sábado, 12 de junio de 2021

LA LIBERTAD


En el momento en que comprendes que es falso, te vuelves libre. ¡Buena suerte!

Puede llevarte un minuto, puede llevarte veinticinco años, pero el día en que lo comprendas te volverás libre, libre como un pájaro. Vendrás a dar retiros por televisión satelital, ¡hablarás con presidentes!, ¡te reunirás con papas! , y no estarás apabullado en lo más mínimo. Serás libre, completamente libre. Harás una "burrada" y no te importará. No te preocuparás por impresionar a los grandes personajes. ¿Comprendes lo que te quiero decir?

¡Que no te preocuparás por impresionar a nadie...!

¿Sabes lo que eso significa? ¡Que te importará un bledo lo que piensen y lo que digan de ti. ¿Sabes lo que eso significa? ¡Oh, chico, eso es la libertad! No te importa si te aprueban o no; está todo bien; eres feliz...

-¿No me aprueban? Bien, ¡mala suerte! ¡Peor para ellos! ¡Me voy! ¡Soy feliz!

Pero eso será porque habrás descubierto que tu felicidad no depende de esas cosas.

Tienes que llegar a comprenderlo por ti mismo. Es inútil leer un libro; es inútil simplemente oír lo que digo. Tienes que comprenderlo. Y, por supuesto, no lo comprenderás si tienes la fórmula equivocada.

II

A manera de ilustración de lo que dije en la primera parte, quisiera contar ahora algunas historias. La primera, hermosa y muy motivadora, se refiere a un monje japonés, el maestro Bokushu. Cada mañana al despertarse, Bokushu soltaba una gran carcajada estentórea que duraba dos o tres minutos y resonaba a través de las doscientos cincuenta celdas del monasterio. Todos podían escucharlo. Todos se despertaban con esa carcajada, como con un reloj despertador. Y la última cosa que Bokushu hacía por la noche era, otra vez, soltar esa gran carcajada estentórea; después se acomodaba sobre su estera y se dormía. Y los discípulos estaban muy curiosos por saber qué hacía reír al maestro, y trataban de que les contara; pero él no lo hacía. Y murió sin darles la explicación que pedían. Éste es el final de la historia.

Posteriormente, todo tipo de personas han estado tratando de imaginarse qué lo hacía reír. Yo mismo tengo un par de suposiciones. Y espero que también tú busques una respuesta a esa curiosidad. La búsqueda te motivará a dirigirte en la dirección correcta a través de la meditación.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet