Las condiciones no nos pertenecen. Siguen su propio rumbo natural. No podemos hacer nada sobre la forma que tiene el cuerpo. Podemos embellecerlo un poco, hacer que luzca atractivo y limpio durante un tiempo, como las muchachas jóvenes que se pintan los labios y se dejan crecer las uñas, pero cuando llega la vejez todos estamos en el mismo barco. Así es el cuerpo. No lo podemos hacer de otra manera. Sin embargo, lo que podemos mejorar y embellecer es la mente.
Si nuestro cuerpo realmente nos perteneciera obedecería nuestras órdenes, Si le
por aludido. Sólo alquilamos esta "casa", no la poseemos. Si creemos que nos pertenece,
sufriremos cuando tengamos que dejarla. Pero en realidad, no existe tal cosa como un
yo permanente, no hay nada invariable o sólido a lo que nos podamos aferrar.
Extracto del libro:
No Ajahn Chah
Reflexiones
Compilado y Editado por
Dhamma Garde