¿HAY OTRA POSIBILIDAD?
Existe un enfoque de las relaciones amorosas mas alentador y a mi modo de ver, mas preciso.
La pareja no es un estado inmutable de dos personas que no cambian. Es mas bien un viaje por un camino elevado psicológica y espiritualmente que comienza con la pasión del enamoramiento, vaga a través del escarpado trecho de descubrirse y culmina en la creación de una unión íntima, divertida, y trascendente, capaz de renovarse en la reelección mutua, una y otra vez, durante toda la vida.
La construcción de un vínculo de este tipo no se apoya en la habilidad para poder conquistar al compañero o a la compañera perfecta ni en la suerte de cruzarse algún día con la persona ideal, sino en el darse cuenta definitivamente de que:
La pareja no es una prisión, ni un lugar donde engancharse o quedarse atrapado, sino un camino del desarrollo de ambos. Un camino elevado y quizás riesgozo. Pero sin duda uno de los mas hermosos y nutritivos caminos que se puedan escoger.
Redefinir la pareja significa hablar sobre amor y esto implica saber de que cosas hablamos cuando hablamos de ese sentimiento en un vínculo tan especial como es el que se entabla entre un hombre y una mujer que plantean seguir juntos el camino.
Este amor es, como está dicho, un sentimiento idéntico a los otros amores y, como propuse muchas páginas atrás, se define como el genuino interés por el bienestar del otro.
En la ensalada de la pareja, sin embargo, lo vertical de mi capacidad de amar se entrelaza con lo horizontal de mi deseo.
Uno podría analizar el tema de esa mezcla desde múltiples lugares, podríamos por ejemplo hablar de este amor romántico pensando sólo en un paisaje hermoso, al lado de la persona amada, mirando el mar o las estrellas y tomados de la mano, aunque si nos pusiéramos demasiado poéticos no nos quedarían demasiadas ganas de seguir hablando.
Así que intentemos llegar a un acuerdo desde un lugar mas reflexivo, empezando por preguntarnos que significa y que alcances tiene esta atracción hacia otra persona (ver siguiente post).
Extracto del libro:
El Camino del Encuentro
Jorge Bucay
Fotografía tomada de internet