En el momento que hacemos algo que nunca hemos hecho antes, ya estamos en el camino de la sanación. Vivimos con círculos viciosos de hábitos. Tenemos hábitos mentales, hábitos emocionales, hábitos sexuales y hábitos corporales. Cuando rompemos los hábitos, aparece una nueva dimensión de nosotros mismos, porque en el fondo, somos tan infinitos como el universo. Pero la familia, la sociedad, la cultura, nos ponen en un molde. Cuando nos salimos del molde, empieza la curación. Para sanar, hay que hacer algo que no hayamos hecho antes y mientras más difícil mejor.