jueves, 28 de septiembre de 2017

CHAO-CHU







Un día en que Chao-Chu cayó en la nieve, gritó: ¡Socorro, socorro!». Un monje vino a tenderse a su lado. Entonces Chao-Chu se levantó y se fue . 





***





-¿Esto es un cuento? -pregunta el discípulo. 





-Sí -dice el maestro. 





-Pero es un cuento absurdo. El personaje central cae en la nieve y parece incapaz de levantarse. ¿Por qué? ¿Es un niño, un anciano, un lisiado, se ha sentido indispuesto, había un hoyo en el camino? Aparece un monje que, en vez de socorrerle, de tenderle la mano, se echa a su lado. Es un acto incomprensible, irrazonable, descabellado. ¿No sois de esta opinión, maestro? 





-Reflexiona -dice el maestro del Zen-, este cuento es un koan, que puede ayudarte en el camino del Despertar. 





El discípulo se pone a buscar. Pero los días pasan y si gue sin comprender nada de ese cuento. Veamos, si Chai- Chu estaba herido, ¿ cómo ha podido curarle la sola presencia de un monje a su lado? ¿Era un mago ese monje? 





Supongamos, se dice el discípulo, que Chao-Chu viera un fantasma, un dragón, que estuviera paralizado de miedo, la santa presencia del monje a su lado le hace recobrar el valor, le permite salir fuera del hoyo. Pero entonces ¿por qué no da las gracias a su salvador? ¡Se aleja, indiferente, como si el monje no existiera! El discípulo se afanó así durante varios años, dando vueltas y más vueltas al problema en su cabeza.






¿Por qué -se preguntaba- el monje no pregunta sobre la situación de la víctima tendida en la nieve? Con toda lógica, tendría que preguntarle: «¿Estás herido?». En vez de eso, se echa a su lado y no le ayuda de ninguna manera, lo cual es propiamente extravagante. ¡Y Chao-Chu se levanta, curado como por un milagro! Se diría que son dos personajes suspendidos a los dos extremos de una polea. Cuando uno se echa, el otro se levanta. Dos marionetas que representan una escena muda, indescifrable para siempre.





***





Una mañana, mientras estaba meditando sobre el koan, el discípulo tuvo una visión del Buddha Sakyamuni sentado en el trono del cielo. El dios hacía girar suavemente una flor de loto entre sus dedos. A su alrededor, prorrumpían las preguntas, y él lo miraba, a él, al discípulo, sonriendo, haciendo girar suavemente entre sus dedos la flor de loto. Entonces el discípulo atravesó la «puerta sin puerta», y comprendió el cuento, cuyo sentido se le escapaba desde hacía largos años. Conoció el Despertar21. Supo la verdad oculta en el corazón de las cosas. El koan es un muro contra el que se rompen todos los esfuerzos intelectuales. ¿Cómo explicar, por ejemplo, el sabor de lo dulce o de lo salado?





Así ocurre con la naturaleza de Buddha, del eterno Atma.








21. Despertar: fin del sueño de la ignorancia en el que está sumido el hombre corriente. 












Extraído de:


La Grulla Cenicienta


Los más bellos cuentos zen


Henry Brunel


Fotografía del internet


CHAO-CHU


Un día en que Chao-Chu cayó en la nieve, gritó: ¡Socorro, socorro!». Un monje vino a tenderse a su lado. Entonces Chao-Chu se levantó y se fue . 

***

-¿Esto es un cuento? -pregunta el discípulo. 

-Sí -dice el maestro. 

-Pero es un cuento absurdo. El personaje central cae en la nieve y parece incapaz de levantarse. ¿Por qué? ¿Es un niño, un anciano, un lisiado, se ha sentido indispuesto, había un hoyo en el camino? Aparece un monje que, en vez de socorrerle, de tenderle la mano, se echa a su lado. Es un acto incomprensible, irrazonable, descabellado. ¿No sois de esta opinión, maestro? 

-Reflexiona -dice el maestro del Zen-, este cuento es un koan, que puede ayudarte en el camino del Despertar. 

El discípulo se pone a buscar. Pero los días pasan y si gue sin comprender nada de ese cuento. Veamos, si Chai- Chu estaba herido, ¿ cómo ha podido curarle la sola presencia de un monje a su lado? ¿Era un mago ese monje? 

Supongamos, se dice el discípulo, que Chao-Chu viera un fantasma, un dragón, que estuviera paralizado de miedo, la santa presencia del monje a su lado le hace recobrar el valor, le permite salir fuera del hoyo. Pero entonces ¿por qué no da las gracias a su salvador? ¡Se aleja, indiferente, como si el monje no existiera! El discípulo se afanó así durante varios años, dando vueltas y más vueltas al problema en su cabeza.

¿Por qué -se preguntaba- el monje no pregunta sobre la situación de la víctima tendida en la nieve? Con toda lógica, tendría que preguntarle: «¿Estás herido?». En vez de eso, se echa a su lado y no le ayuda de ninguna manera, lo cual es propiamente extravagante. ¡Y Chao-Chu se levanta, curado como por un milagro! Se diría que son dos personajes suspendidos a los dos extremos de una polea. Cuando uno se echa, el otro se levanta. Dos marionetas que representan una escena muda, indescifrable para siempre.

***

Una mañana, mientras estaba meditando sobre el koan, el discípulo tuvo una visión del Buddha Sakyamuni sentado en el trono del cielo. El dios hacía girar suavemente una flor de loto entre sus dedos. A su alrededor, prorrumpían las preguntas, y él lo miraba, a él, al discípulo, sonriendo, haciendo girar suavemente entre sus dedos la flor de loto. Entonces el discípulo atravesó la «puerta sin puerta», y comprendió el cuento, cuyo sentido se le escapaba desde hacía largos años. Conoció el Despertar21. Supo la verdad oculta en el corazón de las cosas. El koan es un muro contra el que se rompen todos los esfuerzos intelectuales. ¿Cómo explicar, por ejemplo, el sabor de lo dulce o de lo salado?

Así ocurre con la naturaleza de Buddha, del eterno Atma.


21. Despertar: fin del sueño de la ignorancia en el que está sumido el hombre corriente. 



Extraído de:
La Grulla Cenicienta
Los más bellos cuentos zen
Henry Brunel
Fotografía del internet

DESEOS, NECESIDADES, CODICIAS Y APEGOS






DESEOS, NECESIDADES, CODICIAS Y APEGOS


miércoles, 27 de septiembre de 2017

LA CEREMONIA









El Turco lleva mucho años detrás de aquel mostrador. Servía bebidas, a veces inventaba. Callaba, a veces escuchaba. Conocía las costumbres y las manías de cada uno de los clientes que noche tras noche venían a echarse tragos.





Había un hombre que llegaba siempre a la misma hora, a las ocho en punto de cada noche, y pedía dos martinis secos. Pedía los dos martinis a la vez y se los bebía él solito, un sorbo de una copa, un sorbo de la otra. Muy lentamente, mirando nada, diciendo nada, el hombre vaciaba sus dos copas, se comía sus dos aceitunas, pagaba y se iba.





El Turco tenía la costumbre de no preguntar, pero una noche el hombre le leyó alguna curiosidad en los ojos y, como quien no quiere la cosa, contó. Dijo que su amigo más amigo estaba viviendo muy lejos de allí, muy lejos de Quito, en Ottawa. Y dijo que a las ocho en punto de cada noche los dos se encontraban, allí y allá, en ese bar de Quito y en un bar de Ottawa, y bebían una copa juntos.





Y así pasó el tiempo, de ceremonia en ceremonia. Hasta que una noche, el hombre llegó con la puntualidad de siempre pero pidió un solo martini, que sea uno, por favor, y bebió, lento, callado, hasta agotar la única copa. Entonces El Turco hizo lo que nunca: lo tocó. Estiró el brazo sobre el mostrador y lo tocó:





—Mi pésame —dijo.



Pero el hombre aclaró que no, que su amigo estaba vivo y coleando:


—Es que he dejado de beber —explicó.






Tomado de:


Cuentos de Galeano en la Jornada

Eduardo Galeano

Fotografía de internet


LA CEREMONIA


El Turco lleva mucho años detrás de aquel mostrador. Servía bebidas, a veces inventaba. Callaba, a veces escuchaba. Conocía las costumbres y las manías de cada uno de los clientes que noche tras noche venían a echarse tragos.

Había un hombre que llegaba siempre a la misma hora, a las ocho en punto de cada noche, y pedía dos martinis secos. Pedía los dos martinis a la vez y se los bebía él solito, un sorbo de una copa, un sorbo de la otra. Muy lentamente, mirando nada, diciendo nada, el hombre vaciaba sus dos copas, se comía sus dos aceitunas, pagaba y se iba.

El Turco tenía la costumbre de no preguntar, pero una noche el hombre le leyó alguna curiosidad en los ojos y, como quien no quiere la cosa, contó. Dijo que su amigo más amigo estaba viviendo muy lejos de allí, muy lejos de Quito, en Ottawa. Y dijo que a las ocho en punto de cada noche los dos se encontraban, allí y allá, en ese bar de Quito y en un bar de Ottawa, y bebían una copa juntos.

Y así pasó el tiempo, de ceremonia en ceremonia. Hasta que una noche, el hombre llegó con la puntualidad de siempre pero pidió un solo martini, que sea uno, por favor, y bebió, lento, callado, hasta agotar la única copa. Entonces El Turco hizo lo que nunca: lo tocó. Estiró el brazo sobre el mostrador y lo tocó:

—Mi pésame —dijo.
Pero el hombre aclaró que no, que su amigo estaba vivo y coleando:
—Es que he dejado de beber —explicó.

Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet

PROYECTANDO LA FELICIDAD






PROYECTANDO LA FELICIDAD


martes, 26 de septiembre de 2017

PENSAMIENTO DIVERGENTE Y CREATIVIDAD







Para salirse del molde y romper esquemas, el creativo también necesita un pensamiento divergente98 además de sentirse profundamente implicado en la tarea (lo que se denomina «experiencia óptima» o «fluir»99) y, quizá, tener una «chispa» de locura genial. 





Mientras el pensamiento convergente busca establecer acuerdos basados en la razón, el pensamiento divergente lo que busca es jugar con las ideas y crear nuevos esquemas. Supone la capacidad de cambiar de perspectiva sin caer en el pánico y generar una buena cantidad de ideas e impresiones, siendo original y práctico a la hora de elegirlas y conectarlas. El pensamiento divergente funciona saltando de un extremo al otro, tratando de comprender los opuestos.





Uno de mis pacientes era exageradamente perfeccionista y ordenado en su vida diaria. Cualquier cosa que no estaba en su sitio le producía malestar e irritabilidad. Debido al estrés que le generaba el desorden, le sugerí que viviera como una persona desordenada deliberadamente para que sintiera la ansiedad y que, además, tratara de descubrir, a partir de esa experiencia extrema, posibles soluciones para la vida diaria (son las técnicas que se conocen con el nombre de la intención paradójica y el rol fijo). La idea era que esa vivencia le permitiera observar las ventajas y desventajas del estilo obsesivo. Aunque al principio le fue muy difícil, al cabo de la primera semana la «alteración del hábitat» se hizo más soportable. En términos más concretos, le sugerí lo siguiente: «A partir de esta experiencia, trate de buscar alternativas creativas que sean beneficiosas para usted y su familia. Intente elaborar acuerdos sobre el “orden” que no sean nocivos para nadie.» Después de estar hundido casi un mes en el desorden, el hombre propuso, en una extensa y polémica asamblea hogareña en la que intervinieron hijos, esposa, empleada doméstica y psicólogo, una serie de soluciones, muchas de las cuales fueron aceptadas por el grupo. Por ejemplo: que en determinados lugares «muy personales» solamente él se haría cargo de la limpieza; que algunos objetos decorativos de la casa sí podrían moverse de sitio o de posición (un sistema «decorativo rotatorio»); que cuando algún tipo de desorden le molestara, en vez de ir con la típica regañina, dejaría plasmada su queja por escrito en una pizarra ubicada en la biblioteca, y en la que se podía leer: «Quejas justas de un hombre obsesivo»; que su hija revisara una vez por semana la limpieza general de la casa de acuerdo al criterio de ella (antes, él pasaba revista cuatro o cinco veces al día) y, por último, que el hijo fuera el encargado de controlar la gasolina del automóvil. 





En fin, la experiencia de estar inmerso en un mundo anárquico y desarreglado (ubicarse realmente en el extremo que le preocupaba) y utilizar un pensamiento divergente (revisar exhaustivamente qué significaba en realidad aquello que tanto temía) logró despertar en mi paciente un número considerable de buenas ideas, que a la larga redundaron, junto con otros elementos de la terapia, en una mejor calidad de vida. El pensamiento creativo no sólo es para las grandes empresas o para algunos departamentos de publicidad y de marketing. Podemos generar infinidad de opciones y alternativas de vida, si nos salimos de lo convencional y dejamos que aparezcan ideas locas. 





Si retomamos las tres mentes descritas al comienzo del libro con relación al tema de la creatividad, podríamos señalar lo siguiente: 



  • Las mentes líquidas tienen una creatividad muy pobre debido a que les falta el entusiasmo y la pasión de quien ama lo que hace: no hay compromiso.

  • Las mentes rígidas están atadas a un extremo y desconocen o rechazan el otro extremo; por lo tanto, se mueven en un solo esquema. Lo único que pueden lograr son variaciones sobre el mismo tema: la repetición de una perspectiva y muy pocos o ningún cambio profundo. 

  • Las mentes flexibles utilizan dos pensamientos simultáneos: el pensamiento divergente, para producir soluciones no convenidas o más audaces, y el pensamiento convergente, para mantener los pies en la tierra y refrendar mediante la lógica o la evidencia sus descubrimientos. El análisis lógico no conduce a crear nada, pero sí a verificar si estás muy lejos de la verdad. Razón, inspiración, sudor, locura y pensamiento complejo: la ecuación básica de la creatividad.





98. Csikszentmihalyi, M (1998b). Creatividad. Barcelona: 

Paidós.



99. Csikszentmihalyi, M. (1998a). Experiencia óptima. 

Estudios psicológicos del flujo en la conciencia. 


Bilbao: DDB.











Extracto del libro:


El arte de ser flexible


Walter Riso


Fotografía tomada de internet


PENSAMIENTO DIVERGENTE Y CREATIVIDAD


Para salirse del molde y romper esquemas, el creativo también necesita un pensamiento divergente98 además de sentirse profundamente implicado en la tarea (lo que se denomina «experiencia óptima» o «fluir»99) y, quizá, tener una «chispa» de locura genial. 

Mientras el pensamiento convergente busca establecer acuerdos basados en la razón, el pensamiento divergente lo que busca es jugar con las ideas y crear nuevos esquemas. Supone la capacidad de cambiar de perspectiva sin caer en el pánico y generar una buena cantidad de ideas e impresiones, siendo original y práctico a la hora de elegirlas y conectarlas. El pensamiento divergente funciona saltando de un extremo al otro, tratando de comprender los opuestos.

Uno de mis pacientes era exageradamente perfeccionista y ordenado en su vida diaria. Cualquier cosa que no estaba en su sitio le producía malestar e irritabilidad. Debido al estrés que le generaba el desorden, le sugerí que viviera como una persona desordenada deliberadamente para que sintiera la ansiedad y que, además, tratara de descubrir, a partir de esa experiencia extrema, posibles soluciones para la vida diaria (son las técnicas que se conocen con el nombre de la intención paradójica y el rol fijo). La idea era que esa vivencia le permitiera observar las ventajas y desventajas del estilo obsesivo. Aunque al principio le fue muy difícil, al cabo de la primera semana la «alteración del hábitat» se hizo más soportable. En términos más concretos, le sugerí lo siguiente: «A partir de esta experiencia, trate de buscar alternativas creativas que sean beneficiosas para usted y su familia. Intente elaborar acuerdos sobre el “orden” que no sean nocivos para nadie.» Después de estar hundido casi un mes en el desorden, el hombre propuso, en una extensa y polémica asamblea hogareña en la que intervinieron hijos, esposa, empleada doméstica y psicólogo, una serie de soluciones, muchas de las cuales fueron aceptadas por el grupo. Por ejemplo: que en determinados lugares «muy personales» solamente él se haría cargo de la limpieza; que algunos objetos decorativos de la casa sí podrían moverse de sitio o de posición (un sistema «decorativo rotatorio»); que cuando algún tipo de desorden le molestara, en vez de ir con la típica regañina, dejaría plasmada su queja por escrito en una pizarra ubicada en la biblioteca, y en la que se podía leer: «Quejas justas de un hombre obsesivo»; que su hija revisara una vez por semana la limpieza general de la casa de acuerdo al criterio de ella (antes, él pasaba revista cuatro o cinco veces al día) y, por último, que el hijo fuera el encargado de controlar la gasolina del automóvil. 

En fin, la experiencia de estar inmerso en un mundo anárquico y desarreglado (ubicarse realmente en el extremo que le preocupaba) y utilizar un pensamiento divergente (revisar exhaustivamente qué significaba en realidad aquello que tanto temía) logró despertar en mi paciente un número considerable de buenas ideas, que a la larga redundaron, junto con otros elementos de la terapia, en una mejor calidad de vida. El pensamiento creativo no sólo es para las grandes empresas o para algunos departamentos de publicidad y de marketing. Podemos generar infinidad de opciones y alternativas de vida, si nos salimos de lo convencional y dejamos que aparezcan ideas locas. 

Si retomamos las tres mentes descritas al comienzo del libro con relación al tema de la creatividad, podríamos señalar lo siguiente: 
  • Las mentes líquidas tienen una creatividad muy pobre debido a que les falta el entusiasmo y la pasión de quien ama lo que hace: no hay compromiso.
  • Las mentes rígidas están atadas a un extremo y desconocen o rechazan el otro extremo; por lo tanto, se mueven en un solo esquema. Lo único que pueden lograr son variaciones sobre el mismo tema: la repetición de una perspectiva y muy pocos o ningún cambio profundo. 
  • Las mentes flexibles utilizan dos pensamientos simultáneos: el pensamiento divergente, para producir soluciones no convenidas o más audaces, y el pensamiento convergente, para mantener los pies en la tierra y refrendar mediante la lógica o la evidencia sus descubrimientos. El análisis lógico no conduce a crear nada, pero sí a verificar si estás muy lejos de la verdad. Razón, inspiración, sudor, locura y pensamiento complejo: la ecuación básica de la creatividad.
98. Csikszentmihalyi, M (1998b). Creatividad. Barcelona: 
Paidós.
99. Csikszentmihalyi, M. (1998a). Experiencia óptima. 
Estudios psicológicos del flujo en la conciencia. 
Bilbao: DDB.


Extracto del libro:
El arte de ser flexible
Walter Riso
Fotografía tomada de internet

EMOCIONES DEL PASADO















EMOCIONES DEL PASADO





lunes, 25 de septiembre de 2017

IMAGINAR SOLUCIONES







En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro cogió una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.





Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: "¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas..."





En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:


-Yo sé cómo lo hizo.


-¿Cómo? -le preguntaron.


-No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.





Einstein dijo: Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr.






Extracto del libro:


La culpa es de la vaca 1a parte


Lopera y Bernal


Fotografía de Internet


IMAGINAR SOLUCIONES


En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro cogió una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.

Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: "¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas..."

En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:
-Yo sé cómo lo hizo.
-¿Cómo? -le preguntaron.
-No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

Einstein dijo: Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr.

Extracto del libro:
La culpa es de la vaca 1a parte
Lopera y Bernal
Fotografía de Internet

CONJUNTO DE CONCEPTOS MENTALES






CONJUNTO DE CONCEPTOS MENTALES


jueves, 21 de septiembre de 2017

ENTRE EN EL AHORA DESDE DONDE ESTÉ







Siempre pensé que la verdadera iluminación es posible sólo a través del amor en una relación entre hombre y mujer. ¿No es esto lo que nos hace completos de nuevo? ¿Cómo puede la vida estar realizada hasta que esto ocurra?





Ekhart Tolle:


¿Es cierto eso en su experiencia? ¿Le ha ocurrido a usted?





Todavía no pero ¿cómo podría ser de otra forma? Sé que ocurrirá.





Ekhart Tolle:


En otras palabras, usted está esperando por un evento en el tiempo que lo salve. ¿No es este el error fundamental del que hemos estado hablando? La salvación no está en otro lugar en el tiempo o en el espacio. Está aquí y ahora.





¿Qué quiere decir esa afirmación, "la salvación está aquí y ahora"? No la entiendo. Ni siquiera sé lo que significa salvación.





Ekhart Tolle:


La mayoría de las personas persiguen placeres físicos o muchas formas de gratificación psicológica porque creen que esas cosas los van a hacer felices o a liberarlos de una sensación de miedo o de carencia. La felicidad puede percibirse como un sentido realzado de vida alcanzado a través del placer físico, o una sensación de sí mismo más segura y más completa lograda por medio de alguna forma de gratificación psicológica. Esta es la búsqueda de salvación a partir de un estado de insatisfacción o insuficiencia. Invariablemente, cada satisfacción que se obtiene es fugaz, y la condición de satisfacción o logro habitualmente se proyecta una vez más hacia un punto imaginario lejos del aquí y el ahora. "Cuando logre esto o esté libre de aquello, estaré bien". Esta es la actitud mental inconsciente que crea la ilusión de la salvación en el futuro. 





La verdadera salvación es un estado liberación del miedo, del sufrimiento, de un estado percibido de carencia y de insuficiencia y por lo tanto de todo deseo, necesidad, codicia y apego. Es la libertad del pensamiento compulsivo, de la negatividad y sobre todo del pasado y el futuro como una necesidad psicológica. Su mente le dice que usted no puede llegar allá desde aquí. Tiene que suceder algo o usted tiene que volverse esto o aquello antes de poder ser libre y realizado. Le dice de hecho que usted necesita tiempo, que usted necesita encontrar, ordenar, hacer, lograr, adquirir, llegar a ser o comprender algo antes de ser libre o completo. Usted ve el tiempo como el medio de salvación, mientras que en verdad este es el mayor obstáculo para la salvación. 





Usted piensa que no puede llegar a ella desde donde está y siendo quien es usted en este momento, porque todavía no está completo o no es suficientemente bueno, pero la verdad es que aquí y ahora es el único punto desde donde usted puede llegar a ella. Usted "llega" allá dándose cuenta de que está ya allá. Usted encuentra a Dios en el momento en que se da cuenta de que no necesita buscarlo. Así que no hay un camino único de salvación: puede utilizarse cualquier condición, no se necesita una condición particular. Sin embargo sólo hay un punto de acceso: el Ahora. No puede haber salvación fuera de este momento. ¿Está solo y sin pareja? Entre al Ahora desde ahí. ¿Está involucrado en una relación? Entre al Ahora desde ahí. 





No hay nada que pueda hacer o alcanzar que lo acerque a la salvación más de lo que lo está en este momento. Esto puede ser difícil de comprender para una mente acostumbrada a pensar que todo lo que vale la pena está en el futuro. Ni nada de lo que usted hizo o le hicieron en el pasado le impide decir sí a lo que es y enfocar su atención profundamente en el Ahora. No puede hacer esto en el futuro. Lo hace ahora o no lo hace.









Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle




Imagen tomada del internet


ENTRE EN EL AHORA DESDE DONDE ESTÉ


Siempre pensé que la verdadera iluminación es posible sólo a través del amor en una relación entre hombre y mujer. ¿No es esto lo que nos hace completos de nuevo? ¿Cómo puede la vida estar realizada hasta que esto ocurra?

Ekhart Tolle:
¿Es cierto eso en su experiencia? ¿Le ha ocurrido a usted?

Todavía no pero ¿cómo podría ser de otra forma? Sé que ocurrirá.

Ekhart Tolle:
En otras palabras, usted está esperando por un evento en el tiempo que lo salve. ¿No es este el error fundamental del que hemos estado hablando? La salvación no está en otro lugar en el tiempo o en el espacio. Está aquí y ahora.

¿Qué quiere decir esa afirmación, "la salvación está aquí y ahora"? No la entiendo. Ni siquiera sé lo que significa salvación.

Ekhart Tolle:
La mayoría de las personas persiguen placeres físicos o muchas formas de gratificación psicológica porque creen que esas cosas los van a hacer felices o a liberarlos de una sensación de miedo o de carencia. La felicidad puede percibirse como un sentido realzado de vida alcanzado a través del placer físico, o una sensación de sí mismo más segura y más completa lograda por medio de alguna forma de gratificación psicológica. Esta es la búsqueda de salvación a partir de un estado de insatisfacción o insuficiencia. Invariablemente, cada satisfacción que se obtiene es fugaz, y la condición de satisfacción o logro habitualmente se proyecta una vez más hacia un punto imaginario lejos del aquí y el ahora. "Cuando logre esto o esté libre de aquello, estaré bien". Esta es la actitud mental inconsciente que crea la ilusión de la salvación en el futuro. 

La verdadera salvación es un estado liberación del miedo, del sufrimiento, de un estado percibido de carencia y de insuficiencia y por lo tanto de todo deseo, necesidad, codicia y apego. Es la libertad del pensamiento compulsivo, de la negatividad y sobre todo del pasado y el futuro como una necesidad psicológica. Su mente le dice que usted no puede llegar allá desde aquí. Tiene que suceder algo o usted tiene que volverse esto o aquello antes de poder ser libre y realizado. Le dice de hecho que usted necesita tiempo, que usted necesita encontrar, ordenar, hacer, lograr, adquirir, llegar a ser o comprender algo antes de ser libre o completo. Usted ve el tiempo como el medio de salvación, mientras que en verdad este es el mayor obstáculo para la salvación. 

Usted piensa que no puede llegar a ella desde donde está y siendo quien es usted en este momento, porque todavía no está completo o no es suficientemente bueno, pero la verdad es que aquí y ahora es el único punto desde donde usted puede llegar a ella. Usted "llega" allá dándose cuenta de que está ya allá. Usted encuentra a Dios en el momento en que se da cuenta de que no necesita buscarlo. Así que no hay un camino único de salvación: puede utilizarse cualquier condición, no se necesita una condición particular. Sin embargo sólo hay un punto de acceso: el Ahora. No puede haber salvación fuera de este momento. ¿Está solo y sin pareja? Entre al Ahora desde ahí. ¿Está involucrado en una relación? Entre al Ahora desde ahí. 

No hay nada que pueda hacer o alcanzar que lo acerque a la salvación más de lo que lo está en este momento. Esto puede ser difícil de comprender para una mente acostumbrada a pensar que todo lo que vale la pena está en el futuro. Ni nada de lo que usted hizo o le hicieron en el pasado le impide decir sí a lo que es y enfocar su atención profundamente en el Ahora. No puede hacer esto en el futuro. Lo hace ahora o no lo hace.


Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet

EL MENÚ NO ES ALIMENTO






EL MENÚ NO ES ALIMENTO


miércoles, 20 de septiembre de 2017

EL VERDADERO INVITADO







No puedes imaginar el silencio, no puedes ima­ginar la belleza, no puedes imaginar el sabor que tiene estar absolutamente solo, sin que nadie pue­da acceder a ti, sin que nada te alcance. No pue­des comprender la bendición, la dicha que se pro­duce. Sigue volviéndote hacia adentro, y llega al punto en que ni un solo pensamiento pueda apa­recer ni visitarte. 





Llega al punto en que sólo quede el dueño de casa, sin que vengan huéspedes. Sólo entonces, el verdadero invitado golpeará a tu puerta. Sólo entonces Dios, sólo entonces el estado de nirvana, la iluminación, la suprema luz, la verdad, o como quieras llamarlo, golpeará a tu puerta. Cuando no estás disponible para el mun­do, estás disponible para Dios. Hasta que esto, la soledad total, no suceda, no serás un vehículo jus­to para que la divinidad descienda.






Referencia:


El dios de todos (Osho)


Un camino espiritual para descubrir a Dios


Fotografía tomada de internet


EL VERDADERO INVITADO


No puedes imaginar el silencio, no puedes ima­ginar la belleza, no puedes imaginar el sabor que tiene estar absolutamente solo, sin que nadie pue­da acceder a ti, sin que nada te alcance. No pue­des comprender la bendición, la dicha que se pro­duce. Sigue volviéndote hacia adentro, y llega al punto en que ni un solo pensamiento pueda apa­recer ni visitarte. 

Llega al punto en que sólo quede el dueño de casa, sin que vengan huéspedes. Sólo entonces, el verdadero invitado golpeará a tu puerta. Sólo entonces Dios, sólo entonces el estado de nirvana, la iluminación, la suprema luz, la verdad, o como quieras llamarlo, golpeará a tu puerta. Cuando no estás disponible para el mun­do, estás disponible para Dios. Hasta que esto, la soledad total, no suceda, no serás un vehículo jus­to para que la divinidad descienda.

Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet

MENTIRAS-VERDADES






MENTIRAS-VERDADES