viernes, 31 de marzo de 2017

¡DESPIERTA!




¡DESPIERTA!


ABRE TU MENTE







Meditación 


Silencio


Mente 


Pensamiento


Pasividad





Sé más meditativo. Sé más callado. Deja que cada vez te penetre más quietud. ¿Qué se debe hacer? ¿Cómo ser más medita­tivo? En cierto sentido, no se puede hacer na­da directamente porque, en cualquier cosa que hagas directamente, la mente va a interfe­rir. Si tratas de hacer silencio, no podrás, por­que es la mente la que lo intenta. Allí donde está la mente, hay molestias. La mente es la molestia; la mente es el ruido. Entonces, si tra­tas de estar callado, la mente intentará hacer silencio. Producirás más ruido, que ahora se relaciona con el silencio. Ahora intentarás, y pensarás, y harás esto y aquello, y te sentirás más y más incómodo.





Nada se puede hacer con el silencio. El silen­cio ya está allí; tienes que permitirlo. Es como la luz del sol: tus ventanas están cerradas y no puedes hacer entrar a tu casa la luz del sol en haces, en baldes. ¡No puedes! Si lo intentas, se­rá una tontería; y muchos lo hacen. Simplemen­te, abre las ventanas, abre las puertas y deja que sople la brisa, permite que entren los rayos; invítalos y espera: no puedes forzar nada. Cuando fuerzas las cosas, salen mal. Si un hom­bre se obliga a permanecer callado, su silencio será horrible, tortuoso, forzado, artificial, sólo en la superficie. Por dentro, habrá agitación.





Entonces, ¿qué se debe hacer? Abre tu mente y espera. Mira los árboles, mira a los loros chillando. Escúchalos, no ha­gas nada. Pase lo que pase a tu alrededor, conserva una atención pasiva. La luz sobre el agua, el río que fluye, el rui­do, los chicos que juegan, se ríen, lanzan risitas nerviosas. Tú sólo mantente allí, como una presencia pasiva, abierta, que escucha y ve, pero no pienses. Los pájaros están allí so­bre los árboles haciendo ruido, cantando... Simplemente, escucha. No pienses, no crees una segunda serie acerca de lo que está sucediendo. Sólo deja que suceda y, más tarde o más temprano, sentirás que la mente ha desaparecido y que un silencio ha llegado a ti. En verdad, lo sentirás llegar a ti, penetrar en ti por todos los poros del cuerpo, ganando más y más profundidad.





Al comienzo, será sólo por momentos, pues eres un pen­sador tan acostumbrado, tan adicto al pensar, como quien es adicto al alcohol o a alguna otra droga, que sólo por momentos se producirá un intervalo, y nuevamente empe­zarás a pensar. Puedes comenzar a pensar sobre este silen­cio que te está llegando. Puedes empezar a pensar: "¡Oh! Éste es el silencio del cual siempre han hablado los maes­tros", y lo destruiste. O puedes comenzar a pensar: "Éste es el silencio que los Upanishads mencionan como el objeti­vo por conseguir; éste es el silencio del que han estado ha­blando los poetas, el silencio que supera la comprensión", y lo dejaste pasar.





Los poetas han entrado, los maestros han entrado, los Upaníshads han llegado. Y te lo perdiste, lo dejaste pasar. Ahora, estás nuevamente perturbado; ahora, no estás hecho una pasividad ni estás alerta. Ahora, esos pájaros que canta­ban ya no están allí fuera para ti. Tu mente se volvió hacia adentro. Ahora, esos hermosos árboles desaparecieron. El sol ya no está en el cielo, y las nubes ya no están allí flotan­do. Tú no estás abierto; cerradas, tus ventanas están cerra­das, tus puertas están cerradas.





El pensamiento, el pensar, es la vía para cerrar la mente. No pensar, la ausencia de pensamiento es la vía para abrirla. Siempre que no estás pensando, estás abierto; siempre que estás pensando, se levan­ta una pared. Cada pensamiento se convierte en un ladrillo, y todo el proceso del pensamiento se trans­forma en una pared. Entonces, estás oculto detrás del muro, llorando y gimiendo: ¿por qué el sol no te alcanza? No es el sol; eres tú, que creado pa­redes a tu alrededor.









Referencia:


El dios de todos (Osho)


Un camino espiritual para descubrir a Dios


Fotografía tomada de internet


ABRE TU MENTE


Meditación 
Silencio
Mente 
Pensamiento
Pasividad

Sé más meditativo. Sé más callado. Deja que cada vez te penetre más quietud. ¿Qué se debe hacer? ¿Cómo ser más medita­tivo? En cierto sentido, no se puede hacer na­da directamente porque, en cualquier cosa que hagas directamente, la mente va a interfe­rir. Si tratas de hacer silencio, no podrás, por­que es la mente la que lo intenta. Allí donde está la mente, hay molestias. La mente es la molestia; la mente es el ruido. Entonces, si tra­tas de estar callado, la mente intentará hacer silencio. Producirás más ruido, que ahora se relaciona con el silencio. Ahora intentarás, y pensarás, y harás esto y aquello, y te sentirás más y más incómodo.

Nada se puede hacer con el silencio. El silen­cio ya está allí; tienes que permitirlo. Es como la luz del sol: tus ventanas están cerradas y no puedes hacer entrar a tu casa la luz del sol en haces, en baldes. ¡No puedes! Si lo intentas, se­rá una tontería; y muchos lo hacen. Simplemen­te, abre las ventanas, abre las puertas y deja que sople la brisa, permite que entren los rayos; invítalos y espera: no puedes forzar nada. Cuando fuerzas las cosas, salen mal. Si un hom­bre se obliga a permanecer callado, su silencio será horrible, tortuoso, forzado, artificial, sólo en la superficie. Por dentro, habrá agitación.

Entonces, ¿qué se debe hacer? Abre tu mente y espera. Mira los árboles, mira a los loros chillando. Escúchalos, no ha­gas nada. Pase lo que pase a tu alrededor, conserva una atención pasiva. La luz sobre el agua, el río que fluye, el rui­do, los chicos que juegan, se ríen, lanzan risitas nerviosas. Tú sólo mantente allí, como una presencia pasiva, abierta, que escucha y ve, pero no pienses. Los pájaros están allí so­bre los árboles haciendo ruido, cantando... Simplemente, escucha. No pienses, no crees una segunda serie acerca de lo que está sucediendo. Sólo deja que suceda y, más tarde o más temprano, sentirás que la mente ha desaparecido y que un silencio ha llegado a ti. En verdad, lo sentirás llegar a ti, penetrar en ti por todos los poros del cuerpo, ganando más y más profundidad.

Al comienzo, será sólo por momentos, pues eres un pen­sador tan acostumbrado, tan adicto al pensar, como quien es adicto al alcohol o a alguna otra droga, que sólo por momentos se producirá un intervalo, y nuevamente empe­zarás a pensar. Puedes comenzar a pensar sobre este silen­cio que te está llegando. Puedes empezar a pensar: "¡Oh! Éste es el silencio del cual siempre han hablado los maes­tros", y lo destruiste. O puedes comenzar a pensar: "Éste es el silencio que los Upanishads mencionan como el objeti­vo por conseguir; éste es el silencio del que han estado ha­blando los poetas, el silencio que supera la comprensión", y lo dejaste pasar.

Los poetas han entrado, los maestros han entrado, los Upaníshads han llegado. Y te lo perdiste, lo dejaste pasar. Ahora, estás nuevamente perturbado; ahora, no estás hecho una pasividad ni estás alerta. Ahora, esos pájaros que canta­ban ya no están allí fuera para ti. Tu mente se volvió hacia adentro. Ahora, esos hermosos árboles desaparecieron. El sol ya no está en el cielo, y las nubes ya no están allí flotan­do. Tú no estás abierto; cerradas, tus ventanas están cerra­das, tus puertas están cerradas.

El pensamiento, el pensar, es la vía para cerrar la mente. No pensar, la ausencia de pensamiento es la vía para abrirla. Siempre que no estás pensando, estás abierto; siempre que estás pensando, se levan­ta una pared. Cada pensamiento se convierte en un ladrillo, y todo el proceso del pensamiento se trans­forma en una pared. Entonces, estás oculto detrás del muro, llorando y gimiendo: ¿por qué el sol no te alcanza? No es el sol; eres tú, que creado pa­redes a tu alrededor.


Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet

ESTADO DE DISTRACCIÓN




ESTADO DE DISTRACCIÓN


jueves, 30 de marzo de 2017

MOMENTO MARAVILLOSO







Les quiero ofrecer un ejercicio de respiración. Estoy seguro de que si lo hacen en momentos difíciles, encontrarán alivio.





Inhalando, sé que estoy inhalando.


Exhalando, sé que estoy exhalando.





Inhalando, observo que mi inhalación


se ha vuelto más profunda.


Exhalando, observo que mi exhalación se


ha vuelto más lenta.





Inhalando, me calmo; exhalando, me siento


a gusto.





Inhalando, sonrío; exhalando, suelto.





Inhalando, vivo en el momento presente.


Exhalando, siento que es un momento


maravilloso.





Estos versos se pueden resumir como sigue:





Inhalo; exhalo; profunda, lenta.





Calma, a gusto; sonrisa, soltar.





Momento presente, momento maravilloso.





Primero practicamos «Inhalo», «Exhalo». Tomando aire decimos «Inhalo», calladamente, para nutrir la consciencia de que estamos inhalando. Cuando expulsamos el aire decimos «exhalo», conscientes de que estamos exhalando. Cada palabra nos sirve de guía y nos ayuda a regresar a nuestra respiración en el momento presente. Podemos repetir «Inhalo, exhalo» hasta comprobar que nuestra concentración es apacible y sólida.





Luego decimos «Profunda» con la próxima inhalación, y «Lenta» con la exhalación siguiente. Cuando respiramos conscientemente nuestra respiración se vuelve más profunda y más lenta, más apacible y agradable. Continuamos respirando, «Profunda, lenta, profunda, lenta», hasta que nos apetezca pasar a la frase siguiente, que es «Calma, a gusto».





«Calma» significa que calmamos nuestro cuerpo, traemos paz a nuestro cuerpo. Inhalando, incorporo el elemento de calma. Si tenemos un sentimiento o una emoción que nos hace sentirnos menos apaciguados, calmarse significa calmar ese sentimiento o esa emoción. Inhalando, calmo mis emociones. Inhalando, calmo mis sentimientos. Al exhalar decimos «a gusto», lo que significa hallarse ligero, relajado, y sentir que nada es tan importante como nuestro bienestar.





Cuando hemos acabado con «Calma, a gusto» pasamos a «Sonrisa, soltar». Al inhalar, aunque no sintamos mucha alegría en ese momento, de todos modos podemos sonreír. Cuando sonreímos nuestra alegría y nuestra paz se afianzan aún más y la tensión se desvanece. Cuando exhalamos, decimos «soltar». Soltamos lo que nos está haciendo sufrir, una idea, un temor, una preocupación, el enojo.





Por último, volvemos a «Momento presente, momento maravilloso». «Inhalando, vivo el momento presente. Exhalando, siento que es un momento maravilloso». Recuerden que el Buda dijo que el momento presente es el único momento en que la vida está a nuestra disposición. Por tanto, para tocar la vida profundamente debemos regresar al momento presente.





Nuestra respiración es como un puente que une nuestro cuerpo y nuestra mente. En nuestra vida diaria es posible que nuestro cuerpo esté en un sitio y nuestra mente en otro, en el pasado o el futuro. Esto se llama estado de distracción. La respiración es un nexo entre el cuerpo y la mente. Al empezar a inhalar y exhalar de forma plenamente consciente su cuerpo regresará a su mente en un instante. Y al empezar a inhalar y exhalar conscientemente su mente regresará a su cuerpo. Serán capaces de percibir la unidad del cuerpo y la mente y llegarán a estar plenamente presentes y vivos en el aquí y el ahora. Estarán en condiciones de tocar la vida profundamente. Esto no es difícil. Todo el mundo lo puede hacer.









Extracto del libro:



Sea libre donde esté


Thich Nhat Hanh


Fotografía tomada de internet



MOMENTO MARAVILLOSO


Les quiero ofrecer un ejercicio de respiración. Estoy seguro de que si lo hacen en momentos difíciles, encontrarán alivio.

Inhalando, sé que estoy inhalando.
Exhalando, sé que estoy exhalando.

Inhalando, observo que mi inhalación
se ha vuelto más profunda.
Exhalando, observo que mi exhalación se
ha vuelto más lenta.

Inhalando, me calmo; exhalando, me siento
a gusto.

Inhalando, sonrío; exhalando, suelto.

Inhalando, vivo en el momento presente.
Exhalando, siento que es un momento
maravilloso.

Estos versos se pueden resumir como sigue:

Inhalo; exhalo; profunda, lenta.

Calma, a gusto; sonrisa, soltar.

Momento presente, momento maravilloso.

Primero practicamos «Inhalo», «Exhalo». Tomando aire decimos «Inhalo», calladamente, para nutrir la consciencia de que estamos inhalando. Cuando expulsamos el aire decimos «exhalo», conscientes de que estamos exhalando. Cada palabra nos sirve de guía y nos ayuda a regresar a nuestra respiración en el momento presente. Podemos repetir «Inhalo, exhalo» hasta comprobar que nuestra concentración es apacible y sólida.

Luego decimos «Profunda» con la próxima inhalación, y «Lenta» con la exhalación siguiente. Cuando respiramos conscientemente nuestra respiración se vuelve más profunda y más lenta, más apacible y agradable. Continuamos respirando, «Profunda, lenta, profunda, lenta», hasta que nos apetezca pasar a la frase siguiente, que es «Calma, a gusto».

«Calma» significa que calmamos nuestro cuerpo, traemos paz a nuestro cuerpo. Inhalando, incorporo el elemento de calma. Si tenemos un sentimiento o una emoción que nos hace sentirnos menos apaciguados, calmarse significa calmar ese sentimiento o esa emoción. Inhalando, calmo mis emociones. Inhalando, calmo mis sentimientos. Al exhalar decimos «a gusto», lo que significa hallarse ligero, relajado, y sentir que nada es tan importante como nuestro bienestar.

Cuando hemos acabado con «Calma, a gusto» pasamos a «Sonrisa, soltar». Al inhalar, aunque no sintamos mucha alegría en ese momento, de todos modos podemos sonreír. Cuando sonreímos nuestra alegría y nuestra paz se afianzan aún más y la tensión se desvanece. Cuando exhalamos, decimos «soltar». Soltamos lo que nos está haciendo sufrir, una idea, un temor, una preocupación, el enojo.

Por último, volvemos a «Momento presente, momento maravilloso». «Inhalando, vivo el momento presente. Exhalando, siento que es un momento maravilloso». Recuerden que el Buda dijo que el momento presente es el único momento en que la vida está a nuestra disposición. Por tanto, para tocar la vida profundamente debemos regresar al momento presente.

Nuestra respiración es como un puente que une nuestro cuerpo y nuestra mente. En nuestra vida diaria es posible que nuestro cuerpo esté en un sitio y nuestra mente en otro, en el pasado o el futuro. Esto se llama estado de distracción. La respiración es un nexo entre el cuerpo y la mente. Al empezar a inhalar y exhalar de forma plenamente consciente su cuerpo regresará a su mente en un instante. Y al empezar a inhalar y exhalar conscientemente su mente regresará a su cuerpo. Serán capaces de percibir la unidad del cuerpo y la mente y llegarán a estar plenamente presentes y vivos en el aquí y el ahora. Estarán en condiciones de tocar la vida profundamente. Esto no es difícil. Todo el mundo lo puede hacer.


Extracto del libro:
Sea libre donde esté
Thich Nhat Hanh
Fotografía tomada de internet

ALEGRÍA ENERGÉTICA




ALEGRÍA ENERGÉTICA


miércoles, 29 de marzo de 2017

EL ESFUERZO







Como todas las demás paramitas, el esfuerzo tiene una cualidad de camino: es un proceso. Cuando empezamos a practicar el esfuerzo, vemos que a veces podemos hacerlo y otras no. Entonces la pregunta pasa a ser: ¿Cómo conectar con la inspiración? ¿Cómo conectar con la chispa y la alegría que están disponibles en todo momento? El esfuerzo no consiste en forzarnos, no se trata de un proyecto que tenemos que acabar, o de ganar una carrera. El esfuerzo es, más bien, como despertarse una mañana fría y nevada en un refugio de montaña dispuestos a dar una larga caminata, pero sabiendo que en primer lugar tenemos que levantarnos y hacer fuego. Preferiríamos quedarnos cálidamente en la cama, pero saltamos de ella y encendemos el fuego porque la belleza del día que tenemos por delante sobrepasa nuestro deseo de comodidad. 





Cuanto más amplia sea nuestra perspectiva, más conectamos con una alegría energética. El esfuerzo consiste en conectar con nuestro deseo de iluminación. Nos permite actuar, dar y trabajar valorando todo lo que se cruza en nuestro camino. Si realmente supiéramos la infelicidad que causa en este planeta nuestra evitación del dolor y nuestra búsqueda del placer, si entendiéramos que este hecho nos hace desgraciados y corta nuestra conexión con nuestro corazón y nuestra inteligencia básicos, practicaríamos la meditación como si se nos estuviera quemando el pelo. No pensaríamos que tenemos mucho tiempo y que podemos dejar la práctica para más adelante.





Gracias a prajna, las paramitas se convierten en formas de desprendernos de nuestras defensas. Cada vez que damos, cada vez que practicamos la disciplina, la paciencia o el esfuerzo, es como desprendernos de una pesada carga.









Extracto del libro:


Cuando Todo Se Derrumba


Pema Chödron


Fotografía de Internet


EL ESFUERZO


Como todas las demás paramitas, el esfuerzo tiene una cualidad de camino: es un proceso. Cuando empezamos a practicar el esfuerzo, vemos que a veces podemos hacerlo y otras no. Entonces la pregunta pasa a ser: ¿Cómo conectar con la inspiración? ¿Cómo conectar con la chispa y la alegría que están disponibles en todo momento? El esfuerzo no consiste en forzarnos, no se trata de un proyecto que tenemos que acabar, o de ganar una carrera. El esfuerzo es, más bien, como despertarse una mañana fría y nevada en un refugio de montaña dispuestos a dar una larga caminata, pero sabiendo que en primer lugar tenemos que levantarnos y hacer fuego. Preferiríamos quedarnos cálidamente en la cama, pero saltamos de ella y encendemos el fuego porque la belleza del día que tenemos por delante sobrepasa nuestro deseo de comodidad. 

Cuanto más amplia sea nuestra perspectiva, más conectamos con una alegría energética. El esfuerzo consiste en conectar con nuestro deseo de iluminación. Nos permite actuar, dar y trabajar valorando todo lo que se cruza en nuestro camino. Si realmente supiéramos la infelicidad que causa en este planeta nuestra evitación del dolor y nuestra búsqueda del placer, si entendiéramos que este hecho nos hace desgraciados y corta nuestra conexión con nuestro corazón y nuestra inteligencia básicos, practicaríamos la meditación como si se nos estuviera quemando el pelo. No pensaríamos que tenemos mucho tiempo y que podemos dejar la práctica para más adelante.

Gracias a prajna, las paramitas se convierten en formas de desprendernos de nuestras defensas. Cada vez que damos, cada vez que practicamos la disciplina, la paciencia o el esfuerzo, es como desprendernos de una pesada carga.


Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron
Fotografía de Internet

PEQUEÑOS PASOS














Tomado del libro:


El Librito Que Fortalece


Proverbios reconfortantes y máximas motivadora


Lucia Canovi


Fotografía extraída de internet

PEQUEÑOS PASOS





Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantes y máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

martes, 28 de marzo de 2017

UN ACTOR EN EL MUNDO







Silencio 


Equilibrio integración 


Actuación 


Dicha interior 


Éxtasis





A dondequiera que te lleve, muévete como una nube; muévete con él y entrégate por completo al todo. Lo único que hay que re­cordar es la cuestión de los opuestos; el silen­cio, el equilibrio, la integración.





Dices que será difícil. Sí, lo será. Si eres ex­tremadamente feliz, será difícil en una familia patológica, y toda familia lo es. Será como si estuvieras obligado a vivir en un manicomio: será difícil porque todos allí estarán locos. En­tonces, ¿qué puedes hacer? Si te internan en un manicomio (tú no estás loco, como sí lo es­tán todos los demás), ¿qué harás? Si en verdad no estás loco, te comportarás en forma loca. Es el único camino sabio allí. Así, nadie llega a enterarse de que estás sano pues, si se llega­ran a enterar, habría problemas. En un mani­comio, un hombre verdaderamente sabio ac­tuará de modo más loco que lo que pueda ha­cerlo cualquier loco. Ése es el único estado se­guro en un sitio así.





Entonces, en esta vida, donde todo el mun­do está loco, ¿qué puedes hacer? Este planeta entero es un manicomio, un gran manicomio. Todo el mundo está enfermo, tiene patologías, es anormal, insano, ¿qué puedes hacer? ¡Actúa! Con la gente, cuando lo sientas, no trates de crear problemas cuando no es necesario; sólo actúa y disfruta de hacerlo. Con la gente, actúa. Por ti mis­mo, ponte loco de alegría. ¿Qué quiero decir? Quiero decir que, si alguien murió en el vecindario, ¿qué harás? ¿Ponerte loco de alegría allí? Si lo haces, te golpearán. Gime y llora, actúa bien, pues eso es lo que se requiere en toda la situa­ción patológica en la cual la muerte no se acepta, en la cual la muerte representa al mal. No le crees problemas a nadie. Si eres sabio, actúa; y actúa tan bien que nadie pueda llorar como tú. ¡Disfrútalo! Es algo interior. ¡Conviértelo en éxtasis! Pero para afuera, para la gente que te rodea, actúa bien.





Sé un actor en el mundo. Cuando eres un actor, no te preocupas, porque sabes que no es más que una actuación. La vida entera es un gran psico­drama. Sé allí un actor, y por dentro conserva tu dicha no egoísta.









Referencia:


El dios de todos (Osho)


Un camino espiritual para descubrir a Dios


Fotografía tomada de internet


UN ACTOR EN EL MUNDO


Silencio 
Equilibrio integración 
Actuación 
Dicha interior 
Éxtasis

A dondequiera que te lleve, muévete como una nube; muévete con él y entrégate por completo al todo. Lo único que hay que re­cordar es la cuestión de los opuestos; el silen­cio, el equilibrio, la integración.

Dices que será difícil. Sí, lo será. Si eres ex­tremadamente feliz, será difícil en una familia patológica, y toda familia lo es. Será como si estuvieras obligado a vivir en un manicomio: será difícil porque todos allí estarán locos. En­tonces, ¿qué puedes hacer? Si te internan en un manicomio (tú no estás loco, como sí lo es­tán todos los demás), ¿qué harás? Si en verdad no estás loco, te comportarás en forma loca. Es el único camino sabio allí. Así, nadie llega a enterarse de que estás sano pues, si se llega­ran a enterar, habría problemas. En un mani­comio, un hombre verdaderamente sabio ac­tuará de modo más loco que lo que pueda ha­cerlo cualquier loco. Ése es el único estado se­guro en un sitio así.

Entonces, en esta vida, donde todo el mun­do está loco, ¿qué puedes hacer? Este planeta entero es un manicomio, un gran manicomio. Todo el mundo está enfermo, tiene patologías, es anormal, insano, ¿qué puedes hacer? ¡Actúa! Con la gente, cuando lo sientas, no trates de crear problemas cuando no es necesario; sólo actúa y disfruta de hacerlo. Con la gente, actúa. Por ti mis­mo, ponte loco de alegría. ¿Qué quiero decir? Quiero decir que, si alguien murió en el vecindario, ¿qué harás? ¿Ponerte loco de alegría allí? Si lo haces, te golpearán. Gime y llora, actúa bien, pues eso es lo que se requiere en toda la situa­ción patológica en la cual la muerte no se acepta, en la cual la muerte representa al mal. No le crees problemas a nadie. Si eres sabio, actúa; y actúa tan bien que nadie pueda llorar como tú. ¡Disfrútalo! Es algo interior. ¡Conviértelo en éxtasis! Pero para afuera, para la gente que te rodea, actúa bien.

Sé un actor en el mundo. Cuando eres un actor, no te preocupas, porque sabes que no es más que una actuación. La vida entera es un gran psico­drama. Sé allí un actor, y por dentro conserva tu dicha no egoísta.


Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet

INFRUCTUOSO











Tomado del libro:


El Librito Que Fortalece


Proverbios reconfortantes y máximas motivadora


Lucia Canovi


Fotografía extraída de internet


INFRUCTUOSO




Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantes y máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

lunes, 27 de marzo de 2017

LA PARÁBOLA DEL CABALLO*







Un campesino que enfrentaba muchas dificultades poseía algunos caballos que lo ayudaban en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los mejores caballos había caído en un viejo pozo abandonado. Era muy profundo, y resultaría extremadamente difícil sacarlo de allí.





El campesino fue rápidamente al lugar del accidente y evaluó la situación, dándose cuenta de que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el costo del rescate, concluyó que no valía la pena, y pidió al capataz que sacrificara al caballo tirando tierra al pozo hasta enterrarlo. Y así se hizo.





A medida que la tierra le caía encima, el animal la sacudía. Esta se acumuló poco a poco en el fondo del pozo, permitiéndole subir. Los hombres se dieron cuenta de que el caballo no se dejaba enterrar sino que, al contrario, estaba subiendo, hasta que finalmente consiguió salir del socavón.





Si está “allá abajo”, sintiéndose poco valorado, y si los otros le lanzan la tierra de la incomprensión, del egoísmo o de la falta de apoyo, recuerde al caballo de esta historia. No acepte la tierra que tiraron sobre usted, sacúdala y suba sobre ella. Cuanta más tierra le lancen, más podrá subir.





__________


* Contribución de Héctor Daniel González, 4 de junio de 2001.









Extracto del libro:


La culpa es de la vaca 1a parte


Lopera y Bernal


Fotografía de Internet


LA PARÁBOLA DEL CABALLO*


Un campesino que enfrentaba muchas dificultades poseía algunos caballos que lo ayudaban en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los mejores caballos había caído en un viejo pozo abandonado. Era muy profundo, y resultaría extremadamente difícil sacarlo de allí.

El campesino fue rápidamente al lugar del accidente y evaluó la situación, dándose cuenta de que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el costo del rescate, concluyó que no valía la pena, y pidió al capataz que sacrificara al caballo tirando tierra al pozo hasta enterrarlo. Y así se hizo.

A medida que la tierra le caía encima, el animal la sacudía. Esta se acumuló poco a poco en el fondo del pozo, permitiéndole subir. Los hombres se dieron cuenta de que el caballo no se dejaba enterrar sino que, al contrario, estaba subiendo, hasta que finalmente consiguió salir del socavón.

Si está “allá abajo”, sintiéndose poco valorado, y si los otros le lanzan la tierra de la incomprensión, del egoísmo o de la falta de apoyo, recuerde al caballo de esta historia. No acepte la tierra que tiraron sobre usted, sacúdala y suba sobre ella. Cuanta más tierra le lancen, más podrá subir.

__________
* Contribución de Héctor Daniel González, 4 de junio de 2001.


Extracto del libro:
La culpa es de la vaca 1a parte
Lopera y Bernal
Fotografía de Internet

MALAS HIERBAS










Tomado del libro:


El Librito Que Fortalece


Proverbios reconfortantes y máximas motivadora


Lucia Canovi


Fotografía extraída de internet

MALAS HIERBAS




Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantes y máximas motivadora
Lucia Canovi
Fotografía extraída de internet

domingo, 26 de marzo de 2017

TAO TE KING: PRINCIPIO 19







Olvidaos de la santidad, acabad con el conocimiento,


y el pueblo saldrá ganando con creces.





Rechazad la moralidad, acabad con el deber,


y el pueblo volverá al deber filial y al amor.





Libraos de la astucia, acabad con los beneficios,


y dejará de haber ladrones y malhechores.





En estos tres asuntos


no bastan las bellas apariencias.





Por eso,





¡Procurad que los hombres tengan algo a que atenerse!





¡Mostrad sencillez, cuidad la sinceridad!





¡Reducid el egoísmo, moderad los deseos!





¡Renunciad a la erudición!





Así os liberaréis de toda preocupación.









Extracto del libro:



Lao-Tsé


Tao Te King


Fotografía tomada de internet



TAO TE KING: PRINCIPIO 19


Olvidaos de la santidad, acabad con el conocimiento,
y el pueblo saldrá ganando con creces.

Rechazad la moralidad, acabad con el deber,
y el pueblo volverá al deber filial y al amor.

Libraos de la astucia, acabad con los beneficios,
y dejará de haber ladrones y malhechores.

En estos tres asuntos
no bastan las bellas apariencias.

Por eso,

¡Procurad que los hombres tengan algo a que atenerse!

¡Mostrad sencillez, cuidad la sinceridad!

¡Reducid el egoísmo, moderad los deseos!

¡Renunciad a la erudición!

Así os liberaréis de toda preocupación.


Extracto del libro:
Lao-Tsé
Tao Te King
Fotografía tomada de internet

PIENSE CON TODO EL CUERPO




PIENSE CON TODO EL CUERPO


sábado, 25 de marzo de 2017

DEJE QUE LA RESPIRACIÓN LO INTRODUZCA EN EL CUERPO









A veces, cuando mi mente ha estado muy activa, ha adquirido tanto impulso que encuentro imposible apartar mi atención de ella y sentir el cuerpo interior. Esto ocurre particularmente cuando entro en un patrón de preocupación o ansiedad. ¿Tiene alguna sugerencia?





Eckhart Tolle:


Si en cualquier momento encuentra difícil entrar en contacto con el cuerpo interior, suele ser más fácil enfocarse en su respiración primero. La respiración consciente, que es una meditación poderosa en su propio sentido, lo pondrá gradualmente en contacto con el cuerpo. Siga la respiración con su atención, según entra y sale del cuerpo. 





Respire y sienta su abdomen expandiéndose y contrayéndose ligeramente con cada inhalación y exhalación. Si le resulta fácil visualizar, cierre los ojos y véase a sí mismo rodeado de luz o sumergido en una sustancia luminosa, un mar de conciencia. Entonces respire en esa luz. Sienta esa sustancia luminosa llenando su cuerpo y volviéndolo luminoso también. Después gradualmente concéntrese más en la sensación. Usted está ahora en su cuerpo. No se aferre a ninguna imagen visual.





EL USO CREATIVO DE LA MENTE 





Si usted necesita usar su mente para un propósito específico, úsela en unión de su cuerpo interior. Sólo si usted es capaz de ser consciente sin pensamiento, puede usar su mente creativamente, y la forma más fácil de entrar en este estado es a través de su cuerpo. Siempre que se necesite una respuesta, una solución o una idea creativa, deje de pensar por un momento enfocando su atención en su campo interior de energía. Tome conciencia de la quietud. Cuando vuelva a tomar el pensamiento, será fresco y creativo. En cualquier actividad del pensamiento, vuelva una costumbre ir y volver cada tanto entre el pensamiento y un tipo de oído interior, una quietud interior. Podríamos decir: no piense sólo con su cabeza, piense con todo su cuerpo.















Del libro:
*El Poder del Ahora
Eckhart Tolle




Imagen tomada del internet


DEJE QUE LA RESPIRACIÓN LO INTRODUZCA EN EL CUERPO


A veces, cuando mi mente ha estado muy activa, ha adquirido tanto impulso que encuentro imposible apartar mi atención de ella y sentir el cuerpo interior. Esto ocurre particularmente cuando entro en un patrón de preocupación o ansiedad. ¿Tiene alguna sugerencia?

Eckhart Tolle:
Si en cualquier momento encuentra difícil entrar en contacto con el cuerpo interior, suele ser más fácil enfocarse en su respiración primero. La respiración consciente, que es una meditación poderosa en su propio sentido, lo pondrá gradualmente en contacto con el cuerpo. Siga la respiración con su atención, según entra y sale del cuerpo. 

Respire y sienta su abdomen expandiéndose y contrayéndose ligeramente con cada inhalación y exhalación. Si le resulta fácil visualizar, cierre los ojos y véase a sí mismo rodeado de luz o sumergido en una sustancia luminosa, un mar de conciencia. Entonces respire en esa luz. Sienta esa sustancia luminosa llenando su cuerpo y volviéndolo luminoso también. Después gradualmente concéntrese más en la sensación. Usted está ahora en su cuerpo. No se aferre a ninguna imagen visual.

EL USO CREATIVO DE LA MENTE 

Si usted necesita usar su mente para un propósito específico, úsela en unión de su cuerpo interior. Sólo si usted es capaz de ser consciente sin pensamiento, puede usar su mente creativamente, y la forma más fácil de entrar en este estado es a través de su cuerpo. Siempre que se necesite una respuesta, una solución o una idea creativa, deje de pensar por un momento enfocando su atención en su campo interior de energía. Tome conciencia de la quietud. Cuando vuelva a tomar el pensamiento, será fresco y creativo. En cualquier actividad del pensamiento, vuelva una costumbre ir y volver cada tanto entre el pensamiento y un tipo de oído interior, una quietud interior. Podríamos decir: no piense sólo con su cabeza, piense con todo su cuerpo.




Del libro:
*El Poder del Ahora
Eckhart Tolle
Imagen tomada del internet