Eso es lo que llamamos sociedad. Depende de las satisfacciones mutuas; y la mayor de las satisfacciones parece ser la gratificación del ego. De ahí que la gente esté tan interesada en la política, porque la política puede gratificarte como ninguna otra cosa. Si te vuelves políticamente poderoso todo el país estará en tu poder, todo el país tendrá que prestarte atención. Puedes imponer tu voluntad sobre la gente, tienes poder.
El poder de un político es el poder de la violencia. Ahora controla todo el mecanismo de la violencia, controla a la policía, controla al gobierno, a los militares, controla todo. Puede imponer su voluntad sobre ti. Es por eso que los políticos tarde o temprano tienden a volverse violentos. En el fondo los políticos ansían las guerras porque sólo en las guerras un político se vuelve un “gran” político. Si miras la historia te darás cuenta de esto.
Winston Churchill no habría sido un líder tan grande si no hubiese habido una Segunda Guerra Mundial. Ni Adolf Hitler habría tenido tanto poder si no hubiese habido una Segunda Guerra, ni tampoco Mussolini. La guerra creó el contexto: pudieron ser tan violentos como fue posible. Pudieron masacrar gente, asesinar gente de a millones. La gente presta atención inmediatamente cuando eres violento. Si vives una vida pacífica ningún periódico publicará una nota sobre ti en toda tu vida. Pero si matas a alguien o te suicidas, inmediatamente estarás en los periódicos.
Tomado y leído en el blog: Osho Despierta