lunes, 11 de septiembre de 2017

EL HOMBRE HERIDO POR LA FLECHA







¿Debemos buscar saberlo todo?


El hombre herido por la flecha





Hubo una vez un monje que reflexionaba mucho y meditaba sobre las catorce preguntas difíciles, tales como “¿el yo es eterno o temporal?”, “¿el mundo es finito o infinito?”, “¿podemos ser verdaderamente sabios mientras vivimos o únicamente tras la muerte?”, etc. Pero no lograba desentrañar estos problemas de forma satisfactoria, y se sentía impaciente.





Una mañana, tomando su hábito y su cuenco de limosnas, se presentó ante el Buda y le dijo:





- Si puedes explicarme las catorce preguntas difíciles y satisfacer mi inteligencia, seguiré siendo tu discípulo. Si no logras explicármelas, buscaré otra vía.





El Bienaventurado le respondió:





- ¿Al principio acordamos que si te explicaba las catorce preguntas difíciles serías mi discípulo?





El monje respondió que no. El Buda prosiguió:





- Entonces ¿cómo puedes decirme hoy que si no te las explico no seguirás siendo mi discípulo? ¿No ves que es por los hombres afectados por la vejez, la enfermedad y la muerte que yo predico la ley, para salvarles? Esas catorce preguntas difíciles son objeto de disputa, no sirven a la ley y no son más que vanas discusiones. ¿Por qué hacerme esas preguntas? De todas formas, si te respondiera, no comprenderías. Además, loco como eres, llegada la hora de la muerte ¡no te habrás podido librar del nacimiento, de la vejez, de la enfermedad ni de la misma muerte!





Como el monje no respondía, continuó:





- Déjame contarte una historia. Un hombre fue alcanzado por una flecha envenenada. Se hizo llamar a un médico. Pero cuando llegó, el enfermo le interpeló así: “No permitiré que me extraigas la flecha hasta que conozca cuál es tu clan, tu apellido,r tu familia, tu pueblo, tu padre y tu madre, así como tu edad. Además quiero saber de qué montaña proviene la flecha, cuál es la naturaleza de su madera y de sus plumas, quién ha fabricado la punta de la flecha y de qué metal. Después quiero saber si el arco es de madera silvestre o de cuerno de animal. Y también deseo saber de dónde proviene el remedio y cuál es su nombre. Cuando sepa todas estas cosas te permitiré extraer la flecha y aplicar el remedio”.





El Buda preguntó al monje:






- ¿Podrá este hombre saber todas estas cosas y, sólo después, dejarse retirar la flecha?





- ¡Desde luego que no! – respondió el monje. – Si espera hasta haber averiguado todo, habrá muerto antes de la operación.





- Tú eres como él – respondió el Iluminado – la flecha de las vías falsas, impregnada por el veneno de la codicia y del orgullo, ha perforado tu alma. Deseo arrancarte esta flecha, a ti que eres mi discípulo. ¡Pero tú te niegas a que te la saque, deseas buscar el saber de si el yo es eterno o temporal, el mundo finito o infinito y no sé qué más cosas! No encontrarás eso que buscas, pero perderás la sabiduría. Morirás como un animal y serás precipitado a las tinieblas.





*****





Algunas preguntas para profundizar y ampliar


Comprensión



  • ¿Es posible responder a las preguntas difíciles de forma satisfactoria?

  • ¿Por qué el monje hace chantaje al Buda?

  • ¿Por qué el Buda trata al monje de loco?

  • ¿Por qué el Buda dice al monje que “morirás como un animal”?

  • ¿El hombre desea verdaderamente sanar?

  • ¿Por qué las preguntas del monje son difíciles?

  • ¿El monje se comporta como un verdadero discípulo?

  • ¿Por qué quiere el monje las respuestas a sus preguntas?

  • ¿Cual es el problema del monje, según el Buda?

  • ¿Por que el monje piensa que el Buda puede responder a las preguntas?






Reflexión









  • ¿El ser humano es un animal insatisfecho?



  • ¿La paciencia es una virtud?



  • ¿Debemos buscar saberlo todo?



  • ¿El conocimiento puede ser vano?



  • ¿Por qué deseamos respuestas a todas nuestras preguntas?



  • ¿El conocimiento conduce necesariamente a la felicidad?



  • ¿Por qué la incertidumbre nos es tan amarga?



  • ¿Podemos estar realmente satisfechos?



  • ¿Por qué tenemos necesidad de saber?



  • ¿El conocimiento es para el ser humano el valor más importante de todos?











Extracto del libro:



Sabiduría de los cuentos budistas


Oscar Brenifier & Isabelle Millon


Fotografía de Internet