martes, 9 de diciembre de 2014

NO ES NORMAL TANTA GENTE INFELIZ (PROLOGO DE SU LIBRO)


Entonces decidí cerrar mis ojos y ver toda mi
vida. Vi que no había ruido, carecía de remordimiento.
Vi tejados, puertas, atardeceres, volví
a ver mi vida en forma de abrazos, de nostalgia,
de sueños. Me vi viviendo vivo. Recordé lo fácil que
es ser feliz cuando uno no se aferra a nada. Vi más
adentro quietud, silencio elocuente. Abrí los brazos,
extendí mi horizonte, seleccioné mis mejores recuerdos,
constaté que todo se gradúa de recuerdo en el territorio
de la memoria, donde nos dirigimos antes de
habitar el país del olvido.

Qué importante es vivir bien -me dije a mí mismo-,
comprender lo que pasa, lo que evito, aquello que elijo,
deslizarme fluyendo por la vida. Me encanta estar
vivo, hacer lo que amo, amar lo que me toca hacer,
convertir mis amaneceres en frases, despertarme
con el canto del pájaro, volver a dormirme despierto.
Ayer me quedé atrapado en una frase, era tan perfecta
que no tenía escapatoria. Ya no busco comprensión,
he renunciado a la cordura que nos invita a parecer
lo que no somos, caer bien a todos, mentirse a
uno mismo. Prefiero ser incomprendido y auténtico.
Ahora sé que la ignorancia en todas sus variantes,
está hecha de lo mismo.

Un secreto quiero compartir contigo,... ven, acompáñame
y demos una vuelta, quiero mostrarte lo que
hay detrás de la esquina de mi vida, donde guardo
lo inesperado, los misterios y alguna nostalgia del
futuro. Un día, quise quitarle al tiempo
un instante que se me había caído,
me sorprendió su rigurosidad, entonces
comprendí que cada momento es para
siempre. A veces me siento junto a mi
soledad, nos miramos a los ojos, somos cómplices sin palabras;
otras veces subo y bajo los escalones de mi vida
acompañado de mis pensamientos, son muchos, incluso
algunos suben mientras yo bajo. Pero lo que más me
gusta es salir de paseo con mi libertad, sacarle a la calle
y verle correr, en especial cuando se le ocurre trepar
hasta lo más alto de alguna nueva prohibición.

Me resulta extraño ver tanta gente infeliz, sospecho
que es parte de algún plan, porque no es normal tanta
unanimidad antiestética, tanta sequedad existencial,
tanto miedo creciendo impunemente en los jardines de
cada corazón, tanta violencia síntoma de quien no entendió
la vida. Me resulta extraño ver rostros ajados
por la infelicidad, caminos que llevan a ninguna parte,
conversaciones que no dicen nada, vacíos sudorosos
con ropa resonando sonidos intrascendentes. He visto
con frecuencia tiempo muerto, vidas podridas, jóvenes
deslizándose al abismo, trasnochadas existencias.

Hace poco vi una mujer incendiando su juventud y
muy cerca, una vida, atravesada, justo en el corazón,
por el sinsentido. Entonces me propuse compartir mis
secretos, todos ellos disfrazados de frases. Se pueden
usar como plegaria o medicina. Imagínate que le soplo
burbujas a tu alma o que te traigo un puñado de semillas
de arco iris para fertilizar el terreno de tu vida.

Eso es este libro, un recordatorio, que estamos en plena
vida, que vivir bien es fácil, que sólo precisamos abrir
los ojos y antes de salir a la calle, guardar un par de
frases en el bolsillo. Entonces estarás preparado para ir
a la vida, incluso, si quieres, podrás besarle en la boca
y mejor aún, quedarte con ella, definitivamente.

La vida es un regalo, sólo vine a recordártelo.
Nunca te des por vencido, porque lo mejor,
empezará cuando tú lo decidas

Tomado del libro:
La Vida es un Regalo
Chamalú
Fotografía de internet