domingo, 2 de abril de 2017

TAO TE KING: PRINCIPIO 20

Entre quizás y sin duda,
¿qué diferencia hay?

Lo bueno y lo malo,
¿en qué se diferencian?

Hay que respetar lo que los hombres respetan.

¡Oh soledad! ¿Cuánto tiempo durarás?

Todos están tan radiantes,
que parece que hubiera llegado
la fiesta del Gran Sacrificio,
como si fuese primavera
y estuvieran subiendo a las torres.

Yo soy el único que duda,
aún no se me ha aparecido ninguna señal,
soy como un recién nacido que todavía no sabe reír,
desasosegado, errante, como si no tuviera patria.

Todo el mundo vive en la abundancia,
solo yo parezco olvidado.

Tengo el corazón tan confuso y sombrío como el de un
loco.

Los hombres de este mundo
son muy lúcidos, tan lúcidos.

Solo yo parezco turbio.

Los hombres de este mundo
son inteligentes, tan inteligentes.

Solo yo parezco encerrado en mí mismo,
agitado, ay, como el mar,
dando vueltas, ay, interminablemente.

Todo el mundo tiene propósitos,
solo yo permanezco ocioso como un mendigo.

Soy distinto de los demás.

Para mí, lo más importante es
buscar el alimento en el seno de la Madre.


Extracto del libro:
Lao-Tsé
Tao Te King
Fotografía tomada de internet