El autoritarismo, en cualquiera de sus formas, es una lacra psicológica y social. La mejor manera de oponerse a él es dejar que otras personas que no comparten nuestros puntos de vista se acerquen e intercambien ideas y costumbres con una crítica constructiva. De esta manera, al dar cabida a la diferencia, la democracia hará su aparición, y con ella, la destrucción de la mente totalitaria. ¿Un camino para vencer el abuso del poder? Vivir de acuerdo con los derechos humanos, ejercitarlos y defenderlos.
El pensamiento pluralista te permite:
- No depender de la autoridad irracional en ninguna de sus formas.
- Repartir democráticamente el poder, si lo tuvieras.
- No seguir a nadie por obligación, sino por convicción.
- Trabajar en equipo sin explotar ni atropellar a tus compañeros o colaboradores.
- Comprender que las personas que te contradicen te ayudan a crecer y que, por lo tanto, no necesitas excluirlos de tu vida.
- Discutir sin ofenderte y sin herir a las personas que no están de acuerdo contigo.
- No ver el mundo como un espacio de competencia desleal donde debes ganar o perder, sino como un lugar para llevar a cabo tus metas personales.
Extracto del libro:
El arte de ser flexible
Walter Riso
Fotografía tomada de internet