jueves, 3 de octubre de 2013

LA GRAN AMBICIÓN


Todo hombre es un amor no nato, de ahí la desdicha, la angustia. Porque la semilla no puede sentirse satisfecha siendo semilla. Quiere convertirse en árbol, quiere jugar con el viento, elevarse hacia el cielo... ¡es ambiciosa! 

Cada ser humano nace con una gran ambición... la ambición es florecer en el amor. De modo que veo a cada ser humano
como una posibilidad, un potencial, una promesa. Algo que no ha sucedido y que aún debe acontecer, y a menos que pase no puede haber satisfacción ni paz; habrá agonía, sufrimiento, desdicha. 

Solo cuando has llegado a un florecimiento en el que sientes que estas realizados -que has alcanzado aquello para lo que has nacido, que has alcanzado tu destino, que ya no queda más-, solo cuando la ambición desaparece por completo porque ha sido satisfecha, una persona es feliz, jamás antes.

Del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 184