Una ruptura afectiva, puedes sacar provecho psicológico de ella. La siguiente guía de seis pasos, te ayudará a pensar ordenadamente la cuestión.
2. TOMA CONCIENCIA DE TODO LO QUE NEGOCIASTE Y/O AGUANTASTE EN LA RELACIÓN
Este punto quizá sea el más doloroso. Muchas personas, al analizar lo que negociaron y aguantaron, sienten ira contra sí mismas. El interrogante que las mortifica es: «¿Por qué no reaccioné a tiempo?». Cada cual tiene su ritmo de asimilación y un período para acumular coraje. En el amor, la valentía casi siempre empieza donde termina la esperanza.
Llorar y lamentarte ya no sirve de nada, así que empieza a tener claro lo que no deberías haber negociado ni soportado. Piensa en tus principios y valores para que te resulte más fácil comprender lo ocurrido. Piensa en las situaciones en las que decías «sí» cuando querías decir «no» y entenderás que ciertas cosas no se venden ni se prestan, como, por ejemplo, la dignidad, la libertad o los derechos. Entregarlas es perder tu esencia.
Una vez tengas la lista de lo que «no deberías haber hecho», simplemente, tenla presente, sin torturarte por ello y sin caer en lamentaciones inútiles. Encadena los hechos e incorpóralos a tu historia personal. Será el primer aprendizaje vital que surja de tu separación: habrás descubierto lo que no quieres ni debes aceptar para reafirmarte como ser humano. Tendrás un reducto, un núcleo duro altamente resistente al amor sumiso.
Extracto del libro:
Manual Para No Morir de Amor
Walter Riso
Fotografía de internet