jueves, 7 de mayo de 2015

ESO ES MUY COMPROMETIDO


Si nos cuesta tanto caernos del caballo es porque la religión se ha identificado con el poder, endureciéndose, embruteciéndose, en vez de sensibilizarse con la verdad. La religión no quiere ver la realidad del Tercer Mundo, porque, si la ve, tendría que cambiar y soltar su poder.

Mirar a los pobres no es hacer un programa de ayuda desde el poder, sin sensibilizarte con la injusticia que provoca su pobreza. No se puede hacer un programa de amabilidad y ayuda sin bajarse hasta ellos y vivir su vida como hizo Jesús. Desde arriba no puedes ver a los pobres como son. La amabilidad no son sonrisas ni buenas palabras mientras das una limosna. La amabilidad es hacer lo que más conviene a la otra persona, según lo que necesita en ese momento.

El místico es amable, porque no deja de ser enérgico y duro cuando hace falta, y sabe responder, precisamente porque es libre de prejuicios, de miedos, de poderes y de honores y por ello es capaz, en todo momento, de ser fiel a la verdad. Por eso no se amarga nunca ni se altera.

Tu acción debe de venir de tu sensibilidad, y no de tu ideología. Las matanzas, las injusticias y las guerras provienen de la ideología que ciega a uno a la realidad y lo endurece. La teoría puede servirte en algún momento, pero siempre que no desborde u oculte la realidad. Jesús era místico —hombre de vida — y por ello obraba sensibilizado con la vida. Por ello, Jesús, para la gente programada, resulta inconsistente, imprevisto, inaprensible y asusta. Prefieren hacerse una ideología que se pueda programar y utilizar.

Algo que no se escape de toda categoría y esquema. Jesús predicaba con la vida y eso es muy comprometido.

La concientización social no existe. El no dejar ver las cosas a los pobres y querer mirarlas nosotros por ellos, es ser indoctrinados, es manipularlos y no respetar su derecho a la liberación por sí mismos. Cuidado de que, con la idea programada de liberarlos, no quitarles su espontaneidad, su alegría y su cultura primitiva. El trabajo social que no brote de la sensibilidad y el respeto es peligroso. Con el nombre de salvación también existe la utilización, la persecución, la explotación y la crueldad. 

Yo he conocido pobres, muy pobres, que se sentían felices a pesar de que no comían más que una vez al día. Ellos estaban a un nivel espiritual mucho más alto que el mío. Sencillez, alegría y el vivir libres de preocupaciones futuras es algo que tiene un sentido mucho más real en los pobres que en nosotros, los programados. Ellos están libres de conceptos.

Jesucristo se sensibilizó a la vida y no a la religión. ¿Cómo puedes amar lo que no has vivido y ni siquiera has visto con ojos despiertos?. Tu vocación es ser «Cristo», no cristiano. Ser sensible y abierto a las personas y a la vida.

Ser libre, directo, inconsistente, imprevisible como El lo fue.

Extracto del libro:
La Iluminación es la Espiritualidad
Anthony de Mello
Fotografía de internet