miércoles, 18 de diciembre de 2013

NECEDAD


Esos momentos en que sientes que lo que estas haciendo es una necedad son momentos muy raros de sabiduría.

Buscar es una necedad, porque ya tenemos aquello que buscamos. Meditar es una necedad, porque la meditación es un estado de no hacer. Preguntar es una necedad, porque la respuesta no puede venir del exterior... solo de tu corazón. De hecho, no puede llegar como respuesta, lo hará como desarrollo. Será un florecimiento de tu ser. Pero esos momentos en que sientes que es una necedad son momentos muy raros de sabiduría. No puedes sentirte necio siempre, ¡de lo contrario te iluminarías! 

En la tradición zen se repite una y otra vez el siguiente incidente, en cada época con cada maestro: alguien llega y afirma que quiere convertirse en un Buda y el maestro lo golpea con mucha fuerza... porque es una cuestión necia. A veces ha sucedido, si se encuentra realmente preparado y a punto, a veces ha sucedido que con el primer golpe del maestro la persona se ha vuelto iluminada. Ha sido capaz de ver en ese golpe que era una necedad preguntar cómo llegar a ser un Buda, ¡porque ya era Buda! 

De modo que estas cosas le van a suceder a cada buscador. Al meditar, de pronto hay un rayo de luz y ves que es una necedad. Pero son momentos muy raros de sabiduría aquellos en los que te sientes necio. Solo un hombre sabio puede sentirse necio. Los necios jamás sienten que lo son; creen que son sabios. Esa es la definición de un necio: se considera sabio. Y un hombre sabio ha llegado a saber que todo es una necedad.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 209