viernes, 22 de mayo de 2020

9.LA MÁSCARA.








Nunca sabemos cómo es el otro. Él tampoco lo sabe y nosotros tampoco. Por eso la máscara, las apariencias lo son todo.





Persona, en griego, significa máscara. Aprendemos a construirla con los ingredientes más corrientes, vulgares y comunes.





En general, creemos que la máscara es nosotros mismos. Por eso ni se observa ni se cambia, ocurre algo semejante que con nuestros ojos que no se ven a sí mismos. Se trata de un programa de identificación aprendido para su no identificación.





Una característica fundamental es que la máscara, el robot, identifica todo con nombres y llega a creer que sólo existe lo que tiene nombre conocido. Así su mundo se limita, tiene la dimensión del número de nombres. Al convertir todo en cosas, las usa como cosas, sean vegetales, animales o humanos. Los niños de ciudad ya lo hacen. No conocen por experiencia la relación entre los seres y los procesos vitales. Creen que la leche, los huevos… etc. son fabricados.





Los seres humanos nos vestimos, maquillamos, andamos, gesticulamos…imitando a los modelos de éxito reconocido por las mayorías.





La persona, la personalidad, la máscara, son versiones de lo mismo, de un personaje de ficción, de un montaje.





¿Quiénes somos en realidad?











Bibliografía: 


La luciérnaga ciega: Soko Daido Ubalde


Fotografía tomada de internet