La vida puede ser una canción, pero uno también puede pasarla por alto; no es inevitable. El potencial existe, pero debe ser realizado. Muchas personas piensan que el día en que nacieron todo acabó. Nada está acabado.
El día en que uno nace, las cosas no hacen más que empezar. El nacimiento ha de suceder millones de veces en toda tu vida: tienes que nacer una y otra y otra vez.
El hombre posee tal potencial, tantos aspectos; es multidimensional. Pero las personas nunca exploran su propio ser, por eso la vida es triste, pobre. Esa es la verdadera pobreza. La pobreza exterior no es un gran problema; se puede solucionar, se solucionará. La tecnología ha llegado al punto en que la pobreza va a desaparecer de la faz de la tierra; ha llegado el momento para ello. Pero el verdadero problema es la pobreza interior. Hasta las personas ricas llevan una vida muy pobre. Sus cuerpos están atiborrados de comida, pero sus almas se mueren de hambre. Todavía no han conocido la canción de la vida, no han oído nada de ella. De algún modo continúan existiendo, tirando, arrastrándose, pero no hay júbilo.
Una gran canción es posible, una gran riqueza es posible, pero uno debe empezar a explorar. Y el mejor modo de explorar la canción de la propia vida es amar; esa es la metodología. Así como la lógica es la metodología de la ciencia, el amor lo es del espíritu. Así como la lógica te hace capaz de penetrar más y más en la materia, el amor te hace capaz de ahondar más y más en la conciencia. Y cuanto más profundo vas, más profundamente son liberadas las canciones. Cuando uno ha alcanzado el mismo núcleo del ser, la totalidad de la vida se convierte en una celebración, en una absoluta celebración.
Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 219
Osho
Día 219