Parece casi imposible dejar de identificarse con la mente. Estamos todos inmersos en ella. ¿Cómo se puede enseñar a volar a un pez?
Eckhart Tolle:
Aquí está la clave. Termine con la ilusión del tiempo. El tiempo y la mente son inseparables. Separe el tiempo de la mente y esta se detendrá, a menos que escoja usarla.
Estar identificado con su mente es estar atrapado en el tiempo: la compulsión de vivir casi exclusivamente a través de la memoria y de la anticipación. Esto crea una preocupación interminable con el pasado y el futuro y una negativa a reconocer y honrar el momento presente y a permitir que sea. La compulsión surge porque el pasado le da a usted una identidad y el futuro contiene la promesa de la salvación o la realización en cualquier forma. Ambas son ilusiones.
Pero sin un sentido del tiempo, ¿cómo funcionaríamos en este mundo? No habría metas por las cuales esforzarse. No sabría siquiera quién soy, porque mi pasado me hace el que soy ahora. Creo que el tiempo es algo muy precioso, y necesitamos aprender a usarlo sabiamente, en lugar de desperdiciarlo.
Eckhart Tolle:
El tiempo no es en absoluto precioso, porque es una ilusión. Lo que usted percibe como precioso no es el tiempo sino el único punto que está fuera del tiempo: el Ahora. Este es ciertamente precioso. Cuanto más se enfoque en el tiempo -pasado y futuro- más pierde el Ahora, lo más precioso que hay.
¿Por qué es lo más precioso? En primer lugar, porque es lo único. Es todo lo que hay. El presente eterno es el espacio en que se despliega la totalidad de su vida, el único factor que se mantiene constante. La vida es ahora. No ha habido nunca un momento en el que su vida no fuera Ahora, ni lo habrá. En segundo lugar, el Ahora es el único punto que puede llevarlo más allá de los confines limitados de la mente. Es su único punto de acceso al reino sin tiempo y sin forma del Ser.
Del libro:
El Poder del Ahora
Eckhart Tolle