martes, 23 de diciembre de 2014

CURIOSOS RESPECTO A LA EXISTENCIA


Curiosos respecto a la existencia

Reconoce la impermanencia, el sufrimiento y la ausencia de ego al nivel más básico, y sé inquisitivo con tus propias reacciones. Averigua por ti mismo el tema de la paz y si es verdad o no que estamos en una situación fundamentalmente alegre.

HAY TRES VERDADES —tradicionalmente llamadas las tres marcas— de nuestra existencia: impermanencia, sufrimiento y ausencia de ego. Aunque describen con precisión las cualidades más básicas de nuestra existencia, estas palabras resultan amenazadoras. Resulta fácil pensar que hay algo malo en la impermanencia, el sufrimiento y la ausencia de ego, lo que es como pensar que hay algo malo en nuestra situación fundamental. Pero no hay nada malo en las tres marcas; podemos celebrar su existencia.

Nuestra situación fundamental está caracterizada por la alegría.

La impermanencia es la bondad de la realidad. Todo evoluciona constantemente, como las cuatro estaciones que están en continuo flujo: del invierno pasamos a la primavera, al verano y después al otoño; como el día que se convierte en noche: la luz que se convierte en oscuridad y pasa a ser nuevamente luz. La impermanencia es la esencia de todo: los bebés se convierten en niños, después en adolescentes, más tarde en adultos y por fin en ancianos, para acabar cayendo muertos en algún lugar del camino. La impermanencia es encontrarse y partir, es enamorarse y desenamorarse. La impermanencia es dulce y amarga, como comprarse una camisa nueva y años después verla formar parte de una colcha hecha de remiendos.

La gente no siente respeto por la impermanencia. No nos deleitamos en ella; de hecho, nos desespera. Nos parece dolorosa. Tratamos de resistirnos a ella haciendo cosas duraderas —eternas, decimos—, cosas que no haya que lavar ni planchar. De algún modo, en el proceso de tratar de negar que las cosas cambian constantemente perdemos el sentido de la sacralidad de la vida. Tendemos a olvidar que somos parte del esquema natural de las cosas.

La impermanencia es un principio de armonía. Cuando no luchamos con ella, estamos en armonía con la realidad.

Hay muchas culturas que afirman la interconexión de las cosas y celebran ceremonias para señalar las transiciones de la vida, desde el nacimiento a la muerte, así como encuentros y partidas, entrar en una batalla y perder o ganar la batalla. Nosotros también podemos reconocer, respetar y celebrar la impermanencia. 

¿Pero qué pasa con el sufrimiento?.....veamos el siguiente post de Pema Chödrön.

Extracto del libro:
Cuando Todo Se Derrumba
Pema Chödron
Fotografía de Internet