Un momento de gratitud, un momento de iluminación En nuestra vida hay momentos en los que nos sentimos agradecidos con alguien, en los que apreciamos mucho su presencia. Estamos llenos de compasión, gratitud y amor. En nuestra vida todos hemos experimentado momentos como ésos.
Nos sentimos llenos de agradecimiento porque la otra persona sigue con vida, porque está aún con nosotros y ha estado a nuestro lado en tiempos muy difíciles. Yo te sugeriría que si vuelve a producirse un momento como éste, lo aproveches al máximo.
Para aprovechar de veras este momento, retírate a un lugar en el que puedas estar a solas contigo. No te limites a acercarte a la otra persona y decir: «Te agradezco mucho que estés aquí», porque no es suficiente. Puedes hacerlo más tarde, pero por el momento es mejor que te retires a tu habitación o a un lugar tranquilo y te sumerjas en aquel sentimiento de gratitud.
En una extensión de media o de una página, haz todo lo posible por escribir lo que sientes, o grabadlo en un casete.
Este momento de gratitud es un momento de iluminación, de plena conciencia, de inteligencia. Es una manifestación que surge del fondo de nuestra conciencia. En ti tienes esta comprensión y esta visión. Pero cuando estás enojado, parece como si la gratitud y el amor que sientes no estuvieran ahí para nada. Tienes la impresión de que nunca hubieran existido, así que escríbelo en un papel y guárdalo en un lugar seguro. Y de vez en cuando, sácalo y vuélvelo a leer.
El Sutra del Corazón, una escritura que muchos budistas salmodian a diario, es la esencia de las enseñanzas budistas sobre la sabiduría. Lo que has escrito es un Sutra del Corazón porque surge de tu corazón, no del corazón de un Bodhisatva o del Buda, sino de tu propio corazón. Es tu Sutra del Corazón.
Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh
Thich Nhat Hanh
Fotografía de Internet