Meta significa más allá. Lo físico no lo es todo, la materia no lo es todo, y aquellos que piensan que la materia lo es todo se muestran satisfechos con la circunferencia de la vida. No dejarán de moverse en círculo, pero jamás llegarán a casa, porque el hogar existe en el centro.
La metafísica significa llegar al hogar, saber que eres conciencia, que toda la existencia está llena de conciencia, que esta no es un efecto secundario de la materia. No lo es. La materia solo es el cuerpo de la conciencia -su ropa, su cobijo, su morada, su templo-, pero la deidad es la conciencia. Y el templo está creado para la deidad, no al revés. La materia existe porque la conciencia existe, no al contrario.
La materia es conciencia dormida; la conciencia es materia despierta. En última instancia solo hay una cosa... llamalo x, y, z, o Dios o verdad, lo que desees. En última instancia solo hay una cosa, pero esa cosa puede tener dos estados: uno de sueño y uno de vigilia. Cuando la materia se vuelve consciente de sí misma, es conciencia. Cuando la conciencia se olvida de sí misma, es materia.
De modo que aquellos que creen que la materia lo es todo, permanecen dormidos. Y sus vidas no dejan de moverse a ciegas en la oscuridad. Jamás saben qué es la luz, jamás llegan al amanecer. Y, por supuesto, en la oscuridad tropiezan mucho y, se hieren a sí mismos y a otros, y toda su vida consiste únicamente en conflicto, fricción, violencia y guerra. Nunca llegan a saber qué es el amor, porque el amor solo es posible cuando se está lleno de luz.
La metafísica es una especie de dulce sabiduría. La lógica es amarga, pendenciera; los filósofos no paran de pelear. El hombre que ha llegado a conocerse a sí mismo es dulce... su sola presencia es como la miel.
Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 312
Osho
Día 312
Fotografía tomada de internet