Es la esencia misma de la meditación: simplemente esto. Permanecer consciente simplemente de esto es meditación... vigilarlo, observarlo, sin condena, sin evaluación, siendo solo un espetó.
La mente solo puede vivir en el pasado y a través del pasado, o en el futuro y a través del futuro. El momento presente se convierte en su tumba: la mente no puede existir en esto. Y hallarse en un estado de no mente es estar en meditación.
Este puede convertirse en uno de los grandes secretos. Puede ser la misma llave que abra la puerta de lo divino. Cuando algo esté pasando por la mente, recuerda: simplemente esto. No digas que está bien, no digas que está mal; no compares. No desees que algo sea otra cosa. Sea lo que fuere, es, y sea lo que no fuere, no es.
El hombre crea mucha desdicha de esta tensión. Intenta alcanzar aquello que no es, y tiende a olvidar lo que es.
Por ejemplo, cuando lloras... en lo más hondo, conviértelo en una meditación. En lo más hondo, dí: simplemente esto. No lo evalúes, no pienses que no debería ser. Déjalo ser, y mantente como observador ecuánime y distante. No es ni bueno ni malo... nada jamás es bueno o malo; las cosas simplemente son. Si no juzgamos, la mente empieza a desaparecer. Y ver la realidad sin la mente es ver la verdad.
Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 204
Osho
Día 204