La clave es la aceptación total. Es la llave maestra; abre todas las puertas.
No hay cerradura que no se pueda abrir con la aceptación; sencillamente encaja en todas... ya que en cuanto aceptas algo determinado, en tu ser se ha iniciado una transformación, porque no hay conflicto. No eres dos. En la aceptación te has convertido en uno, te has transformado en una unidad.
Recuerda tu unidad, tu complejidad. Es hermosa. Los deseos son hermosos. La pasión es buena... si la aceptas, se convertirá en compasión. Si aceptas los deseos, poco a poco verás que la misma energía se va transformando en algo sin deseos. Es la misma energía que estaba involucrada en los deseos. Cuando los aceptas, poco a poco te relajas, pierdes la tensión y la energía comienza a fluir con más naturalidad. Empiezas a ver las cosas como son. No estas muy, involucrado con este o aquel deseo. Lo has aceptado, de modo que no hay, problema.
Todo lo que llamas deseo se convertirá en aceptación de los deseos. En este momento es como el carbón. Puede ser transmutado en diamantes; se convierte en algo precioso. Solo imagínate en un hombre sin deseos; será impotente. De hecho no estará vivo porque, ¿cómo vivirá sin deseos? De modo que la aceptación de los deseos no es algo negativo. Es la última seguridad de todos los deseos. Conocidos, entendidos, vividos, experimentados, has ido más allá de ellos. Has alcanzado la mayoría de edad.
Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 300
Osho
Día 300
Fotografía tomada de internet