jueves, 3 de octubre de 2019

EL PODER DE DETENERSE


LA AUTOINDAGACIÓN NO ES un camino que te lleve a alguna parte.

Es el camino que hace que te pares en seco para poder descubrir quién eres directamente, por ti mismo.

El poder de detenerse es indescriptible. En el momento en que te paras, no hay ningún concepto de nada, y sin embargo hay conciencia. La conciencia sin conceptos es natural e intrínsecamente libre. En un instante, es manifiesta. Estamos tan acostumbrados a seguir nuestros conceptos, que llegamos a convertir la consciencia misma en un concepto.

En el momento intemporal de reconocer que la consciencia existe sin ninguna necesidad de conceptos, la identificación con el concepto cae. Ésta es una experiencia esencial. A continuación se produce una profundización en el reconocimiento de que la conciencia es libre e independiente del concepto. Ésta es la verdadera libertad. El concepto que tienes de ti mismo como hombre o mujer ni siquiera comienza a tocar tu verdad como conciencia.

El miedo suele participar de este cambio esencial que nos aleja de la identificación con los conceptos y nos lleva a identificarnos con el fundamento silencioso del ser, porque este cambio amenaza la estructura de vida que conocemos. El miedo puede tener muchos disfraces, como el enfado, la insensibilidad y la desesperación. Este terror existencial es como la gárgola a la puerta de un santuario. A menos que lo afrontes y quede expuesto como otra estrategia mental, puede mantenerte alejado de la revelación de la paz consciente y silente que está en el núcleo de tu ser.

Los grandes maestros que han descubierto su naturaleza esencial nos animan a afrontar ese terror a la disolución de nuestra individualidad. El resultado de este encuentro es paradójico: el individuo queda disuelto. Lo particular y único de la consciencia es que puede reconocerse a través de la forma individual, y reconocerse simultáneamente como la fuerza que lo anima todo.

Llega a un punto en el que estás dispuesto a someter tu individualidad. En esa disposición, de lo que te liberas en realidad es de la individualidad condicionada, y la conciencia individual se revela unificada con toda la conciencia. Sin embargo, antes debes estar dispuesto a perder todo lo que percibes como tu yo individual. El miedo sólo surge porque no podemos imaginarnos cuál es la realidad de esta pérdida. Cuando se produce la pérdida, verdaderamente asistimos a una estupenda noticia. Se revela que la entidad individual es la cáscara que recubre la dulce verdad de la autorrealización.

Simplemente concédete un momento, este momento, para soltarlo todo: la búsqueda, la negación, el rechazo, el apego. Deja que todo se vaya y, sólo durante un instante, descansa en la verdad de tu ser. Así, cualquier cosa que venga después podrá ser vista y experimentada en el marco del santuario de la seidad.



Extracto del libro:
El Diamante en tu bolsillo: Descubre tu verdadero resplandor
Gangaji
Imágenes tomadas de internet