viernes, 3 de enero de 2020

TAO TE KING: PRINCIPIO 55










El que abraza la totalidad de la vida


es como un crío recién nacido.





Las serpientes venenosas no le pican.





Las fieras no le muerden.





Las aves rapaces no se abalanzan sobre él.





Sus huesos son débiles, y blandos sus músculos,


pero sabe asir firmemente.





Aún no sabe nada de la unión de hombre y mujer,


pero su sangre se agita


porque contiene la plenitud de la semilla.





Es capaz de gritar todo el día


sin desgañitarse,


porque contiene la plenitud de la calma.





Conocer la paz es ser eterno.





Conocer la eternidad, ser lúcido.





Se llama feliz al que acrecienta su vida.





Se llama fuerte al que emplea su energía


para realizar sus deseos.





Más cuando las cosas se han fortalecido, envejecen.





Este es el contra-SENTIDO.





Y el contra-SENTIDO está cerca del fin.














Extracto del libro:


Lao-Tsé


Tao Te King


Fotografía tomada de internet