ni contigo, ni sin ti», que se resistió a caer rendido a sus pies: un día quería y al otro no sabía qué hacer. La mujer, acostumbrada aganar siempre, se sintió afectada en su autoestima e hizo lo que nadie debería hacer en una situación como ésta: convirtió la conquista en un reto personal.

Los retos en el amor no son aconsejables; es como jugar con una granada de mano sin el seguro puesto. Cuando la gente me dice que su relación se ha convertido en un «reto» o en un «desafío», sé que ésta no es buena. Mi paciente estuvo tres años enganchada entre el odio y la alegría esporádica a un amor totalmente indeciso. Es el síndrome del «cazador cazado»: de tanto insistir e intentar resolver lo que no tenía solución, terminó enamorada hasta la médula. ¡Tres años metida de los pies a la cabeza, sin más objetivo en la vida que convencer al otro de que la amara a tiempo completo! Aristófanes, el gran comediante griego, afirmaba: «Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?». Dicho de otra forma: si no saben que te quieren, ¿de qué te sirve ese amor?

Extracto del libro:
Manual Para No Morir de Amor
Walter Riso

domingo, 24 de noviembre de 2013

¿QUÉ PREDICA EL ZEN?


Maestro, ¿qué predica el zen? Hijo, predica que no debemos sujetarnos a nada. Debemos anular la necesidad de tener posesiones, anular las creencias y los prejuicios, no aferrarnos a las relaciones y a la idea de tener lo que no tenemos, no considerar ni el pasado ni el futuro, y pensar en que todo lo que necesitamos ya lo tenemos. No predica la pobreza ni la indiferencia sino la toma de conciencia.

Cuento zen #11
Cuentos Zen para la Vida Diaria y los Negocios

Diálogos para una aproximación zen a una vida plena
Mariano Merino

INSEGURIDAD


El hombre es una flor frágil. Cualquier piedra puede aplastarlo. Cualquier accidente, y desapareces. Una vez que entiendes esto...

Aunque sientas mucho miedo, ¿qué hacer? La noche es oscura, el camino desconocido, no hay ninguna luz que lo ilumine, nadie que te guíe, ningún mapa, entonces, ¿qué hacer? Si te gusta llorar, llora, pero eso no ayuda a nadie. Mejor aceptarlo y tantear en la oscuridad. Disfruta mientras eres. ¿Por qué perder tiempo en busca de seguridad cuando esta no es posible? Esta es la sabiduría de la inseguridad. Una vez que la entiendes, que la aceptas, quedas liberados del miedo. 

Sucede siempre en el frente de guerra, cuando los soldados salen a combatir, que los domina el miedo, porque la muerte los espera. Quizá jamás regresen. Tiemblan, no pueden dormir, sufren pesadillas. Una y otra vez sueñan con que los han matado o mutilado. Pero en cuanto llegan al frente, todo el miedo se desvanece. En cuanto ven que la muerte está aconteciendo, que la gente muere, que otros soldados han muerto, que sus amigos puede que estén muertos, que las bombas caen y las balas silban... en menos de veinticuatro horas se asientan, el miedo desaparece. Lo aceptan; empiezan a jugar a las cartas mientras a su alrededor silban las balas. Beben té y lo disfrutan como nunca antes lo han disfrutado, porque puede que sea su última taza. Bromean y ríen, bailan y cantan. ¿Qué hacer? Cuando la muerte está ahí, está ahí. Eso es inseguridad. Acéptala, y entonces desaparecerá.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 200

HASTA DÓNDE AGUANTAR LA INDECISIÓN DEL OTRO


Decenas de miles de personas en todo el mundo son víctimas de las inseguridades sentimentales de sus parejas, quienes, además de causarles un tremendo dolor, les exigen «paciencia». ¿De qué paciencia hablan? En una relación sana y equilibrada, los dos andan a ritmos similares, no a igual velocidad, pero por la misma senda. Recuerdo que un amigo inició una relación con una mujer que no estaba segura de nada, y menos de quererlo. El hombre sufría tanto que en cierta ocasión decidí tratar el asunto con él y le pregunté a qué estaba esperando para romper con ella. Su respuesta fue:

«Estoy esperando a que su corazón se defina». 

Lo que en realidad esperaba era un trasplante. La indecisión de la chica me recordó a una caricatura del humorista Quino, donde aparecía una personificación de Sócrates. En el primer recuadro, el filósofo, con una mirada trascendente, afirmaba: «Sólo sé que no sé nada»; y en el segundo, su expresión de sabio cambiaba radicalmente y, rascándose la cabeza, se decía a sí mismo: «Y a veces no estoy seguro». 

¿Habrá mayor confusión? Hay mucha gente así, especialmente en relación con los temas afectivos: «Sólo sé que no sé si te quiero y, a veces, no estoy seguro».

¿Cuánto hay que aguantar? Ni una chispa. Si alguien vacila y se pega al «ni contigo, ni sin ti», la solución debe ser rápida y contundente. Esto puede generar angustia en el dubitativo y es posible que arremeta rasgándose las vestiduras y prometiendo un amor «constante». ¿Otra oportunidad? Muchos la dan. Pero si quieres mantener un comportamiento saludable, sigue este consejo: en cuanto el «ni contigo, ni sin ti» asome, al menor tris: ¡aléjate!


Extracto del libro:
Manual Para No Morir de Amor
Walter Riso