Intenta comprender la diferencia: la oración mantiene la vieja división entre Yo y Tú, la meditación abandona la división. La oración tiene que conducir finalmente a la meditación. La oración no puede ser lo último. Es hermosa, pero no es lo Supremo. Lo Supremo sólo puede ser esto: Cuando ambos han desaparecido y sólo existe la Unidad.
¡Tremendo! ¡Enorme! ¡Te asusta! Todas las cómodas divisiones de Yo y Tú desaparecen. Desaparece toda relación, ese es el miedo; Si no hay ni Yo ni Tú ya no es posible ninguna relación.
La relación te da un hogar; la relación te da una sensación de comodidad; la relación te da algo que no parece un tremendum, que no es atemorizador. La meditación tiene que ser lo Supremo, porque la oración nunca puede conducir a lo no-dual.
"Mientras sigas viendo doble, diciendo yo no y tú sí, y así sucesivamente, tus ojos estarán nublados".
Osho
Leído y tomado del blog:
OshoDespierta