lunes, 25 de mayo de 2015

MARAVILLA


El conocimiento destruye la capacidad de maravillarse. Esta es una de las cosas más preciadas de la vida, y el conocimiento la destruye. Cuanto más sabes, menos te maravillas, y cuanto menos te maravillas, menos significa la vida para ti. 

No estas extasiado con la vida. No estas sorprendidos... empiezas a dar las cosas por sentadas. 

El corazón inocente está en un continuo estado de maravilla, como un niño que recoge caracolas o piedras de colores en la playa, o que simplemente corre de un lado a otro en un jardín en pos de mariposas... y se maravilla por todo. Por eso los niños hacen tantas preguntas.

Si sales una mañana a dar un paseo con un niño, termina por agotarte porque empieza a preguntar por esto y aquello, a formular preguntas que no se pueden contestar: «¿Por qué los árboles son verdes?» y «¿Por qué es roja la rosa?» Pero ¿por qué hace esas preguntas? Se siente intrigado. Está interesado por todo. La palabra interés procede de una raíz que significa estar involucrado... ínter-esse. El niño se involucra en todo lo que pasa. 

Cuantos más conocimientos adquieres, menor se vuelve tu participación en la vida. Simplemente pasas de largo... no te preocupa la vaca, el perro, el rosal, el sol y el pájaro; no te preocupa. La mente se te ha vuelto muy estrecha; simplemente vas a la oficina o vuelves a casa. Cada vez más vas en pos de dinero, eso es todo. O detrás de poder, pero va no estas relacionado con la vida en su multidimensionalidad. Estar maravillado es relacionarse con todo, y ser constantemente receptivos.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 284
Fotografía tomada de internet