jueves, 7 de abril de 2016

PROTEGIENDO A MIS ANGELINAS


Yo también soy un David y en mi vida tengo muchas Angelinas. En mi pequeña sala de meditación hay una fotografía con cien de mis Angelinas: son mis estudiantes que viven en nuestros centros de práctica de Francia y Estados Unidos. Antes de practicar la meditación sentado, siempre miro esa fotografía y me inclino ante mis Angelinas. Después me siento y prometo vivir de tal modo que mis Angelinas nunca me abandonen. Prometo hablar de manera consciente, practicar los Ejercicios de Concienciación y no traicionar a mis Angelinas. De ese modo, evito causarles sufrimiento y soy capaz de proporcionarles alegría, lo cual me hace muy feliz.

Si tu Angelina te ha dejado, ¿qué harás para que vuelva a tu vida? Puede que tu Angelina siga contigo pero esté a punto de abandonarte o tal vez ya te haya dejado. En cualquier caso, es importante hacer la práctica de proteger, porque te ayudará a que vuelva contigo. Te ruego que no te sumas en ideas abstractas. Las enseñanzas espirituales están vivas y pueden ayudarte a proteger a tu Angelina. La sabiduría y la compasión verdaderas nacen de sentir el auténtico sufrimiento. Esta es la clase de Dharma que es adecuado, eficaz y relevante para la situación. Usa todo el tiempo y la energía necesarios para reflexionar sobre tu vida y preguntarte: ¿Dónde está ahora mi Angelina? ¿Cómo la he tratado? Y si ella se ha ido: ¿Qué debo hacer para que vuelva a casa?

Extracto del libro:
LA IRA (El dominio del fuego interior)
Thich Nhat Hanh
Fotografía de Internet