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martes, 18 de octubre de 2016

CANTO A MÍ MISMO








Me celebro y me canto a mí mismo.


Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,


porque lo que yo tengo lo tienes tú


y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.





Vago… e invito a vagar a mi alma.





Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra


par ver cómo crece la hierba del estío.





Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,


de esta tierra y de estos vientos.





Me engendraron padres que nacieron aquí,


de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,


de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.





Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.





Y con mi aliento puro


comienzo a cantar hoy


y no terminaré mi canto hasta que me muera.





Que se callen ahora las escuelas y los credos.





Atrás. A su sitio.





Se cuál es mi misión y no lo olvidaré;


que nadie lo olvide.





Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,


dejo hablar a todos sin restricción,


y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.











Tomado del libro:


Walt Whitman 


Canto a mí mismo


Fotografía tomada de internet


CANTO A MÍ MISMO


Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago… e invito a vagar a mi alma.

Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
par ver cómo crece la hierba del estío.

Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.

Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.

Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que me muera.

Que se callen ahora las escuelas y los credos.

Atrás. A su sitio.

Se cuál es mi misión y no lo olvidaré;
que nadie lo olvide.

Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.



Tomado del libro:
Walt Whitman 
Canto a mí mismo
Fotografía tomada de internet