El arte de amar sin apegos resulta de una extraña mezcla de capacidades difíciles de alcanzar. No solamente por la complejidad que implica la experiencia afectiva, sino por la resistencia que nuestra cultura ha desarrollado al respecto.
La mayoría de los requisitos que se necesitan para amar sin adicciones, no suelen ser bien vistos por los valores sociales tradicionales. Para muchos, la libertad afectiva es una forma de libertinaje que necesita mantener controlado. Como si la ausencia de dependencia fuera en sí misma peligrosa. Un amor independiente siempre incomoda. Un amor sin apegos es irreverente, fantástico, insólito, locuaz, trascendente, atrevido y envidiable.
Amar sin apegos es amar sin miedos. Es asumir el derecho a explotar intensamente el mundo, a hacerse cargo de uno mismo y a buscar un sentido de vida. También significa tener una actitud realista frente al amor, afianzar el autorrespeto y fortalecer el autocontrol. Es disfrutar de la dupla placer/seguridad, sin volverla imprescindible. Es hacer las paces con Dios y la incertidumbre. Es tirar la certeza a la basura y dejar que el universo se haga cargo de uno. Es aprender a renunciar.
El amor está hecho a la medida del que ama. Construimos la experiencia afectiva con lo que tenemos en nuestro interior, por eso nunca hay dos relaciones iguales. El amor es lo que somos. Si eres irresponsable, tu relación afectiva será irresponsable. Si eres deshonesto, te unirás a otra persona con mentiras. Si eres inseguro, tu vínculo afectivo será ansioso. Pero si eres libre y mentalmente sano, tu vida afectiva será plena, saludable y trascendente.
Amar sin apegos no implica insensibilizar el amor. La pasión, la fuerza y el impacto emocional del enamoramiento nunca se merman. El desapego no amortigua el sentimiento; por el contrario, lo exalta, lo libera de sus lastres, lo suelta, lo amplifica y lo deja fluir sin restricciones.
Empieza hoy. Acepta el riesgo de abrazar a tu pareja sin angustias. Si tienes claridad sobre lo que verdaderamente eres y hasta dónde puedes llegar, no habrá temores irracionales. Solamente los roces normales y algunos desacoples. La convivencia no es una panacea, pero tampoco es infelicidad total. El amor interpersonal, vivo y activo, en el cual diseñamos a cada instante nuestro ecosistema afectivo, nuestro lugar en el mundo. Es la operación por la cual nos adaptamos al otro, sin dejar de ser uno. Podemos encajar sin violentarnos, sujetarnos despacio y tiernamente, como quien no quiere lastimar ni lastimarse. Y esa unión maravillosa de ser dos que parecen uno, sólo es posible hacerla con pasión y sin apegos.
Del libro:
AMAR O DEPENDER
Walter Riso
Con este post termina de publicarse por completo el libro de Walter Riso, Amar o Depender, ojala y te des el tiempo de leer por completo el libro, o puedes leer el libro por partes aquí...fue publicado en su totalidad en pequeñas lecturas.
¿Qué lecciones te dejo?, qué movió en tu ser, qué acciones estas por tomar o estas tomando?
Saludos.