martes, 17 de febrero de 2015

JORGE BUCAY: EYACULACIÓN PRECOZ Y UN TOQUE DE HUMOR


Cuando un hombre tiene un orgasmo de verdad, no un mero alivio del agua de las aceitunas, no quiere mas...

Entonces, el problema del orgasmo simultáneo es que si el se fue y vos te quedaste, ahora te quedaste sola. Y esto es triste. Pero yo me pregunto: ¿Por qué habrá que irse en ese momento?. Digamos, podemos esperar tres o cuatro minutos y empezar de nuevo, ¿por qué no?.

Si no terminamos al mismo tiempo, ¿por qué abandonar el encuentro ahí?.

Si no terminamos juntos, será en la próxima, será en la que sigue o en la que sigue, en todo lo que viene después. Habrá que esperar un ratito, mientras el está en el síndrome de las seis y media (vieron las agujas a las seis y media, ¿no?), pero nada mas.

Diez minutos es el período refractario fisiológico, y después podés querer mas o no, podés retomar el juego o no.

Alguien podría decir:
Pero ¿si uno tiene eyaculación precoz, cómo hace?. Tiene que controlar...

¡Está en los libros!. ¡Hay páginas y páginas de todo lo que hay que hacer para postergar la eyaculación!.

Desde pensar en tu jugador de fútbol favorito hasta meterse un dedo en el culo, desde mirar televisión hasta pensar en tu suegra, desde clavarte la uña en el lóbulo de la oreja hasta pedirle a tu mujer que te apriete un testículo... ¡¡¡Por favor!!!. ¡Yo no lo puedo creer!.

Un hombre que padece de eyaculación precoz ha sido intimado por su pareja a resolver su problema o...

Desesperado, el hombre consulta a un famoso sexólogo de la ciudad que ha adquirido fama por los éxitos obtenidos en pacientes con problemas como el suyo.

El médico lo examina, le hace preguntas, lo mira con un aparato de extraños rayos azules y luego le dice:

- Bueno, mi amigo. Buenas noticias, estamos en condiciones de curarlo de su problema.
- ¿Si doctor?. Que suerte, ¿qué tengo que hacer?.
- Mire, el método es sencillo pero requiere de cierta paciencia para ejecutarlo.
- ¿Qué quiere decir paciencia, doctor?. ¿Cuánto tiempo voy a tardar hasta curarme?
- Mire, depende de cada paciente, pero yo diría que en quince días va a estar en condiciones de intentar una relación con su esposa.
- No, doctor... De ninguna manera, esto tiene que resolverse hoy mismo... mi esposa se va a divorciar si no lo soluciono.
- Mire, señor, nunca he intentado el método con esa urgencia pero si usted se anima a esforzarse y dedicarme el día, quizás esta noche pueda dar la nota.
- Lo que sea, doctor, lo que sea.
- Muy bien. Comencemos entonces. ¿Comida francesa, italiana o española?.
- No sé doctor, ¿qué me dice?.
- Elija, hombre. Usted decide...
- Bueno... no se... italiana, doctor.
- Bien. Vamos.

Médico y paciente salen de la consulta y se meten, guiados por aquél, en el restorán de Giusseppe, el de la esquina.

- Se trata de esto. Usted debe aprenderse el menú de memoria.
- ¿Cómo?
- Si, si. Primero tres o cuatro entradas, tres o cuatro platos principales y tres o cuatro postres.
- ¿Y?
- Después de aprenderlos se los va a repetir mentalmente hasta que se transformen para usted en un mantra, en una frase automatizada.
- ¿Y?
- Así hasta recordar todo el menú. Mis estudios demuestran que no hay nada mas inhibitorio del orgasmo que pensar en comida. Así que cuando usted llegue a su cama para encontrase con su mujer empezará a repetirse la lista de platos aprendida y entonces pospondrá su eyaculación.
- Maravilloso, doctor.
- Bien. Vamos a ver. ¿Qué primeros platos elige para empezar?.
- Ehhh... vitel toné... ensalada capresse... muzzarella in carrozza... pan de pizza...
- Muy bien, repita eso, a ver.
- Vitel toné, ensalada capresse, muzzaella in carroza...
- ¡Pan de pizza!
- Ah, si pan de pizza.
- Siga... ahora cuatro platos.
- Canelones alla Rossini... lasagna... bagna cauda... lingüini putanesca...
- Repita, repita
- Canelones, lasagna, bagna cauda, lingüini putanesca.
- Ahora todo está aquí. vamos
- Vitel toné. Ensalada Capresse. Muzarella in carroza. Pan de pizza. Canelones alla Rossini. Lasagna. Bagna cauda. Lingüini putanesca.

Así sigue la memorización durante horas y horas hasta que el paciente memoriza entra la carta del restorán, cerca de cincuenta platos y mas de doce postres.

El paciente, repitiendo su lista, se dirige al departamento.
- Vitel toné. Ensalada capresse. Muzzarella...
Repitiendo la lista entra en su casa.
- ...Canelones alla Rossini. Lasagna. Bagna cauda...
Y al ver a la mujer le dice:
- Vieja, vamos al dormitorio. El médico es un genio. Estoy curado. La mujer y su marido entran en el cuarto y se tiran en la cama.
Ella se acuesta de espaldas boca arriba para recibirlo. El hombre se planta frente a ella, se saca los calzoncillos y dice:
- Vitel toné... ensalaaaa... ¡Mozo!, ¡café y la cuenta!.

Me alegra mucho que nos podamos reír de esto, porque estas son las miserias de nuestra cultura, lo que nos pasa, lo que hacemos. Es siniestro pensar que así vivimos, creyendo estas barbaridades, cuando podríamos darnos cuenta de que no es así desde muchos lugares.

Sobre eyaculación precoz, Masters & Johnson tienen un trabajo donde se preguntan algo maravilloso: ¿Qué es precoz?. Rápido. ¿Cuánto es rápido?. No se sabe. Y entonces descubren que la eyaculación precoz es un fenómeno de ciertos hombres con ciertas mujeres. Que no le pasa a un hombre con todas las mujeres. De modo que definen la eyaculación precoz como una disfunción de la pareja, es decir, del vínculo.

Entonces sucede que Juan es eyaculador precoz con María pero no con Susana.
Que Patricia es frígida con Pedro pero no con Esteban.
Y que Alejandra, que no pudo tener un solo orgasmo con José, es un violín con Julio.
Y esto es porque Julio y Esteban sepan mas que Juan o Pedro. No es porque unos sean mas expertos que otros, es porque los vínculos tienen mas sintonía, es porque nos hemos encontrado y armonizado.

La química de la pareja es fundamental en este asunto. Porque hay hasta olores que nos vinculan, aspectos que ni siquiera podemos manejar. Uno llega a la cama con alguien, no le gusta el olor, se deshace el encanto y lo que tiene que pasar no pasa.

Y no digo que el otro esté sucio, es el olor del otro. Hay aspectos como el olor, el tacto, la sensación con la mirada... miles de cosas que pasan o que lamentablemente no pasan.

Extracto del libro:
El Camino del Encuentro
Jorge Bucay
Fotografía  tomada de internet