En un pasado muy lejano, la vida de la gente duraba muchísimos más años que en la actualidad. Disfrutaban de una vida de miles de años. En ese tiempo, el gran Ser Iluminado (el Buda, en una vida anterior) nació como hijo primogénito de un Rey y lo llamaron Makadeva. Su infancia se extendía por 84,000 años.
Como adulto llegó a ser rey y en el tiempo de esta historia, su reino ya había durado 80,000 años.
Un día, Makadeva dijo al barbero real: "Si encuentras un cabello blanco en mi cabeza, debes informarme enseguida."
Naturalmente, el barbero lo prometió y siempre se fijó cuidadosamente.
Cuando pasaron otros 4,000 años, un día el rey fue a recortarse como de costumbre donde su barbero. Pero, ese día, el barbero descubrió un pequeño cabello blanco en la cabeza del rey.
Entonces dijo: "Su Majestad, debo informarle que acabo de encontrar un cabello blanco en su cabeza." El rey contestó: "Si este es el caso, sácalo y pónmelo en la mano." El barbero, con la ayuda de su pinza dorada sacó el cabello blanco y lo colocó en la mano del rey.
En ese tiempo, al rey todavía le restaban por lo menos otros 84,000 años para vivir su vejez. Mirando ahora este cabello blanco en su mano, se asustó mucho pensando en la muerte.
Inevitablemente debía morir muy pronto y se sentía como alguien atrapado en una casa en llamas. Tenía mucho temor y el sudor frío le corría por la espalda. Entonces, el Rey Makadeva pensó: "He desperdiciado toda esta larga vida en cosas fútiles y ahora la muerte se está acercando. No he hecho ningún intento para acabar con la codicia, la envidia, el odio y la ignorancia, ni me he interesado en aprender la verdad detrás de las apariencias para adquirir sabiduría."
Ponderando su situación, su cuerpo se sentía como en medio de llamas y el sudor corría desde la cabeza hasta los pies.
Entonces, con gran determinación, el rey decidió renunciar a su reino y ordenarse como monje para practicar la meditación.
Con este pensamiento en mente, recompensó al barbero con una gran suma de dinero que le permitía vivir cómodamente durante el resto de su vida.
Luego, el rey llamó a su hijo mayor y dijo: "Mi hijo, estoy llegando a la vejez; ya encontré un cabello blanco. Disfruté los placeres mundanos, las riquezas y el poder ampliamente.
Cuando muera quiero renacer en un reino celestial para estar entre los dioses.
Por eso he tomado la decisión de renunciar y ordenarme como monje.
Ahora te toca ti la responsabilidad de gobernar el país. En adelante viviré la vida de un monje en el bosque."
Cuando los ministros y el resto de la corte se enteraron de esta decisión, enseguida se presentaron delante del rey y preguntaron: "Majestad, ¿qué le está pasando, por qué quiere de pronto renunciar y ordenarse como monje?" El rey, con su cabello blanco en la mano, contestó:
"Estimados ministros y ayudantes, mi di cuenta que este cabello blanco me enseñó que las tres etapas de la vida - juventud, adultez y vejez - llegan a su final.
Este cabello, mensajero de la muerte, se encontró en mi cabeza. Cabellos como estos son como ángeles enviados por el dios de la muerte. Por lo tanto, llegó el tiempo para renunciar y ordenarme como monje."
Todo el pueblo lloró cuando el Rey Makadeva abandonó de su reino y salió al bosque para aceptar la vida de un monje.
En el bosque él practicó los llamados "Cuatro Estados Celestiales de la Mente", que incluyen la benevolencia amorosa con todos los seres, la compasión hacia todos los que sufren, la alegría por el bienestar de otros y la ecuanimidad en todas las situaciones y dificultades, manteniendo la mente en equilibrio y calma.
Después de 84,000 años de grandes esfuerzos en la meditación, practicando estos estados mentales sublimes y llevando la vida de un monje, el Bodhisattva o gran Ser Iluminado, murió.
Renació en un elevado reino celestial donde vivió feliz durante un millón de años.
DEBEMOS APRENDER: AUN UNA VIDA LARGA ES DEMASIADA CORTA CUANDO ES DESPERDICIADA.
Extracto del libro:
Recopilaciones "Cuentos y Fábulas del Buda"
Sri Deva Fénix
Fotografía de internet