Otra sugerencia aportada por Walter Riso para encontrar el sentido de vida y con ello liberarte del apego, promoviendo maneras más sanas de relacionarse afectivamente es la expansión de la conciencia.
2. Expandir la conciencia. Si no eres una persona plástica o un compulsivo acaparador de objetos materiales, te habrás hecho las tres preguntas existenciales típicas:
“¿Quién soy?”,
“¿Qué hago aquí?” y
“¿Para dónde voy?”
Y no significa desorientación, sino duda metódica. Existencialismo cotidiano y preguntas de transeúnte. Eres producto de millones de años de evolución. Una evolución que posee el atributo de ir hacia arriba en lo complejo. El animal hace contacto con la naturaleza, pero tú además haces contacto con tu interior. Posees autoconciencia, la capacidad de pensar sobre lo que piensas. Eres materia transformándose en espíritu. Tienes la increíble misión personal de conocerte a ti mismo. Cuando te autoobservas y te descubres, es el universo entero el que se observa a sí mismo. Eres un momento, un instante fugaz en la inmensidad del cosmos, pero formas parte de un proceso en expansión universal, infinitamente mayor, que te contiene. Todos estamos de paso y vamos de regreso a casa. Viniste a contemplar la creación, a mirarla, a disfrutarla y a cuidarla. Somos obreros del universo. Polvo de estrellas, como dicen. En nosotros se reproduce la historia de toda la humanidad, y tú puedes tener acceso a ella. El poeta colombiano Rafael Maya lo decía a su manera:
Estuve toda la noche
Enumerando astros.
Me sobró fantasía
Pero me faltó espacio.
Entonces, dentro del alma,
Seguí los astros contando.
Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso