viernes, 23 de julio de 2021

CONVENCIDO DE QUE MORIRÍA, MURIÓ


El verano pasado, un amigo mío en Nueva York, me contó algo muy interesante:

- En una tribu de África el método para aplicar la pena de muerte es el siguiente: como los nativos no tienen la silla eléctrica ni usan la horca, aplican la muerte por destierro. Si perteneces a la tribu y has cometido el delito más grave, eres desterrado.

Y este amigo me contó que, una vez leída la sentencia de destierro, en el lapso de una semana, aproximadamente, la persona muere. ¿Morirías tú, si te aplicaran una sentencia de destierro, al serte leída? Yo no, y creo que tú tampoco. ¿Lo harías? ¿Qué crees?

Podríamos sufrir, es cierto, si nos desterraran, pero no moriríamos, ¡por Dios! En cambio, ellos mueren.

Un jesuita amigo mío, de México, me contó acerca de la creencia que existe, entre los nativos de una zona de ese país, en que, si tocan cierto tipo de piedra, mueren.

Y están muy convencidos de esto. Así fue como un niño, que aparentemente estaba corriendo, tocó con su pie ese tipo de piedra maldita. Acudió al cura y le dijo que iba a morir.

- Todo eso es superstición. No creo en estas cosas - dijo el cura.

Aquella noche, la madre del niño fue a ver al sacerdote y le rogó:

- Padre, ¿podría venir, por favor, a darle los últimos sacramentos al niño?

Y el cura dijo:

- Mire, lo de la piedra es una superstición. No estimulen esa creencia en el niño, o esto va a acabar en una especie de profecía autocumplida; todo eso es tontería.

El cura no fue. A la mañana siguiente, el niño había muerto, literalmente. Estaba convencido de que eso sucedería, de modo que murió.

Se suele oír acerca de estudiantes que, en ciertas culturas, comunidades o países, toman sus exámenes tan seriamente que, si fracasan, se suicidan. Conozco personas que fracasan y no les importa en absoluto.

Otras, en cambio se suicidan. ¿Por qué esta diferencia en la reacción? Saquemos las conclusiones. ¿Quién lo mató? ¿Quién la mató? ¿Los exámenes, el fracaso? ¿Qué crees?

Obtengamos alguna respuesta:

¿Qué dirías tú?

- Fue la persona misma; fue su reacción.

¿Está bien? Eso se podría decir del individuo de esa tribu africana que fue desterrado...

Suponte que yo le dijera al juez que el destierro lo mató... ¡Pero no fue el destierro el que lo mató! Fueron sus creencias, su cultura, su adoctrinamiento, su programación las que lo mataron. Al niño que tocó la piedra con el pie, ¿fue ésta la que lo mató?

¡Oh, no, no! Fue su creencia, fue su programación. ¿Entendiste esto? Ahora lo aplicaré a la vida diaria, y el resultado será devastador; explosivo.



Extracto del libro:
Redescubrir la vida
Anthony de Mello
Fotografías tomadas de Internet