lunes, 29 de febrero de 2016

AFERRARSE


La mente siempre se aferra... y es bueno desprenderse de eso. Cada día es nuevo, cada momento es nuevo. Y después de cada momento nos adentramos en un mundo diferente, por lo que habría que estar preparado para que nada nos sujetara.

Buda solía decirles a sus discípulos que nunca se quedaran en una casa más de tres días, porque al cuarto uno empieza a sentirse como si fuera su hogar. Antes de sentir eso uno debería seguir el camino.

La mente siempre se aferra... y es bueno desprenderse de eso. Cada día es nuevo, cada momento es nuevo. Y después de cada momento nos adentramos en un mundo diferente, por lo que habría que estar preparado para que nada nos sujetara. El pasado simplemente debería desaparecer... deberíais morir continuamente al pasado. No pierdas el tiempo. Muere a lo que ha desaparecido; ya no está aquí.

De lo contrario, a medida que te aferres a lo que ya no existe, incluso cuando algo nuevo se haya terminado, te estarás aferrando a eso. Así es como la mente no deja de perderse cosas. Mantente siempre fiel al presente. Permanece comprometido con este momento... no existe otro compromiso.

Basta con un compromiso: el compromiso con este momento, con el aquí y el ahora.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 330
Fotografía tomada de internet

¡FRACASOS!


Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi

domingo, 28 de febrero de 2016

NO LASTIMES


EL TAMBOR


Como los cuentos, como los sueños, el tambor suena en la noche.

Peligroso como la noche, el tambor ha sido siempre digno de sospecha, y muchas veces ha sido culpable.

En las plantaciones de las Américas, las sublevaciones de los esclavos se incubaban al golpe del látigo, pero al golpe del tambor estallaban. Esos truenos eran la contraseña que desataba las revueltas.

En las islas inglesas del Caribe, merecía pena de cárcel o azote quien sonara tambores. Instrumentos de Satán, al modo africano. Cuando los franceses quemaron vivo al rebelde Mackandal, que alborotaba a los negros de Haití, fueron los tambores los que anunciaron que él se había fugado, convertido en mosquito, desde la hoguera.

Los amos no entendían el lenguaje de los toques. Pero ellos bien sabían que esos sones brujos son capaces de llamar a los dioses prohibidos o al Diablo en persona, que al ritmo del tambor baila con cascabeles en los tobillos.

Tomado de:
Cuentos de Galeano en la Jornada
Eduardo Galeano
Fotografía de internet

APRENDIZAJES


Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi

sábado, 27 de febrero de 2016

UN ASNO EN CHINA


Érase una vez un apacible jumento de Poitou (antigua provincia de Francia)  al que unas circunstancias fortuitas llevaron allende los mares. El barco en el que había embarcado en compañía de treinta de sus congéneres, ochenta vacas y terneros y muchos corderos, gallos y gallinas, naufragó en el océano Pacífico. El azar de las corrientes lo arrojó medio muerto a la costa de China. Allí tuvo que sobrevivir según la hierba y los meandros de los ríos. Así es como un año después de la catástrofe pacía tranquilamente en el corazón del bosque de Tian. 

Los habitantes corrientes del bosque, el mono, el zorro y Su Señoría el tigre, nunca habían visto un animal semejante. El mono fue el primero que lo observó desde lo alto de un árbol: 

-Se parece al caballo-dijo a sus compañeros-, pero es más pequeño, más peludo. Sus orejas son grandes y la cola, delgada como un látigo, termina en un mechón de pelo. 

-Y ¿qué hace? 

-Pace (comer hierba), pace infatigablemente. 

-¿Tiene intenciones belicosas? -preguntó el zorro, siempre prudente. 

-Por lo que a mí respecta, no les temo mucho a los comedores de hierba -declaró Su Señoría el tigre-, y, encogiéndose dcsdeñosamente de hombros, volvió a acostarse. 

-Es decir ... -dijo el mono, vacilando-, me acerqué a ese animal extraño y lo observé, oculto entre el follaje espeso de un alcanforero; de pronto levantó bruscamente la cabeza hacia el cielo y lanzó un grito ensordecedor, horrible, espantoso. Me marché lo más deprisa que pude, y aquí estoy... ---concluyó tristemente. 

-Hum ... -dijo el zorro-, voy a deslizarme entre la hierba y voy a ver eso más de cerca. ¿ Vendréis conmigo, Señor? -preguntó educadamente al Señor tigre. 

-Uf... -hizo éste, jugando con sus temibles garras. El zorro se acercó al lugar en el que el burro seguía paciendo. Al oír el ruido ligero que hizo, el asno levantó la cabeza y, por si acaso, lanzó un rebuzno estruendoso. El zorro, enloquecido, que nunca había oído un ruido tan estrepitoso, puso pies en polvorosa. 

Presentó su informe a Su Señoría el tigre. 

-¡Bueno -dijo el felino-, tendré que ir a verlo por mí mismo! 

Y se levantó perezosamente, pues la noche anterior había cenado muy bien comiéndose un gordo antílope. Se dirigió al prado, donde el asno, que no sospechaba nada, pacía con toda tranquilidad, eligiendo aquí y allá las hierbas que deleitaban su paladar y añadiendo de vez en cuando algún cardo bien espinoso a modo de delicada especia. 

El tigre avanzaba ágilmente. Cuando estuvo muy cerca, el asno detectó una presencia insólita entre la espesura y lanzó un rebuzno de advertencia. Al oír el formidable ruido, el tigre dio un paso atrás. Pero se serenó. -Soy el tigre, el Señor de este lugar -se dijo animándose, y se acercó de nuevo, con zancadas prudentes. Entonces el asno, con los flancos hundidos para expulsar mejor el aire, la cabeza levantada hacia el cielo, los ollares dilatados, la cola recta y las orejas muy erguidas, lanzó tres veces seguidas un rebuzno ensordecedor, fenomenal, audible a kilómetros de distancia: «¡HI HA, HI HA, HI HA ... !» 

El tigre, esta vez, sintió realmente miedo. Va a devorarme -se dijo y, sin ninguna vergüenza, huyó hacia su cubil. 

Casi había llegado a su casa cuando un resto de orgullo le cruzó el lomo: 

-Voy a enfrentarme con ese monstruo -gruño entré su mostacho-. Se lo debo a mis gloriosos antepasados. Y, aunque tenga que perecer, no faltaré a mi honor. 

Armado de un noble valor, Su Señoría el tigre volvió al prado, donde el asno de Poitou pacía apaciblemente. El felino se instaló en la linde del bosque y, bien disimulado, esperó. El extraño animal seguía paciendo. De vez en cuando, ya fuera porque hubiera detectado una presencia desconocida, o para distraerse, o para aclararse la garganta, lanzaba hacia las nubes su rebuzno sonoro. El tigre, poco a poco, se iba acostumbrando a aquel ruido asombroso, al que no seguía ningún efecto. Y las horas del día pasaron. El asno pacía, el tigre estaba al acecho. Ya casi era de noche cuando el Señor de la selva se atrevió a acercarse. El asno emitió un rebuzno indignado, que llenó de miedo a los animales del bosque. El tigre dio un paso atrás, y de nuevo avanzó. El jumento importunado dio una coz, que el tigre evitó fácilmente. El manejo se repitió varias veces. El tigre se acercaba, el asno daba una coz en el vacío. 

-Bueno -se dijo el tigre, que iba tranquilizándose progresivamente-, este curioso animal no es peligroso. Posee el trueno en su gaznate, pero esto es todo lo que sabe hacer. 

Y el miedo se le fue. 

El Zen nos enseña a ver la realidad, sin apriorismos, sin deformarla, sin proyectar en ella nuestros fantasmas, nos enseña a «acogerla» tal como es. Este es el camino del Despertar.

Extraído de:
La Grulla Cenicienta
Los más bellos cuentos zen
Henry Brunel

ASUMIR RESPONSABILIDADES


Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi

viernes, 26 de febrero de 2016

REFLEJOS


LA LIBERACIÓN DE LA INFELICIDAD


¿Le desagrada hacer lo que está haciendo? Puede ser su trabajo, o puede haber aceptado hacer algo y lo está haciendo, pero parte de usted se resiente y se resiste a ello. ¿Tiene un resentimiento no confesado hacia una persona cercana a usted? ¿Se da cuenta de que la energía que emana por eso es tan dañina en sus efectos que de hecho usted se está contaminando a sí mismo así como a los que lo rodean? Observe detenidamente su interior. ¿Existe la menor traza de resentimiento, de mala voluntad? Si la hay, obsérvela tanto en el nivel intelectual como en el emocional. ¿Qué pensamientos está creando su mente alrededor de esta situación? Entonces mire a la emoción, que es la reacción del cuerpo a esos pensamientos. Sienta la emoción. ¿Es placentera o desagradable? ¿Es una energía que usted realmente escogería tener dentro? ¿Tiene elección? 

Quizá se están aprovechando de usted, quizá la actividad en la que está involucrado es tediosa, quizá alguien cercano a usted es deshonesto, irritante o inconsciente, pero todo eso es irrelevante. Que sus pensamientos y emociones acerca de esa situación sean justificados o no, no hace ninguna diferencia. El hecho es que usted se está resistiendo a lo que es. Está convirtiendo el momento presente en un enemigo. Está creando infelicidad, conflicto entre lo interior y lo exterior. Su infelicidad está contaminando, no sólo su propio ser interior y a los que lo rodean, sino también la psique humana colectiva, de la cual usted es parte inseparable. La contaminación del planeta es sólo un reflejo exterior de una contaminación psíquica interior: millones de individuos inconscientes que no asumen la responsabilidad de su espacio interior.

Usted debe, o bien dejar de hacer lo que está haciendo, hablar a la persona que tiene que ver en el asunto y expresar completamente lo que siente, o abandonar el negativismo que ha creado su mente en torno a la situación y que no sirve para ningún propósito excepto para fortalecer un falso sentido de usted mismo. Es importante reconocer su futilidad. La negatividad no es nunca una forma óptima de manejar cualquier situación.

De hecho, en la mayoría de los casos lo mantiene atascado en ella, bloqueando el cambio real. Todo lo que se haga con energía negativa, quedará contaminado por ella y con el tiempo hará surgir más dolor, más infelicidad. Además, todo estado interior negativo es contagioso: la infelicidad se extiende más fácilmente que una enfermedad física. Por la ley de la resonancia, dispara y alimenta la negatividad latente de los demás, a menos que sean inmunes, es decir, altamente conscientes.

¿Está usted contaminando el mundo o limpiando el desorden? Usted es responsable de su estado interior; nadie más lo es, así como usted también es responsable por el planeta. Lo mismo que ocurre dentro, ocurre fuera: si los seres humanos limpian la contaminación interior, también dejarán de crear contaminación exterior.

Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle

jueves, 25 de febrero de 2016

CONTAMINACIÓN


AYUDAR


Sé tan feliz como puedas. No pienses en el otro. Sé feliz tú, y tu felicidad lo ayudará. Tú no puedes ayudar... tu felicidad sí. 

¿Me sigues? Tú no puedes ayudar, destruirás... pero tu felicidad sí puede ayudar. La felicidad posee sus propios mecanismos de funcionamiento... muy indirectos, muy sutiles, femeninos. Cuando tú empiezas a hacerlo, se torna agresivo, y si intentas ayudar a la otra persona, se resistirá. Se resistirá sin darse cuenta, porque parece como si alguien tuviera ventaja, y nadie quiere verse liberado por otro. Nadie quiere que otra persona lo haga feliz porque parece que es una dependencia, razón por la que surge una profunda resistencia. 

No te preocupes por ello. Es asunto de la otra persona. Tú no has hecho nada para que sus problemas estuvieran ahí. Se los ha ganado a través de muchas vidas, de modo que es el otro quien ha de desprenderse de ellos. Tú sé feliz y tu felicidad le aportará coraje. Tu felicidad le brindará ímpetu y estímulo, un desafío. Tu felicidad le dará una idea de lo que experimentará cuando diga que sí. Eso es todo...


Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 329
Fotografía tomada de internet

TROPIEZOS


Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi

miércoles, 24 de febrero de 2016

martes, 23 de febrero de 2016

EL DIAMANTE DEL EMPERADOR


Esta historia es ahora del pasado. Había una vez un emperador tan rico y tan poderoso que reinaba sobre ochenta y cuatro mil reyes vasallos. Tenía en su harén tres mil esposas, que le habían dado cuatrocientos hijos y una multitud de hijas, y no se podían contar sus caballos, sus elefantes y sus palacios. En su juventud, este gran emperador había tenido por compañero de juegos al pintor de la corte encargado de decorar los tabiques y los biombos del «Pabellón de la pureza y el frescor». El recuerdo de ese amigo se conservaba con dulzura en su corazón. 

Resulta que al gran emperador le gustaba ir a pasear, disfrazado, por las calles de su capital, Heian-K yo, que hoy se llama Kyoto. Una mañana, mientras deambulaba por la plaza del mercado entre los puestos de pescaderos, tropezó con el cuerpo de un hombre medio enterrado bajo los desperdicios. Se inclinó y reconoció a su amigo de juventud, el pintor Toshibu. Éste llevaba el vestido roto, lleno de suciedad, y se encontraba manifiestamente en un estado avanzado de embriaguez. Compasivo, el gran emperador le metió en el bolsillo un diamante muy grande que adornaba habitualmente su oreja izquierda. Así -pensó-, cuando mi desdichado amigo vuelva en sí, encontrará el diamante, lo venderá y podrá llevar en lo sucesivo una vida honorable. Y se marchó, muy contento de haber satisfecho a los dioses con su buena acción y por haber salvado de la miseria al amigo de su juventud. 

Los años corrieron en el reloj de arena del tiempo. El gran emperador tuvo todavía cincuenta hijos. El último, engendrado por su primera esposa, nació con la piel de color de oro. Sus cabellos eran de un negro de azabache brillante, extraordinario, las palmas de sus manos llevaban la marca de la rueda de mil radios, en la planta de su pie izquierdo estaba grabada una pezuña de caballo, y en la planta de su pie derecho, una pata de elefante. Al ver estos signos, el emperador comprendió que su fin estaba próximo y que le había nacido el hijo llamado a sucederle. Entonces, «antes de pasar más allá de la tristeza», como dicen los textos antiguos, y de obedecer a la ley de la impermanencia, decidió ir por última vez a pasearse de incógnito por las calles de su capital. Al pasar por la plaza del mercado, casi chocó con un mendigo. Era Toshibu, que seguía igual de miserable: 

-¡Todavía estás en este estado de pobreza! -se sorprendió el gran emperador. 

-Sabes bien -dijo Toshibu- que nunca he tenido habilidad para ganar dinero, y desde que tu honorable padre me alejó de la corte, por haber pintado una escena de caza que desagradó a su tercera esposa, arrastro una vida lamentable. 

-Pero, ¿cómo puede ser -dijo el emperador- que no encontraras el gran diamante que puse en el bolsillo de tu vestido? 

Toshibu le contempló con expresión de asombro y respondió: -¡Ya veo que te burlas de mí! ¡Soy un miserable y ningún diamante irá a alojarse nunca en mis bolsillos! 

Y diciendo esto se dio la vuelta y se fue a mendigar más lejos.

«Antes de pasar más allá de la tristeza», como dicen los textos antiguos, y de obedecer como todo el mundo a la ley de la impermanencia, mira los tesoros que están ante tus ojos y que no sabes ver. Así habla la sabiduría zen.

Extraído de:
La Grulla Cenicienta
Los más bellos cuentos zen
Henry Brunel

MOMENTOS



Tomado del libro:
El Librito Que Fortalece
Proverbios reconfortantesy máximas motivadora
Lucia Canovi

lunes, 22 de febrero de 2016

OFRECER EL INCIENSO PROCEDENTE DEL CORAZÓN


Mientras David estaba intentando hacer un nudo en la cuerda, recordó de pronto que un día Angelina le sonrió y le dijo: «David, si algún día no estoy contigo y me echas mucho de menos, quema un poco de incienso». El día que se lo dijo le había convencido para que la acompañara al templo a escuchar una charla sobre el Dharma. Allí, el monje explicó cómo ofrecer incienso para comunicarse. Cuando quemas incienso, deseas comunicarte con el Buda, con los Bodhisatvas y con tus antepasados. Si logramos comunicarnos con nuestros antepasados, podremos hacerlo también con los hermanos y hermanas que nos rodean. El monje explicó el acto de ofrecer incienso para comunicarse. Dijo que el incienso que ofrecíamos debía ser el de nuestro corazón: el incienso de la plena consciencia, de la concentración, de la sabiduría y la visión. David escuchó aquellas enseñanzas junto a Angelina, pero sin prestar demasiada atención. Sin embargo, oyó lo suficiente para recordar aquel evento. Después se fueron del templo y Angelina se volvió hacia él diciéndole: «David, si algún día quieres entrar en contacto conmigo, ofrece un poco de incienso».

Al recordarlo, dejó la cuerda, corrió a la tienda más cercana y compró un paquete de incienso. Pero David no sabía cómo quemarlo. En Plum Village cada vez que ofrecemos incienso quemamos sólo una barrita, pero él usó todo el paquete, y al cabo de unos minutos la habitación se había llenado de humo. Esperó durante quince minutos, media hora, una hora, pero Angelina no aparecía. Entonces recordó lo que el monje había dicho: «Para que puedas comunicarte de veras, has de ofrecer el incienso que procede del corazón, en concreto, el incienso de la plena consciencia. El incienso de la concentración, de la visión». Porque si quemas incienso sin ser consciente de ello, no funcionará.

David se sentó y reflexionó a fondo en su situación. Vio que no había sabido comunicarse con sus padres, con sus hermanos y hermanas, con sus amigos, ni con la sociedad. Incluso había fracasado con Angelina. Empezó a ver que siempre culpaba a los demás de su sufrimiento. Fue la primera vez que tuvo unos momentos de concentración y empezó a descubrir algunas cosas. Era la primera vez en su vida que se había sentado en silencio y había visto que había sido injusto con sus padres, y que si la comunicación no había sido posible, era en parte por culpa de él. Había culpado a todo el mundo, pero no había comprendido hasta ahora que él era el responsable. Incluso había fracasado con una persona tan dulce y bonita como Angelina.

Por primera vez las lágrimas rodaron por sus mejillas y lamentó de veras la forma en que había tratado a sus padres y a sus hermanos, hermanas y amigos. Recordó la ocasión en la que había vuelto a casa borracho, a altas horas de la noche, y había pegado a Angelina y abusado de ella. Reflexionó en todo esto y de pronto una gota de compasión penetró en su corazón, un corazón lleno de sufrimiento y aflicciones. Y siguió llorando. Cuánto más lloraba, más renovado se sentía en su corazón. Experimentó una transformación y empezó a comprender lo que Angelina había intentado decirle acerca de cómo vivir de acuerdo con los Cinco Ejercicios de Concienciación y de la práctica de escuchar profundamente y hablar con afecto. Sintió el deseo de empezar de nuevo y se dijo a sí mismo que si Angelina volvía, se convertiría en una persona distinta. «Sabré cuidar de ella y hacer que seamos felices». En aquel momento alguien llamó a la puerta. Angelina había vuelto. Aunque no había practicado más de una hora, David se había transformado profundamente.

Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh
Fotografía de Internet

FALACIAS


domingo, 21 de febrero de 2016

TU DECISIÓN


Se te puede dar todo el amor del mundo, pero si decides ser desdichado, permanecerás así. Y uno puede ser feliz, tremendamente feliz, sin ningún motivo en particular.. porque la felicidad y la desdicha son tus decisiones.

Se requiere mucho tiempo para entender esto, porque es muy cómodo para el ego pensar que otros te están haciendo desdichado. El ego no para de establecer condiciones imposibles, y dice que primero hay que satisfacer esas condiciones para que podáis ser felices. Te dice: ¿cómo puedes ser feliz en un mundo feo, con personas feas, en una situación tan fea?

Si te vieras correctamente, te reirías de ti mismo. Es ridículo, simplemente ridículo... lo que hacemos es absurdo. Nadie nos fuerza a ello, pero no dejamos de hacerlo... y gritamos pidiendo ayuda. Pero es sencillo salir de eso; es tu propio juego... ser desdichado, y pedir simpatía, amor y todo.

Si eres feliz, el amor fluirá hacia ti... no hay necesidad de pedirlo. Es una de las leyes básicas. Así como el agua fluye hacia abajo, y el fuego fluye hacia arriba, el amor fluye hacia la felicidad.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 328
Fotografía tomada de internet

¿MIEDO A LO DESCONOCIDO?


sábado, 20 de febrero de 2016

¿QUE LE PREOCUPA?


La vida es un banquete. Y lo trágico es que la mayoría de las personas se están muriendo de hambre. Realmente de eso es de lo que estoy hablando. 

Hay una bonita historia sobre unas personas que se hallaban en una balsa a cierta distancia de la costa de Brasil, y se estaban muriendo de sed. No sabían que el agua en la que estaban flotando era dulce. el río entraba en el mar con tanta fuerza que penetraba en él más de tres kilómetros, de modo que tenían agua dulce allí mismo. Pero no lo sabían. 

De la misma manera, estamos rodeados de alegría, felicidad, de amor. La mayoría de los seres humanos no lo saben. La razón: les lavaron el cerebro. La razón: están hipnotizados, están dormidos. Imagínense un mago que hipnotiza a alguien de manera que la persona ve lo no que está ahí y no ve lo que está ahí. De eso se trata. Arrepiéntanse y acepten la buena nueva. ¡Arrepiéntanse! ¡Despierten! No lloren por sus pecados. ¿Por qué llorar por pecados que cometieron cuando estaban dormidos? ¿van a llorar por lo que hicieron en estado hipnótico? ¿Por qué quieren ser como una persona hipnotizada? ¡Despierten! ¡Despierten! ¡Arrepiéntanse! ¡Tengan una mente nueva! ¡Adopten una nueva manera de ver las cosas! porque "¡El reino está aquí!" Son pocos los cristianos que toman eso en serio. Ya les dije a ustedes que lo primero que necesitan hacer es despertar, reconocer el hecho de que no les gusta que los despierten. Les gustaría más tener todas las cosas que en su estado hipnótico, les hicieron creer que eran tan preciosas y tan importantes para usted, y para su vida y su supervivencia. Además, comprendan. Comprendan que tal vez tienen ideas equivocadas, y que son estas ideas las que están influyendo en su vida y convirtiéndola en el desastre que es y manteniéndolos dormidos. Ideas sobre el amor, ideas sobre la libertad, ideas sobre la felicidad, y otras ideas. Y no es fácil escuchar a alguien que cuestiona esas ideas que son tan preciosas para ustedes.

Se han hecho estudios interesantes sobre el lavado de cerebro. Se ha revelado que le lavaron el cerebro a alguien cuando adopta o "introyecta" una idea que no es suya, que es de otro. Y lo increíble es que esa persona estaría dispuesta a morir por esa idea. ¿No es extraño?. La primera prueba de que a una persona le lavaron el cerebro e introyectó convicciones y creencias tiene lugar cuando se atacan esas convicciones y creencias, se siente aturdida, reacciona emocionalmente, Esa es una buena señal, - no infalible, pero si una buena señal - de que se trata de lavado de cerebro. La persona está dispuesta a morir por una idea que no fue suya. Los terroristas o los santos (así llamados) aceptan una idea, la tragan entera y están dispuestos a morir por ella. no es fácil escuchar, especialmente cuando uno se pone emocional con respecto a una idea. Y aunque no se ponga emocional, no le es fácil escuchar; siempre escucha de acuerdo a con su programación, con sus condicionamientos, con su estado hipnótico. con frecuencia interpreta todo lo que se dice en función de su estado hipnótico, o de su condicionamiento, o de su programación. Como esta joven que está escuchando una conferencia sobre agricultura y dice: "Excúseme señor, estoy completamente de acuerdo con usted con que el mejor abono es el abono de caballo maduro. ¿Nos podría decir, que edad debe tener el caballo?" ¿Ven en función de qué habla ella? todos tenemos nuestras opiniones, ¿no es verdad? Y escuchamos en función de esas opiniones. "Enrique, ¡Cómo has cambiado! Eras alto y ahora eres tan bajo. Eras fornido y ahora eres delgado. Eras rubio y ahora eres tan moreno. ¿que te pasó Enrique? Enrique dice: "Yo no soy Enrique, soy Juan". "Ah, ¡Cambiaste hasta de nombre!" ¿Cómo hacer que personas así escuchen?

Lo más difícil en el mundo es escuchar, es ver. No queremos ver. ¿Creen ustedes que un capitalista quiere ver lo que hay de bueno en el sistema comunista? ¿Creen ustedes que un comunista quiere ver lo que hay de bueno y saludable en el sistema capitalista? ¿Creen ustedes que un rico quiere mirar a los pobres? No queremos mirar, porque si lo hacemos, podemos cambiar. No queremos mirar. Si uno mira pierde el control de la vida que tiene tan precariamente armada. y por eso para poder despertar, lo que más necesita uno no es energía, ni fuerza, ni juventud, ni siquiera una gran inteligencia lo que necesita por encima de todo es estar dispuesto a aprender algo nuevo. Las posibilidades de despertar están en proporción directa a la cantidad de verdad que uno puede aceptar sin huir. ¿Cuánta verdad están dispuestos a aceptar? De todas las cosas que aman, ¿cuántas están dispuestas a ver destruidas, sin huir? ¿cuán dispuestos están a pensar en algo que no les sea familiar? 

La primera reacción es el temor. No es que temamos lo desconocido. Uno no puede temer lo que no conoce. nadie teme lo desconocido. Lo que uno realmente teme, es la pérdida de lo conocido. Eso es lo que teme.

A manera de ejemplo, dije que todo lo que hacemos está tocado de egoísmo. No es fácil oír eso. Pero piensen por un minuto, Profundicemos un poco más en eso: Si todo lo que ustedes hacen proviene del egoísmo - ilustrado o no- ¿cómo los hace sentir eso a ustedes con respecto a su caridad y a todas sus obras buenas? ¿Qué les pasa a ellas? He aquí un pequeño ejercicio: Piensen en todas las buenas obras que han hecho o en algunas de ellas (porque sólo les voy a dar unos pocos segundos). Ahora comprendan que realmente surgieron del egoísmo supiéranlo ustedes o no. ¿Qué le pasa a su orgullo? ¿Qué le pasa a su vanidad? ¿Qué le pasa a esos agradables sentimientos suyos, a esa palmadita de felicitación en la espalda cada vez que hizo algo que lo hacía sentir tan caritativo? Todo queda aplastado, ¿no es así? ¿Qué le pasa a ese sentimiento de superioridad frente a su vecino a quien usted consideraba tan egoísta? Todo cambia. ¿no es verdad? "Bueno", dirá usted, "mi vecino tiene gustos menos refinados que los míos".

Usted es una persona peligrosa, realmente lo es. Parece que Jesucristo tuvo menos problemas con otra clase de personas que con la clase de usted. Muchos menos problemas. Él tuvo problemas con personas que realmente estaban convencidas de que eran buenas. Las personas de otra clase parece que no le crearon muchos problemas, las que eran abiertamente egoístas y lo sabían. ¿Pueden ver ustedes cuán liberador es eso? ¡Vamos, Despierten! Eso es liberador. ¡Es maravilloso! ¿Está usted deprimido? Tal vez lo esté. ¿No es maravilloso darse cuenta que usted no es mejor que nadie en el mundo? ¿No es maravilloso? ¿Está desilusionado? ¡Mire, lo hemos sacado a la luz! ¿Qué le pasa a su vanidad? A usted le gustaría sentir que es mejor que otros. Pero mire cómo hemos sacado a la luz esa falacia.

Extracto del libro:
Despierta (charlas sobre la espiritualidad)
Anthony de Mello

MENTE FLEXIBLE


viernes, 19 de febrero de 2016

TRES TIPOS DE MENTES


TRES TIPOS DE MENTES: RÍGIDA, LÍQUIDA Y FLEXIBLE

«La función del hombre sabio consiste, sobre todo, en deliberar rectamente... Y delibera rectamente, en el sentido más estricto de la palabra, quien apunta en sus cálculos hacia la más altas actividades abiertas del hombre.»
ARISTÓTELES
ÉTICA A NICÓMACO, VI, 7

Las personas tienen formas distintas de relacionarse con la información disponible en sus cerebros. Algunas se apegan a ella y otras son más arriesgadas a la hora de modificarla.

Hay quienes de manera testaruda insisten en que poseen la razón cuando objetivamente no es así, y hay quienes reconocen sus errores y simplemente tratan de sacarle provecho a las situaciones nuevas o desconocidas.

Existen mentes que parecen de piedra: inmóviles,monolíticas, duras, impenetrables y rígidas, donde la experiencia y el conocimiento se han solidificado de manera sustancial e irrevocable con el paso de los años. Estas mentes ya están determinadas definitivamente, ya no aprenden nada distinto a lo que saben porque su procesamiento obra por acumulación y no por selección.

Creen haber visto la luz, cuando en realidad andan a ciegas vagando por una oscuridad cada vez más alejada de la realidad. Un golpe certero las hace trizas o las resquebraja porque no están preparadas para enfrentarse a los dilemas y las contradicciones respecto a su fuero interno. La mente de piedra no se permite dudar y aborrece la autocrítica. Sus fundamentos son inmodificables e indiscutibles.

Por otro lado, y parafraseando al sociólogo Zygmunt Bauman,5 hay mentes que podríamos llamar «líquidas», que no se interesan por nada y se acomodan a las demandas de la vida sin fijar posiciones de ningún tipo. Mentes sin cuerpo propio, informes, incoloras, sin constancia ni sustancia, indolentes y lejanas a cualquier compromiso: cerebros sin memoria. Pero no se trata de la fluidez del sabio que ha comprendido el constante devenir y se deja llevar, sino que es la negación de la propia existencia. Una indolencia esencial en la que las luces se han apagado para dar paso a un relativismo de mala cepa: nada es verdadero o todo da igual. La mente líquida no tiene de qué dudar y desconoce la autocrítica, porque no tiene puntos de referencia ni fundamentos claros.

Y también existen las mentes flexibles, que funcionan como la arcilla. Poseen un material básico a partir del cual se pueden obtener distintas formas: no son insustanciales como las mentes líquidas, pero tampoco están definidas para siempre como las mentes de piedra. Pueden avanzar, modificarse, reinventarse, crecer, actualizarse, revisarse, dudar y escudriñar en sí mismas sin sufrir traumas. Asimilan las contradicciones e intentan resolverlas. No se aferran al pasado ni lo niegan, más bien lo asumen sin perder la capacidad crítica. La mente de arcilla muestra una fortaleza similar a la que el taoísmo atribuye al bambú: es elegante, erguido y fuerte; es hueco por dentro y, además, receptivo y humilde; se inclina con el viento pero no se quiebra. Para los seguidores de Lao-Tse la suavidad y la flexibilidad están íntimamente relacionadas con la vida, mientras que la dureza y la rigidez están asociadas con la muerte.6 La mente de arcilla posee fundamentos y principios que dirigen el comportamiento, pero no son inmutables.

La mente de piedra (rígida) choca con la realidad objetiva una y otra vez; la mente líquida pasa por la vida y no sufre impactos; la mente de arcilla (flexible) abraza la existencia de manera equilibrada. Las personas se pueden ubicar a lo largo de un continuo en el que hallaríamos gente más o menos rígida, flexible o líquida. O en el que veríamos el predominio de un tipo de mente y pequeñas pinceladas de las otras. Más aún, la analogía nos permite la opción de que un tipo de mente se transforme en otro: las piedras pueden derretirse o ablandarse bajo temperaturas extremas, la arcilla puede endurecerse o volverse polvo, y lo líquido puede solidificarse. No obstante, e independientemente de las posibles variaciones, lo que define un tipo específico de mente es el estilo cognitivo o el modo/tendencia relativamente estable de procesar la información de una manera específica. Profundicemos ahora en cada estilo mental.

5. Bauman, Z. (2006). Vida líquida. Barcelona: Paidós.
6. Chuang-Tzu (1993). Pensamiento filosófico. Caracas:
Monte Ávila Editores.

Extracto del libro:
El arte de ser flexible
Walter Riso

APERTURA


jueves, 18 de febrero de 2016

EL ARTE DE SER FLEXIBLE


Buen día, el día de hoy posteando un nuevo  libro del autor Walter Riso "El arte de ser flexible". Saludos.

INTRODUCCIÓN

La flexibilidad mental es mucho más que una habilidad o una competencia: es una virtud que define un estilo de vida y permite a las personas adaptarse mejor a las presiones del medio. Una mente abierta tiene más probabilidades de generar cambios constructivos que redunden en una mejor calidad de vida y en la capacidad de afrontar situaciones difíciles.1 Una mentalidad rígida no sólo es más propensa a sufrir todo tipo de trastornos psicológicos y emocionales, sino que además afectará negativamente al entorno en el que se mueve (por ejemplo, laboral, familiar).2,3,4 ¿Quién no ha sido víctima alguna vez de la estupidez recalcitrante de alguien que por su rigidez mental no es capaz de cambiar de opinión o intenta imponer sus puntos de vista? No hay que ir demasiado lejos: en cada familia, en nuestro lugar de trabajo, en la Universidad, en el colegio, en el barrio o en el edificio donde vives, siempre habrá alguien intolerante y dogmático que trata de sentar cátedra e influir sobre aquello que piensas o haces. Insisto: las mentes cerradas, además de ser un problema para sí mismas, también lo son para la sociedad en la que viven, pues impiden el progreso y permanecen ancladas en un pasado que quieren perpetuar a cualquier precio.

Por el contrario, el pensamiento flexible rompe este molde retrógrado y se abre a las nuevas experiencias de manera optimista. Las mentes flexibles muestran, al menos, las siguientes características: no le temen a la controversia constructiva y son capaces de dudar de sí mismas sin entrar en crisis (aceptan con naturalidad la crítica y el error y evitan caer en posiciones dogmáticas); no necesitan solemnidades y formalismos acartonados para ponderar sus puntos de vista (les gusta la risa y el humor y los ponen en práctica); no se inclinan ante las normas irracionales ni la obediencia debida (son inconformistas por naturaleza y ejercen el derecho a la desobediencia si fuera necesario); se oponen a toda forma de prejuicio y discriminación (tienden a fijar posiciones ecuánimes y justas que respeten a los demás y eviten la exclusión en cualquier sentido); no son superficiales y simplistas en sus análisis y apreciaciones (su manera de pensar es profunda y compleja, sin ser complicada); y rechazan toda forma de autoritarismo o totalitarismo individual o social (defienden el pluralismo y la democracia como modo de vida).

Las personas flexibles no son ni mucho menos perfectas. Simplemente buscan liberarse de los mandatos y los «debería» para acceder a su verdadero ser. ¿Cómo llegar a un funcionamiento óptimo si se nos prohíbe explorar el mundo? ¿Cómo avanzar en el crecimiento interior si pensamos que el pasado nos condena? De ninguna manera estoy defendiendo a los «rebeldes sin causa» y a los alborotadores de oficio, lo que sugiero es que una mente abierta y libre querrá actualizarse de manera continua y sólo podrá hacerlo si levanta las barreras que le imponen los precursores de la dureza mental y la tradición compulsiva. Si pensamos que «todo cambio es sospechoso», molesto o peligroso habremos entrado en el sombrío terreno del oscurantismo.

La fuerza del pensamiento flexible radica en que, a pesar de la resistencia y los obstáculos, podemos inventarnos a nosotros mismos y fluir con los eventos de la vida sin lastimar ni lastimarnos. Su carta de presentación es la creatividad en aumento. La flexibilidad mental nada tiene que ver con la razón petrificada que se determina a sí misma, sino con aquella razón «que siendo razonable» se refrenda en la buena vida. No es una veleta sometida a los embates del viento que se mueve sin dirección fija, sino una embarcación con motor propio que nos permite cambiar de ruta cuando la tormenta acecha o cuando nos hemos equivocado de rumbo. 

Como podrá verse a lo largo del texto, la rigidez psicológica nos enferma, genera sufrimiento (estrés, depresión, ansiedad, hostilidad) y promueve una violencia individual y social significativa. Por eso, es incomprensible que muchas culturas avalen y promuevan el dogmatismo y el fundamentalismo en cualquiera de sus manifestaciones como un baluarte a seguir. Si decides aferrarte a tus dogmas de manera ilógica, tendrás una vida empobrecida y dolorosa.

Por el contrario, la mente flexible fortalece el yo, actúa como un factor de protección contra las enfermedades psicológicas, genera más bienestar y mejores relaciones interpersonales y nos acerca a una vida más tranquila y feliz.

Si decides ser flexible, te quitarás un enorme peso de encima al ver que nada está predeterminado y que puedes ser el último juez de tu propia conducta.

La vida siempre está en un eterno devenir, un movimiento permanente que nunca se detiene. Frente a ella, tienes dos opciones: estancarte o subirte a la ola que recorre el universo. Reconozco que algunas personas prefieren la comodidad y el regazo de lo conocido (aunque sea malo) a la incertidumbre de lo desconocido o lo nuevo. Sin embargo, una existencia sin riesgos, anclada en la rutina y lo predecible, es una manera de aquietar el cosmos, un reduccionismo existencial cuya premisa es arriesgar poco y vivir menos. La triste quietud de la resignación que niega cualquier posibilidad de cambio.

Entonces tú decides: rigidez mental (por lo tanto: estrés, angustia, amargura e inmovilidad) o flexibilidad mental (por lo tanto: alegría, tranquilidad y desarrollo del potencial humano).

El presente libro consta de siete capítulos, dos apéndices y unos comentarios finales. En el primer capítulo planteo la esencia del problema y hago una comparación entre las mentes rígidas, las mentes líquidas y las mentes flexibles. En los seis capítulos siguientes confronto las características más sobresalientes de una mente flexible con las que presentan las mentes rígidas, hasta conformar el conjunto que define un pensamiento flexible: dogmatismo versus pensamiento crítico, solemnidad versus pensamiento lúdico, normatividad versus pensamiento inconformista, prejuicios versus pensamiento imparcial, simplicidad versus pensamiento complejo, y autoritarismo versus pensamiento pluralista. En cada apartado señalo el búnker defensivo en el cual se escuda la mente rígida y explico cómo derrumbarlo.

Finalmente, en los comentarios finales resumo las zonas por las cuales transita y se siente cómoda una mente flexible. El «apéndice A» y el «apéndice B» muestran los perfiles de la rigidez y la flexibilidad mental respectivamente desde el punto de vista cognitivo.

He buscado los datos psicológicos más recientes sobre el tema y los he cruzado con eventos de la vida diaria, casos clínicos y aportaciones de la filosofía. Espero que el resultado sea ameno y útil para los lectores. También guardo la esperanza de que después de la lectura quien lo desee pueda abrir un espacio de reflexión sobre su propia resistencia al cambio.

1. Metzl, E. S. (2009). «The role of creative thinking in 
resilience after hurricane Katrine.» Psychology of 
Aesthetica, Creativity and the Arts, 3, 112-123.
2. Lapierre S.; Dubé, M.; Bouffard, L. y Alain, M. (2007). 
«Addressing suicidal ideations through the realization 
of meaningful personal goals.» (2007). Crisis, 28, 16-25.
3. Rothermund, K.; Voss, A. y Wentura, D. (2008). «Counterregulation 
in affective attentional biases: A basic 
mechanism that warrants flexibility in emotion and 
motivation.» Emotion, 8, 34-46. 
4. Ahn, A. J.; Kim, B. S. K. y Park, Y. S. (2009). «Asian 
cultural values gap, cognitive flexibility, coping 
strategies and parental-child conflicts among Korean 
Americans.» Asian American Journal of Psychology, 1, 
29-44.

Extracto del libro:
El arte de ser flexible
Walter Riso