viernes, 7 de abril de 2017

MEDITACIÓN


Totalidad 
Silencio
Brahma 
Unidad última
Inteligencia

Se dice que Lao Tse dijo que el Cielo y el Infierno están separados por una diferen­cia de un pelo; y que, en la mente de quien me­dita, si surge aunque sea una pequeña diferen­cia, entonces el mundo entero se divide.

La meditación es no distinguir, no diferenciar. Simplemente miras y ves el todo sin dividirlo. No afirmas que esto es hermoso y aquello es feo; ni que esto es bueno y aquello es malo. No dices nada. Simplemente existes. No afirmas na­da, no estableces ninguna división. Allí está la no dualidad.

En la meditación te haces uno con el todo, pues en ella no puedes separarte del todo: to­das las divisiones han caído. Estás tan callado que no hay fronteras. Cada límite es una pertur­bación. Estás tan callado que no hay "yo" ni "tú". Estás tan callado que todas las fronteras se borran o desaparecen. Uno existe, la unidad existe. Esto es lo que los hindúes conocen co­mo Brahma (el uno, la unidad, la unidad última de la existencia).

Es la mente la que divide, traza distinciones, afirma que esto es esto y aquello es aquello. En la meditación hay ser indivisible. Eres Dios cuando estás en la meditación, y sólo en la me­ditación llegas a conocer el amor incondicional.

Recuerda que la meditación te dará más y más in­teligencia, infinita y radiante inteligencia. La medi­tación te volverá más vivo y más sensible; tu vida se enriquecerá.


Referencia:
El dios de todos (Osho)
Un camino espiritual para descubrir a Dios
Fotografía tomada de internet