martes, 31 de diciembre de 2019

THE AWAKENING





THE AWAKENING

SÓLO CON DARNOS LA VUELTA






SÓLO CON DARNOS LA VUELTA


3.¿QUIÉN ERES? ¿QUÉ TAL ESTÁS?








Si miramos con tranquilidad esta pregunta, seguramente nos va a parecer una indiscreción. También es cierto que la gente sale del paso por peteneras, con frases hechas y evasivas hasta el abstracto ¡velai! castellano pasando por ¡ya ves! ¡tirando!, ¡se hace lo que se puede!...demostrando que no quiere saber nada. Es un ritual cívico amistoso y de ascensor. A los conocidos “se les da la mano”.





En Daidoji señalamos otra cosa con esta pregunta y es el nivel de consciencia impersonal (que en el sentido egótico es completamente personal, sobre todo en el caso más afectuoso e interesado que son los allegados, amigos y familiares). El nivel de consciencia impersonal es el nivel de consciencia natural, del entorno natural, la percepción por los sentidos sin pensamiento. Se trata de un ejercicio de presentización, del Aquí-ahora sentido por los sentido











Bibliografía: 


La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde


Fotografía tomada de internet


3.¿QUIÉN ERES? ¿QUÉ TAL ESTÁS?


Si miramos con tranquilidad esta pregunta, seguramente nos va a parecer una indiscreción. También es cierto que la gente sale del paso por peteneras, con frases hechas y evasivas hasta el abstracto ¡velai! castellano pasando por ¡ya ves! ¡tirando!, ¡se hace lo que se puede!...demostrando que no quiere saber nada. Es un ritual cívico amistoso y de ascensor. A los conocidos “se les da la mano”.

En Daidoji señalamos otra cosa con esta pregunta y es el nivel de consciencia impersonal (que en el sentido egótico es completamente personal, sobre todo en el caso más afectuoso e interesado que son los allegados, amigos y familiares). El nivel de consciencia impersonal es el nivel de consciencia natural, del entorno natural, la percepción por los sentidos sin pensamiento. Se trata de un ejercicio de presentización, del Aquí-ahora sentido por los sentido



Bibliografía: 
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet

LA MISMA CANTIDAD DE ESFUERZO








El único tiempo que existe es el ahora. Nuestra forma de relacionarnos con él crea el futuro. En otras palabras: para ser más alegres en el futuro debemos aspirar y esforzarnos por estar alegres en el presente. Lo que hacemos se acumula; el futuro es el resultado de lo que hacemos ahora mismo.






Si nos metemos en un lío, no hemos de sentirnos culpables. Más bien, podemos reflexionar sobre el hecho de que nuestra forma de relacionarnos con ese lío sembrará las semillas de nuestra forma de relacionarnos con lo que ocurra a continuación. Podemos hacernos desgraciados o podemos hacernos fuertes, la cantidad de esfuerzo es la misma. Ahora mismo estamos creando nuestro estado mental de mañana, por no hablar de esta tarde, de la próxima semana, del próximo año y de todos los años de nuestra vida.





A veces nos encontramos con alguien que parece sentir un gran bienestar y nos preguntamos cómo lo logra esa persona. Nos gustaría sentirnos así. Ese bienestar a menudo es el resultado de haber sido lo suficientemente valiente para estar plenamente vivo y despierto en cada momento de su vida, incluyendo los momentos tristes, los tiempos oscuros, todas las ocasiones en que las nubes cubrían el cielo. Gracias a nuestro buen ánimo podemos estar dispuestos a relacionarnos directamente con lo que está ocurriendo con precisión y delicadeza. Esto es lo que crea el buen ánimo fundamental, la relajación fundamental.






Extracto del libro:


Cuando Todo Se Derrumba


Pema Chödron


Fotografía de Internet


LA MISMA CANTIDAD DE ESFUERZO


El único tiempo que existe es el ahora. Nuestra forma de relacionarnos con él crea el futuro. En otras palabras: para ser más alegres en el futuro debemos aspirar y esforzarnos por estar alegres en el presente. Lo que hacemos se acumula; el futuro es el resultado de lo que hacemos ahora mismo.

Si nos metemos en un lío, no hemos de sentirnos culpables. Más bien, podemos reflexionar sobre el hecho de que nuestra forma de relacionarnos con ese lío sembrará las semillas de nuestra forma de relacionarnos con lo que ocurra a continuación. Podemos hacernos desgraciados o podemos hacernos fuertes, la cantidad de esfuerzo es la misma. Ahora mismo estamos creando nuestro estado mental de mañana, por no hablar de esta tarde, de la próxima semana, del próximo año y de todos los años de nuestra vida.

A veces nos encontramos con alguien que parece sentir un gran bienestar y nos preguntamos cómo lo logra esa persona. Nos gustaría sentirnos así. Ese bienestar a menudo es el resultado de haber sido lo suficientemente valiente para estar plenamente vivo y despierto en cada momento de su vida, incluyendo los momentos tristes, los tiempos oscuros, todas las ocasiones en que las nubes cubrían el cielo. Gracias a nuestro buen ánimo podemos estar dispuestos a relacionarnos directamente con lo que está ocurriendo con precisión y delicadeza. Esto es lo que crea el buen ánimo fundamental, la relajación fundamental.

Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron
Fotografía de Internet

lunes, 30 de diciembre de 2019

SIÉNTESE EN SILENCIO Y ESCUCHE






SIÉNTESE EN SILENCIO Y ESCUCHE


LLAMAR








Un hombre se había enamorado locamente de una mujer, pero su unión era imposible. Se lamentaba noche y día, sin comer ni dormir. El amor lo había transformado en un vagabundo. Y sus tormentos eran interminables.





¿Por qué se presenta el amor al principio como un verdadero asesino? Es para que se pueda distinguir a los que no son realmente enamorados.





Cada vez que nuestro hombre intentaba enviar un mensaje a su amada, el portador del mensaje, dominado por los celos, omitía entregarlo a su destinataria. Había intentado también atar una carta al cuello de una paloma, pero el calor de sus palabras había quemado las alas del ave.





Esta situación duró siete años. Soñaba sin cesar con el instante de su unión. El profeta dijo: "¡Si llamas, se te abrirá!" Y nuestro enamorado llamaba a la puerta con todo su corazón.





Una noche, cuando había entrado en el jardín y se ocultaba para no ser descubierto por el guarda, encontró a su amada. Se puso entonces a rogar a Dios que colmase de favores a ese guarda que le había ayudado a encontrar a su amada.





Cuando las piernas se han roto, Dios nos ofrece alas. Puede, incluso, abrir una puerta en el fondo de un pozo. Si miras con Dios una cosa desagradable, esa cosa se convertirá en un favor para ti.








150 Cuentos sufíes


Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī


Fotografía tomada de internet


LLAMAR


Un hombre se había enamorado locamente de una mujer, pero su unión era imposible. Se lamentaba noche y día, sin comer ni dormir. El amor lo había transformado en un vagabundo. Y sus tormentos eran interminables.

¿Por qué se presenta el amor al principio como un verdadero asesino? Es para que se pueda distinguir a los que no son realmente enamorados.

Cada vez que nuestro hombre intentaba enviar un mensaje a su amada, el portador del mensaje, dominado por los celos, omitía entregarlo a su destinataria. Había intentado también atar una carta al cuello de una paloma, pero el calor de sus palabras había quemado las alas del ave.

Esta situación duró siete años. Soñaba sin cesar con el instante de su unión. El profeta dijo: "¡Si llamas, se te abrirá!" Y nuestro enamorado llamaba a la puerta con todo su corazón.

Una noche, cuando había entrado en el jardín y se ocultaba para no ser descubierto por el guarda, encontró a su amada. Se puso entonces a rogar a Dios que colmase de favores a ese guarda que le había ayudado a encontrar a su amada.

Cuando las piernas se han roto, Dios nos ofrece alas. Puede, incluso, abrir una puerta en el fondo de un pozo. Si miras con Dios una cosa desagradable, esa cosa se convertirá en un favor para ti.


150 Cuentos sufíes
Maulana Jalāl al-Dīn Rūmī
Fotografía tomada de internet

2.SHINDO. EL TORII O LA PUERTA DEL ESPÍRITU.








El arco rojo de la contraportada es el Torii tradicional japonés y nuestra Sanga con vestimenta de verano.





El Torii señala la proximidad de un Templo. Es “una puerta al campo” que ni abre ni cierra nada. Una puerta sin puerta. Representa que la vida está separada de la muerte por una sutil línea, que se pasa de la una a la otra sin verlo.





Vivimos y morimos a la vez.





El Torii suele tener dos perros dragones o dos leones. Uno, con la boca abierta y al otro lado, otro con la boca cerrada.








Bibliografía: 


La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde


Fotografía tomada de internet


2.SHINDO. EL TORII O LA PUERTA DEL ESPÍRITU.


El arco rojo de la contraportada es el Torii tradicional japonés y nuestra Sanga con vestimenta de verano.

El Torii señala la proximidad de un Templo. Es “una puerta al campo” que ni abre ni cierra nada. Una puerta sin puerta. Representa que la vida está separada de la muerte por una sutil línea, que se pasa de la una a la otra sin verlo.

Vivimos y morimos a la vez.

El Torii suele tener dos perros dragones o dos leones. Uno, con la boca abierta y al otro lado, otro con la boca cerrada.


Bibliografía: 
La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde
Fotografía tomada de internet

domingo, 29 de diciembre de 2019

MONEY





MONEY

LA REALIDAD ES HERMOSA





LA REALIDAD ES HERMOSA

UNA HERRAMIENTA DE DOBLE MANGO








CAPITULO 8


UNA HERRAMIENTA DE DOBLE MANGO





Ahora que son cada vez más las personas de todo el mundo que exploran la posibilidad de que ellas mismas tengan el poder de crear deliberadamente cualquier cosa que deseen, creo que nos resultará muy útil hacer aquí una pausa para estudiar...






  1. Por qué funciona la Creación Personal.

  2. Para qué podemos utilizarla, además de para conseguir más dinero, una casa más grande o más joyas relucientes.

  3. Cómo se concilia la Creación Personal con todo el dolor y el sufrimiento del mundo, y cómo puede ser eficaz para aliviar ese dolor.







Aquí estamos hablando de poder, amigos míos. Aquí estamos hablando de cantidades enormes de poder. Pero se ha dicho y se ha escrito tanto acerca de este poder, que cuando empecé a pensar en escribir este libro me pregunté a mí mismo si sería verdaderamente necesario, si sería verdaderamente útil.





Entonces, cuando me disponía a abandonar el proyecto, vi por casualidad, en un sitio de Internet dedicado a los libros, la crítica que hacía un lector del modo en que algunos enseñan. Este lector concreto decía, entre otras cosas:





Hace ya muchos años que me intereso por el poder de la mente (...)


pero me molesta mucho el punto de vista del «hacerse ricos» (...) lo de


que lo único que tenemos que hacer es enfocamos en tener un coche


nuevo, dinero y mansiones, y entonces se hará realidad. He aprendido


algunas de las mayores lecciones de gratitud a base de darme cuenta de


que ya tengo bastante.





Creo que debemos utilizar nuestros pensamientos positivos para encontrar un sentido en la existencia que ya tenemos y para enriquecer nuestras vidas espirituales. No cabe duda de que los pensamientos positivos y el creerte digno de tener amor y abundancia te abrirá a recibir más de lo mismo; pero no se trata de ningún hechizo mágico, ni es ningún secreto (...).





El pensamiento positivo te puede ayudar a visualizar el éxito y te puede abrir a nuevas oportunidades, pero no te va a pagar las facturas por arte de magia.





La parte más molesta del mensaje, con diferencia, es la indicación de que las personas que sufren dolor en sus vidas se lo están atrayendo de alguna manera con sus pensamientos. Las víctimas de las violaciones en la región de Darfur no se lo buscaron. Los niños que sufren abusos no se lo buscaron. Los africanos que mueren de hambre no se lo buscaron.





Dar a entender que todo esto está causado por «el pensamiento incorrecto» es repugnante. (...)





Me quedé asombrado al encontrarme con estas palabras cuando me disponía a abandonar el proyecto de escribir este libro por parecerme mala idea.





Fue como si el universo me estuviera gritando: ¡No dejes el libro! Supe entonces que, si dejaba el proyecto, quedarían demasiadas cosas sujetas a malentendidos, e interpretaciones erróneas y a conceptos equivocados sobre el aspecto más importante y maravilloso de la vida humana.





Hay quien dice que la manera en que se está enseñando actualmente la Creación Personal equivale a sacar un don maravilloso del arca sagrada de un tesoro y ponerla en un escaparate. Dicen que la venta de la «atracción» y de la «manifestación» como medio para el enriquecimiento personal y para la satisfacción de los deseos personales podría llevar a la gente, verdaderamente, a un lugar de abundancia material, pero dejándolos en la pobreza espiritual.





Aunque yo sé que la mayoría de los maestros contemporáneos de la teoría de la creación proceden de una base muy espiritual, creo que todos debemos atender a esta crítica sin limitarnos a descontarla como no válida.





Creo que debemos dar más sustancia a nuestras comunicaciones sobre el Proceso de la Creación Personal, para que los que lo conozcan puedan pasar a una consciencia más plena, rica y profunda de dicho proceso.





He aquí alguna sustancia que a mí me gustaría añadir: la Creación Personal y la Energía de Atracción (que constituye una parte tan integral de la misma) es fruto del Amor Divino.





La Creación Personal es una cuestión del poder de la vida fuera producir más vida. Es una cuestión de poder, pura y simplemente. Del poder de cambiar tu vida.





La «atracción» es un don de una deidad benévola y compasiva. Es una herramienta de doble mango, con un mango en las manos de Dios y otro en las nuestras.





Ahora mismo tienes en tus manos esa herramienta. Lo que pienses de estas palabras, aquí mismo, ahora mismo, las potenciará o las despotenciará, y te potenciará o despotenciará a ti mismo.





Tus pensamientos acerca de este mismísimo párrafo crearán tu vivencia del mismo. Si piensas que todo esto no son más que tonterías, entonces lo serán en tu realidad. Si piensas que esto es verdad, entonces lo será en tu realidad. Así de sencillo.





Tus ideas acerca del resto de este libro y de la Energía de Atracción no serán distintas. Este principio forma parte del Proceso de la Creación Personal, un poder que está esperando que lo empuñen, que está esperando que lo ejerzan, de manera consciente más que inconsciente (que es como lo está aplicando ahora la mayor parte de la humanidad). Como todas las herramientas, su eficacia es máxima cuando se emplea para el propósito para el que fue concebida.





No quiero que se te pasen por alto las consecuencias inmensas de lo que acabo de decir.





Acabo de decir que la «atracción» es una herramienta; que esta herramienta fue creada por Dios, y que esta herramienta nos ha sido entregada a nosotros para que la utilicemos con Dios.





He dicho también que su eficacia es máxima cuando se emplea para el propósito para el que fue concebida. (Y vemos aquí otro motivo por el que algunas personas que han utilizado la Creación Personal la han considerado ineficaz, decepcionante y descorazonadora. Es que no están empleando la «atracción» para el propósito para el que fue concebida.)





¿Y cuál es ese propósito, exactamente? 





Es el de crear una vida feliz, pacífica, para todos aquellos a cuya vida afectas, y, en segundo lugar, para ti.





Haz el favor de fijarte bien en las palabras «en segundo lugar». Cambiarán todo lo que creías haber entendido acerca del Proceso de la Creación Personal y de la «fórmula misteriosa» que se encierra detrás del Cómo Funciona la Vida.











Del libro:


Dios es felicidad


Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria


Neale Donald Walsh


Foto tomada de internet


SOBRE LA LEY DE LA ATRACCIÓN






UNA HERRAMIENTA DE DOBLE MANGO


CAPITULO 8
UNA HERRAMIENTA DE DOBLE MANGO

Ahora que son cada vez más las personas de todo el mundo que exploran la posibilidad de que ellas mismas tengan el poder de crear deliberadamente cualquier cosa que deseen, creo que nos resultará muy útil hacer aquí una pausa para estudiar...

  1. Por qué funciona la Creación Personal.
  2. Para qué podemos utilizarla, además de para conseguir más dinero, una casa más grande o más joyas relucientes.
  3. Cómo se concilia la Creación Personal con todo el dolor y el sufrimiento del mundo, y cómo puede ser eficaz para aliviar ese dolor.

Aquí estamos hablando de poder, amigos míos. Aquí estamos hablando de cantidades enormes de poder. Pero se ha dicho y se ha escrito tanto acerca de este poder, que cuando empecé a pensar en escribir este libro me pregunté a mí mismo si sería verdaderamente necesario, si sería verdaderamente útil.

Entonces, cuando me disponía a abandonar el proyecto, vi por casualidad, en un sitio de Internet dedicado a los libros, la crítica que hacía un lector del modo en que algunos enseñan. Este lector concreto decía, entre otras cosas:

Hace ya muchos años que me intereso por el poder de la mente (...)
pero me molesta mucho el punto de vista del «hacerse ricos» (...) lo de
que lo único que tenemos que hacer es enfocamos en tener un coche
nuevo, dinero y mansiones, y entonces se hará realidad. He aprendido
algunas de las mayores lecciones de gratitud a base de darme cuenta de
que ya tengo bastante.

Creo que debemos utilizar nuestros pensamientos positivos para encontrar un sentido en la existencia que ya tenemos y para enriquecer nuestras vidas espirituales. No cabe duda de que los pensamientos positivos y el creerte digno de tener amor y abundancia te abrirá a recibir más de lo mismo; pero no se trata de ningún hechizo mágico, ni es ningún secreto (...).

El pensamiento positivo te puede ayudar a visualizar el éxito y te puede abrir a nuevas oportunidades, pero no te va a pagar las facturas por arte de magia.

La parte más molesta del mensaje, con diferencia, es la indicación de que las personas que sufren dolor en sus vidas se lo están atrayendo de alguna manera con sus pensamientos. Las víctimas de las violaciones en la región de Darfur no se lo buscaron. Los niños que sufren abusos no se lo buscaron. Los africanos que mueren de hambre no se lo buscaron.

Dar a entender que todo esto está causado por «el pensamiento incorrecto» es repugnante. (...)

Me quedé asombrado al encontrarme con estas palabras cuando me disponía a abandonar el proyecto de escribir este libro por parecerme mala idea.

Fue como si el universo me estuviera gritando: ¡No dejes el libro! Supe entonces que, si dejaba el proyecto, quedarían demasiadas cosas sujetas a malentendidos, e interpretaciones erróneas y a conceptos equivocados sobre el aspecto más importante y maravilloso de la vida humana.

Hay quien dice que la manera en que se está enseñando actualmente la Creación Personal equivale a sacar un don maravilloso del arca sagrada de un tesoro y ponerla en un escaparate. Dicen que la venta de la «atracción» y de la «manifestación» como medio para el enriquecimiento personal y para la satisfacción de los deseos personales podría llevar a la gente, verdaderamente, a un lugar de abundancia material, pero dejándolos en la pobreza espiritual.

Aunque yo sé que la mayoría de los maestros contemporáneos de la teoría de la creación proceden de una base muy espiritual, creo que todos debemos atender a esta crítica sin limitarnos a descontarla como no válida.

Creo que debemos dar más sustancia a nuestras comunicaciones sobre el Proceso de la Creación Personal, para que los que lo conozcan puedan pasar a una consciencia más plena, rica y profunda de dicho proceso.

He aquí alguna sustancia que a mí me gustaría añadir: la Creación Personal y la Energía de Atracción (que constituye una parte tan integral de la misma) es fruto del Amor Divino.

La Creación Personal es una cuestión del poder de la vida fuera producir más vida. Es una cuestión de poder, pura y simplemente. Del poder de cambiar tu vida.

La «atracción» es un don de una deidad benévola y compasiva. Es una herramienta de doble mango, con un mango en las manos de Dios y otro en las nuestras.

Ahora mismo tienes en tus manos esa herramienta. Lo que pienses de estas palabras, aquí mismo, ahora mismo, las potenciará o las despotenciará, y te potenciará o despotenciará a ti mismo.

Tus pensamientos acerca de este mismísimo párrafo crearán tu vivencia del mismo. Si piensas que todo esto no son más que tonterías, entonces lo serán en tu realidad. Si piensas que esto es verdad, entonces lo será en tu realidad. Así de sencillo.

Tus ideas acerca del resto de este libro y de la Energía de Atracción no serán distintas. Este principio forma parte del Proceso de la Creación Personal, un poder que está esperando que lo empuñen, que está esperando que lo ejerzan, de manera consciente más que inconsciente (que es como lo está aplicando ahora la mayor parte de la humanidad). Como todas las herramientas, su eficacia es máxima cuando se emplea para el propósito para el que fue concebida.

No quiero que se te pasen por alto las consecuencias inmensas de lo que acabo de decir.

Acabo de decir que la «atracción» es una herramienta; que esta herramienta fue creada por Dios, y que esta herramienta nos ha sido entregada a nosotros para que la utilicemos con Dios.

He dicho también que su eficacia es máxima cuando se emplea para el propósito para el que fue concebida. (Y vemos aquí otro motivo por el que algunas personas que han utilizado la Creación Personal la han considerado ineficaz, decepcionante y descorazonadora. Es que no están empleando la «atracción» para el propósito para el que fue concebida.)

¿Y cuál es ese propósito, exactamente? 

Es el de crear una vida feliz, pacífica, para todos aquellos a cuya vida afectas, y, en segundo lugar, para ti.

Haz el favor de fijarte bien en las palabras «en segundo lugar». Cambiarán todo lo que creías haber entendido acerca del Proceso de la Creación Personal y de la «fórmula misteriosa» que se encierra detrás del Cómo Funciona la Vida.



Del libro:
Dios es felicidad
Convierte tu vida en una experiencia extraordinaria
Neale Donald Walsh
Foto tomada de internet

SOBRE LA LEY DE LA ATRACCIÓN


sábado, 28 de diciembre de 2019

LA NATURALEZA DEL HOMBRE ES DICHA






LA NATURALEZA DEL HOMBRE ES DICHA


LO PRIVADO TAMBIÉN ES POLÍTICA






LO PRIVADO TAMBIÉN ES POLÍTICA


¿AMAR CON RESERVAS?






¿AMAR CON RESERVAS?


LOS LÍMITES DEL AMOR SALUDABLE








"Haría cualquier cosa por ti, si me lo pidieras". ¿Quién no ha dicho esta frase alguna vez en su vida, bajo el efecto hipnótico del enamoramiento? ¿Y cuántos no se han arrepentido luego? Amor sin límites, sin condicionamientos, libre de pecado y más allá del bien y del mal. Existir para el otro, vivir para el amor, consagrarse a él y realizarse por medio suyo, junto a la persona amada. Y si eres mujer, la cosa es peor: "Estás hecha para amar", afirmaban sin pudor pensadores de la talla de Rousseau y Balzac.





Amar hasta reventar, hasta agotar reservas, hasta "morir de amor", como cantaba Charles Aznavour. Romanticismo a ultranza, descarado, febril, ilimitado, que todo lo justifica, hecho para valientes, para quienes están dispuestos a entregarse hasta la médula y sin recato, no importan las consecuencias. La consigna del amor irracional es terminante: si no hay abdicación del yo, si la subordinación al amor no es radical, entonces ese amor no es verdadero.





Sacrificio y amor van de la mano, dice la sabiduría popular, porque así fue concebido por la civilización desde los comienzos. ¿Que ya está pasado de moda, que el postmodernismo ha erradicado totalmente tal concepción? Lo dudo. Pienso que la exigencia de un amor irrevocable y sometido al otro sigue tan vigente como antes, aunque más solapado y maquillado por las reivindicaciones y conquistas sociales, sobre todo las feministas. Estoy de acuerdo con el sociólogo Gules Lipovetsky cuando afirma que aunque se ha intentado desmontar el culto femenino al amor, la tan anhelada revolución afectiva aún está en pañales. Las mitologías del amor, como veremos más adelante, además de ser altamente nocivas para la salud mental, todavía están presentes en el imaginario de infinidad de mujeres. 





En general, la mayoría de la gente que me consulta lo hace porque tiene un problema relacionado con un amor mal manejado, por un sentimiento que nos envuelve y nos controla. Y de estas consultas psicológicas, el ochenta y cinco por ciento son de mujeres. Obviamente no se trata de vivir sin amor y negar el hecho de que en algunas relaciones, tal como decía Roland Barthes en su libro Fragmentos para un discurso amoroso, arder es mejor que durar. Nadie desdeña la experiencia amorosa en sí misma, sino las terribles secuelas de su idealización sin fronteras. Los mitos, en psicología cognitiva, son ideales inalcanzables, salidos de toda posibilidad y anclados en un deber ser definitivamente contraproducente y sin sentido. 





No se trata de destruir el amor, sino de reubicarlo, ponerlo en su sitio, acomodarlo a una vida digna, más pragmática e inteligente. Un amor justo y placentero que no implique la autodestrucción de la propia esencia, ni que excluya de raíz nuestros proyectos de vida. El amor no lo justifica todo, no es Dios, aunque hayamos establecido esa correlación a través de los tiempos. 





¿Por qué no lo deja, señora? ¿Por qué no se salva y escapa a la indiferencia y el maltrato psicológico que la están destruyendo? ¿Por qué sigue ahí, si sabe que él la engaña con otra mujer? La respuesta es patética: "No puedo, lo amo". 





Si el amor, en cualquiera de sus formas, se nos presenta como la máxima aspiración de vida, no podremos vivir sin él y haremos cualquier cosa para obtenerlo y retenerlo, independiente de los traumas que pueda ocasionar. 




Amor en cantidades apabullantes, desmedido, ahogarnos en él hasta perder el sentido de la proporción y de la propia vida. ¿Acaso no se trata de eso? ¿Acaso el amor no es lo más sustancial?, gritan a los cuatro vientos los enamorados del amor. Pues no: el culto al sacrificio sentimental ilimitado es una epidemia que aniquila vidas y al cual nos sometemos inexplicable y embelesadamente como ovejas al matadero. La siguiente frase de Francis Bacon resume esa sensación cuasimística que embarga a los que han sufrido el flechazo: La naturaleza del amor implica ser rehén del destino. 





Una de mis pacientes decidió hacer una huelga de hambre porque su marido no la dejaba tener amigas ni salir con ellas. No apareció en los periódicos y ni siquiera trascendió al barrio, sólo tuvo repercusión en la familia y en la curia. 





Intervinieron para hacerla cambiar de opinión los suegros, una prima que sabe mucho de astrología, el cura, el médico de cabecera y, sobre todo, su mamá, la más indignada por la actitud poco responsable de su hija. Por mi parte, me limité a cumplir el papel de intermediario y vocero de sus reivindicaciones. El marido, cuando se dio cuenta de que la cosa iba en serio, no tuvo más remedio que acceder a los pedidos de su mujer. 





¿Qué defendía mi paciente? El derecho a la libre asociación. Cuando en una ocasión le pregunté si no era mejor hablar con él en vez de armar semejante ajetreo, me contestó: "Nunca me escucha, ni me toma en serio..." 





Incluso pensó que era una pataleta mía y que rápidamente se me iba a pasar... En realidad, yo lo quiero mucho, pero "esta vez me cansé...".Volví a preguntarle: ¿Y no le parece poco alentador tener que hacer una huelga de hambre para que él acepte que usted es una persona libre y autónoma? Su respuesta no se hizo esperar: Puede que usted tenga razón, pero todo este lío produjo en mí un cambio interesante... Las relaciones de poder, como usted las llama, se equilibraron, las próximas discusiones no van a ser iguales... La esclava se rebeló y mostró las debilidades del amo. Si no lo quisiera, ya lo hubiera mandado a la porra, pero así somos las mujeres, nos gusta perdonar. Le estoy dando una nueva oportunidad a la relación. Hay una historia y no todo es malo... No sé, prefiero ver qué pasa. Pero le voy a confesar algo: si la relación no mejora, me di cuenta de que soy capaz de terminar con él sin una pizca de remordimiento. Él lo leyó en mis ojos cuando me pidió que hiciéramos las paces y le contesté que lo amaba, pero que el sentimiento no era suficiente para tener una vida decorosa. Independientemente de que estemos o no de acuerdo con el método que utilizó mi paciente o incluso si discrepamos con la idea de mantener un tipo de relación así (v.g. Si" necesitas hacer una huelga de hambre para vivir dignamente con tu pareja, es mejor separarte de una vez"), debo confesar que algunas reminiscencias de los años sesenta y setenta produjeron en mí una fuerte simpatía por la causa de la mujer. Una actitud de choque como ésta trae sus ventajas: el poderoso se baja del pedestal, se reafirma el yo, se pierde el miedo a la autoridad (después de decir no a los suegros, la madre, el cura, los hijos y el médico, la fortaleza crece como espuma), se bloquea el abuso del poder y se crean lazos más democráticos. Además, permite reevaluar los sentimientos y ayuda a poner un límite a la relación. Cuando alguien agobiado por la presión del otro y "limitado en sus libertades básicas dice sinceramente: Me cansé, hay que prepararse, porque ha empezado la" transformación, un nuevo ser está en marcha. 





Aunque en la actualidad, tal como afirmé antes, los valores de realización personal e independencia han comenzado a instalarse en la mente femenina, el paradigma de la renuncia de sí o el ser para el otro, como afirmaba Simone de Beauvoir en el segundo sexo, siguen ejerciendo un peso considerable en la manera de pensar de millones "de mujeres en todo el mundo. La idea de que ellas son el pilar de la familia y que, por tanto, deben estar dispuestas a hacer cualquier tipo de sacrificio para defender la unidad y felicidad del grupo familiar es similar a la del soldado que muere por una causa o el hombre que lo hace por el honor. Valores que son antivalores: el deber de la despersonalización que se sustenta en la sacralización de un amor desmedido. No importa que debas sacrificar estudios, profesión, vida social y hasta las ganas de vivir: si te deprimes en nombre del amor, esa depresión será santificada. 





Según esta filosofía amorosa insensata, es apenas natural que los condicionamientos sociales pongan a tambalear cualquier tipo de autonomía. Una de mis pacientes, una abogada prestigiosa que llevaba casada doce años, me aseguraba que sólo podía sentirse realizada cuando su "esposo estaba alegre y contento: Si él está bien, yo estoy bien, es así de sencillo. 





Sólo quiero verlo feliz. Cuando le" pregunté por sus necesidades, me respondió:"Verlo bien...". Cuando insistí sobre qué cosa la hacía feliz a ella independiente de él, me respondió:"Hacerlo feliz. No quiero otra cosa". La repetición mecanizada de la adicción, perseverar en un amor que se recrea a sí mismo en el otro. 




Recuerdo una canción de Bryan Adams, "Todo lo que hago lo hago por ti", que dice en una sus estrofas: 





Tómame como soy, toma mi vida.


Daría todo lo que pudiera sacrificar.


No me digas que no vale la pena.


No lo puedo evitar, no hay nada que quiera más.


Sabes que es así.


Todo lo que hago, lo hago por ti. 





En una relación convencional, bajo el amparo de la tradición sentimentalista y el espíritu de sacrificio, los intereses personales caducan y vivir para el otro se convierte en mandato. Amor heroico, inmolación de la propia identidad, que las abuelitas en su sabiduría llamaban la cruz del matrimonio. En los amores enfermizos, cuya norma es la dependencia y la entrega oficial sin miramientos, el desinterés por uno mismo se convierte en imperativo. Toda forma de independencia es sospechosa de egoísmo, mientras el desprendimiento y el altruismo relamido son considerados un acercamiento al cielo y un pasaporte a la salvación. No sólo hay que vivir para el prójimo, sino también, legal y moralmente, para la persona que supuestamente amamos, sin excepciones. 





Dicho de otra forma: la propuesta afectiva implícita que aún persiste en la mayoría de las culturas amantes del amor desesperado, inclusive en muchas de las llamadas culturas liberadas o liberales, sigue siendo la misma que ha caracterizado la historia del amor desde sus comienzos: Amar es dejar de ser uno mismo. No se trata de vincularse en libertad, sino de desaparecer en el ser amado. Pura absorción.





Si suponemos que el amor de pareja no tiene límites, si hacemos de la abnegación una forma de vida, es apenas natural que no sepamos cómo reaccionar ante cualquier situación afectiva que nos hiera o degrade. Una vez pasamos el límite de los principios, devolverse no es tan fácil porque ya estamos enredados en la maraña de sentimientos que hemos fabricado y en los deberes que hemos asumido. ¿Qué se supone que deberíamos hacer cuando la persona que amamos viola nuestros derechos? Si el costo de amar a nuestra pareja es renunciar a los proyectos de vida en los cuales estamos implicados, ¿habrá que seguir amando? Y si no podemos dejar de amar, ¿habrá que seguir alimentado el vínculo? Se me dirá que cualquier relación de pareja requiere de aceptación y que la convivencia afectiva implica renunciar a ciertas cosas. Vale. Es apenas obvio que para estar en pareja hay que negociar muchas cosas, sin embargo, el problema surge cuando la supuesta negociación excede los límites de lo razonable, es decir, cuando afecta directamente la valía personal o cuando los "pactos de convivencia" fomentan la destrucción de alguno de los miembros. El ágape (compasión) también tiene sus contraindicaciones. Ante un bebé o una persona gravemente incapacitada es natural no esperar nada a cambio. Nadie niega que haya momentos en los que el yo pase a un segundo plano, pero si esta ayuda se lleva a cabo de una manera compulsiva, maternal o paternalista, habremos entrado al terrible mundo de la codependencia. 





Acoplarse a las exigencias razonables de cualquier relación afectiva, acercarse al otro sin perder la propia esencia, amar sin dejar de quererse a sí mismo, requiere de una revolución personal, de cierta dosis de subversión amorosa que permita cambiar el paradigma tradicional del culto al sacrificio irracional por un nuevo esquema en el que el auto-respeto ocupe el papel central. ¿Amar con reservas? Sí, con la firme convicción de que amarte no implica negociar mis principios. 





Donde hay juegos de poder o relaciones de dominancia se necesita la política. Platón definía la política como el arte de vivir en sociedad. El amor de pareja es una comunidad de dos, donde nos asociamos para vivir de acuerdo con unos fines e intereses compartidos. La regulación de la lucha por el poder en la pareja, que puede ser implícita o explícita, del manejo de los conflictos interpersonales es pura política. Mandar y obedecer, rebelarse y desobedecer, golpes de estado de puertas para adentro: las feministas dicen que lo privado también es política. ¡Cuánta razón tienen!














Extracto del libro:


Los límites del amor


Walter Riso


Fotografías tomadas de Internet