viernes, 29 de noviembre de 2013

LA IRA NO ES EXCLUSIVAMENTE UNA REALIDAD PSICOLOGICA


Todos necesitamos saber manejar nuestra ira y cuidar de ella. Para hacerlo debemos prestar más atención a su aspecto bioquímico, porque la ira se arraiga tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente. Cuando analizamos la ira que sentimos, podemos ver sus elementos fisiológicos. Hemos de observar profundamente cómo comemos y bebemos, cómo consumimos y de qué modo usamos nuestro cuerpo en la vida cotidiana.

La ira no es exclusivamente una realidad psicológica En las enseñanzas del Buda aprendemos que el cuerpo no está separado de la mente. Nuestro cuerpo es nuestra mente y, al mismo tiempo, nuestra mente es nuestro cuerpo. La ira no es sólo una realidad mental, porque lo corpóreo y lo mental están vinculados entre sí, no podemos separarlos.

En el budismo, la formación del cuerpo/mente se denomina namarupa. Namarupa es el psicosoma, la mente-cuerpo como una única entidad. La misma realidad aparece en algunas ocasiones como mente, y otras, como cuerpo. 

Al observar a fondo la naturaleza de las partículas elementales, los científicos han descubierto que algunas veces se manifiestan como una onda, y otras, como una partícula. Una onda es muy distinta de una partícula. Una onda no puede ser una partícula, sino sólo una onda y una partícula no puede ser una onda, sino sólo una partícula. Pero la onda y la partícula son la misma cosa.

Así que en lugar de llamar la onda o partícula, la han llamado «ondícula», combinando las palabras onda y partícula.

Éste es el nombre que los científicos han dado a las partículas elementales.

Con la mente y el cuerpo ocurre lo mismo. Nuestra visión dualista nos dice que la mente no puede ser el cuerpo y que el cuerpo no puede ser la mente. Pero al observar a fondo vemos que el cuerpo es la mente y que la mente es el cuerpo. 

Si logramos superar la dualidad que ve la mente y el cuerpo como dos entidades totalmente distintas, nos acercaremos más a la verdad. 

Mucha gente empieza a darse cuenta de que lo que le ocurre al cuerpo también le ocurre a la mente, y viceversa. La medicina moderna sabe que la enfermedad del cuerpo puede proceder de una mente enferma. Y la enfermedad de nuestra mente puede estar relacionada con un cuerpo enfermo. 

El cuerpo y la mente no son dos entidades separadas, sino una sola. Si queremos dominar nuestra ira, hemos de cuidar muy bien de nuestro cuerpo. Es muy importante prestar atención a como comemos y que consumimos. 

Extracto del libro:
LA IRA
(El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh