martes, 7 de agosto de 2012

EL DIAMANTE

DEDICADO A UNA PERSONA QUE SABE DESPRENDERSE DE SUS DIAMANTES, HOY EN SU CUMPLEAÑOS...TE AMO, Y GRACIAS POR DARLE ATENCIÓN A TANTA GENTE QUE ES IGNORADA EN ESTA VIDA...ERES UNA GRAN MUJER Y OJALA Y LA VIDA TE SIGA PERMITIENDO POR MUCHO TIEMPO DAR Y SOBRE TODO OÍR Y VER POR LOS QUE NO LES HEMOS DADO ESA OPORTUNIDAD DE SABER QUE EXISTEN ....

El sannyasi había llegado a las afueras de la aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto llegó corriendo hasta él un habitante de la aldea y le dijo:

- “¡La piedra! ¡Dame la piedra preciosa!”

- “¿Qué piedra?”, preguntó el sannyasi.

- “La otra noche se me apreció en sueños el Señor Shiva”, dijo el aldeano, “y me aseguró que si venía al anochecer a las afueras de la aldea, encontraría a un sannyasi que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre”.

El sannyasi rebuscó en su bolsa y extrajo una piedra. “Probablemente se refería a ésta”, dijo mientras entregaba la piedra al aldeano. “La encontré en un sendero del bosque hace unos seis días. Por supuesto que puedes quedarte con ella.”

El hombre se quedó mirando la piedra con asombro. ¡Era un diamante! Tal vez el mayor diamante del mundo, pues era tan grande como la mano de un hombre.

Tomó el diamante y se marchó. Pasó la noche dando vueltas en la cama, totalmente incapaz de dormir. Al día siguiente, al amanecer, fue a despertar al sannyasi y le dijo:

- “Dame la riqueza que te permite desprenderte con tanta facilidad de este diamante”.

Anthony de Mello