Empieza a establecer tantos contactos con la existencia como te sea posible. Siéntate junto a un árbol, abrázalo y siente que te estas reuniendo y fundiendo con él. Nada, cierra los ojos y siente que te estas fundiendo con el agua; deja que baya una unión.
Encuentra medios en los que puedas relajarte y unirte con algo. Cuanto más unas tu energía con alguna otra energía, de cualquier forma -un gato, un perro, un hombre, una mujer, un árbol-, más cerca estarás del hogar. Es una tarea agradable, extática (de éxtasis).
En cuanto llegues a sentirlo, en cuanto le hayas tomado el gusto, te sorprenderá lo mucho que te habéis perdido en la vida. Cada árbol junto al que has pasado podría haberte ocasionado un gran orgasmo, y cada experiencia -un crepúsculo, un amanecer, la luna, las nubes en el cielo, la hierba en la tierra-, todas estas cosas podrían haber sido una y otra vez grandes experiencias extáticas. Tumbado sobre el césped, sentir que te conviertes en uno con la tierra. Fundete con la tierra, desaparece en ella; deja que te penetre.
Esta es una meditación: alcanza la unión a través de todos los medios que puedas. Dios tiene diez mil puertas y está disponible desde todas partes. Pero solo está disponible en un estado de unión. Por eso es por lo que a veces los amantes llegan a conocer la meditación en el orgasmo profundo. Es una de las formas de crear unión, pero es únicamente una de las muchas formas que hay; de hecho, hay millones. Si uno se dedica a buscar, no hay final.
Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 206
Osho
Día 206