Todo lo que buscamos en el mundo a través de las cosas se halla recogido en lo más íntimo de nuestra propia esencia. El camino de todos nuestros anhelos es el camino hacia el ser. Y no está fuera, sino en lo más profundo de nosotros mismos. Despertar a nuestra propia identidad más profunda es transformar nuestra manera de vivir. Debemos dar prioridad al hecho de ser y a ser uno mismo en todo momento, en lugar de priorizar tener, adquirir y conseguir, que por desgracia es como solemos vivir.
Priorizar el hecho de tener es una fuente de sufrimiento, y priorizar el hecho de ser es una fuente de plenitud, verdad y realidad. Curiosamente, ya somos todo lo que buscamos, tan solo tenemos que dejar de proyectarlo fuera, recoger todas esas proyecciones y dejar pasar las cosas, dejarlas morir, para reencontrar en la muerte de las cosas que todo lo que anhelamos ya lo somos, ya es.
Empezar a descubrir eso produce una profunda tranquilidad en la que nos instalamos poco a poco. Esa tranquilidad y esa desnudez nos dan disponibilidad hacia la vida, un dejar un espacio abierto para que las cosas se produzcan, un aprender a dejarnos guiar y dejarnos llevar, un aprender a seguir las indicaciones de la vida y a crecer, a extender eso que somos en esencia.
Antonio Jorge Larruy
Extracto del libro:
365 semillas de conciencia para una vida plena
Fotografías tomadas de Internet