La idea de dominar surge de un complejo de inferioridad; las personas dominan porque tienen miedo, no están seguras de sí mismas.
Hay una historia oriental muy famosa... Un hombre ciego está sentado bajo un árbol. Llega un rey, toca los pies del ciego y dice: «Maestro, ¿cuál es el camino que conduce a la capital?». Entonces llega el primer ministro del rey y, sin tocar sus pies, dice: «Señor, ¿cuál es el camino que conduce a la capital?». Luego llega un ordenanza. Golpea la cabeza del hombre ciego y dice: «Idiota, ¿cuál es el camino que conduce a la capital?». El grupo del rey se ha perdido. Cuando todos se han ido, el ciego empieza a reírse. Hay otra persona sentada a su lado que le pregunta: «¿Por qué ríes?».
El ciego responde: «Porque el primer hombre debía ser un rey, el segundo un primer ministro y el tercero un pobre alguacil».
El hombre queda desconcertado. «¿Cómo has podido saberlo? Eres ciego». El ciego contesta: «Simplemente por su comportamiento... El rey está tan seguro de su superioridad que podía tocarme los pies. El ordenanza se sentía tan inferior que tuvo que golpearme. Debe hallarse en una pobre situación».
Y esto sucede siempre. No hay necesidad de dominar, ninguna en absoluto.
Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 208
Osho
Día 208