Una mañana Chuang Tzu comenzó a llorar. Sus discípulos se reunieron y le preguntaron: «Maestro, ¿qué haces? Qué te ha pasado?». Chuang Tzu les dijo: «Tengo un problema. Esta noche he soñado que me convertía en una mariposa».
Los discípulos dijeron: «Pero, ¿qué hay de malo en ello para que llores y te pongas tan triste? ¡Todo el mundo sueña muchas cosas! No hay nada de malo en que en un sueño te conviertas en una mariposa».
Chuang Tzu dijo: «Ese no es el problema. El problema es que ahora estoy preocupado porque me ha surgido una duda y no sé como llegar a una conclusión. Por la noche soñé que me había convertido en una mariposa y ahora me ha surgido la duda: puede que la mariposa esté soñando que se ha convertido en Chuang Tzu». Y, ¿quién va a decidirlo? Y, ¿cómo? Si un Chuang Tzu puede convertirse en una mariposa en su sueño, entonces, ¿por qué no puede estar sucediendo lo contrario: que una mariposa posada sobre una flor pueda estar soñando que se ha convertido en un buda?
FUENTE: OSHO: ‘El Libro de la Nada’, capítulo 4, tomado de la dirección internet www.oshogulaab.com