jueves, 5 de enero de 2017

LA GENEROSIDAD










La primera de las paramitas es la generosidad, el camino de aprender a dar. Cuando nos sentimos inadecuados y sin valor, acumulamos cosas. Tenemos mucho miedo, miedo a perder lo que tenemos y a sentirnos aún más pobres de lo que nos sentimos. Esta mezquindad es extremadamente triste. Podemos mirarla y derramar una lágrima por nuestra forma tan miedosa de apegarnos a las cosas. El apego nos hace sufrir tremendamente. Deseamos la comodidad, pero en lugar de ello reforzamos la aversión, el sentido del pecado y la sensación de que somos un caso sin esperanza. 





Las causas de la agresión y el miedo comienzan a disolverse por sí mismas cuando vamos más allá de la pobreza de la retención. Por eso, la instrucción básica respecto a la generosidad es aprender a pensar en términos más grandes, hacernos el mayor favor del mundo y dejar de cultivar nuestros propios hábitos. Cuanto más experimentamos la riqueza fundamental, más podemos soltar nuestros agarres.





Esta riqueza fundamental está a nuestro alcance en todo momento. La clave está en relajarse: relajarse ante la nube del cielo, relajarse ante el pequeño pájaro de alas grises, relajarse cuando suena el teléfono. Podemos ver la simplicidad de las cosas tal como son. Podemos oler cosas, saborear cosas, sentir emociones y tener recuerdos. Cuando somos capaces de estar presentes sin decir «ciertamente estoy de acuerdo con esto» o «definitivamen- te no estoy de acuerdo con lo otro», cuando podemos simplemente estar presentes de manera directa, entonces encontramos la riqueza fundamental por todas partes. No es nuestra ni de ellos, sino que siempre está disponible para todos. Está en la gota de lluvia, en la gota de sangre, en el dolor de corazón y en el deleite. Esta riqueza es la naturaleza de todas las cosas. Es como el sol, en el sentido de que brilla sobre todos y todas las cosas indiscriminadamente. Es como un espejo, en el sentido de que está dispuesta a reflejar cualquier cosa sin aceptarla ni rechazarla.









Extracto del libro:


Cuando Todo Se Derrumba


Pema Chödron


Fotografía de Internet