sábado, 7 de noviembre de 2015

CREAR UNA FUERZA POLICIAL COMPASIVA


Ser bueno no significa ser pasivo, y ser compasivo no significa que te dejes pisotear o destruir. Has de protegerte a ti mismo y a los demás. Si necesitas encarcelar a alguien porque es peligroso, debes hacerlo, pero con compasión. Tu motivación es evitar que esa persona siga su curso de destrucción y alimente su ira.

Para ser compasivo no necesitas ser un monje, puedes ser un policía, un juez o el guardia de una prisión. Pero como policía, juez o guardia de una prisión, necesitamos que seas un Bodhisatva, un ser con una gran, compasión. Aunque tengas que ser muy firme, mantén siempre viva la compasión que hay en ti.

Y si practicas el vivir conscientemente, has de ayudar a que el policía actúe movido por la compasión y no por el miedo. En nuestra época los policías están llenos de miedo, cólera y estrés porque han sido agredidos en muchas ocasiones. La gente que odia a los policías y los insulta, lo hace porque no los comprende. Por la mañana, cuando un policía se pone el uniforme y se ajusta el revólver, no está seguro de si volverá a casa vivo por la noche. Los policías sufren mucho, y sus familias también. No disfrutan pegando a la gente ni disparándole, pero como no saben manejar los bloques de miedo, sufrimiento y violencia que hay en ellos, se convierten en víctimas de la sociedad como les ocurre a otras personas. Si eres un jefe de policía que comprende de verdad la mente y el corazón de la gente que trabaja en la fuerza policial, te prepararás de tal modo que nacerá la compasión y la comprensión en tu corazón. En tal caso, podrás educar y ayudar a los hombres y mujeres policías que han de patrullar por la calle cada mañana y cada noche, para realizar la dura tarea de velar por la paz de la ciudad.

En Francia los policías se llaman «mantenedores de la paz». Pero si en ti no hay paz, ¿cómo puedes mantener la paz de la ciudad? Primero has de conservarla en tu interior. Y en este caso la paz significa no tener miedo, ser inteligente y tener una visión interior. La policía aprende una serie de técnicas para protegerse, pero las técnicas de defensa personal no bastan, también se necesita ser inteligente. Has de actuar sin estar motivado por el miedo. Si tienes demasiado miedo, cometerás muchos errores. Te sentirás tentado a usar el revólver y puedes matar a mucha gente inocente.


Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh
Fotografía de Internet