sábado, 5 de diciembre de 2015

UNA HABILIDAD


La verdadera meditación es una habilidad, no un arte... la habilidad de sumirse en un silencio espontáneo. Si estas atento, en veinticuatro horas, cada día, encontrarás unos pocos momentos en los que automáticamente caes en el silencio. Llegan por su propia cuenta; lo que pasa es que no hemos estado atentos.

Así que de lo primero que hay que tener conciencia es del instante en que llegan esos momentos... y cuando lleguen, simplemente deja de hacer lo que estuvieras haciendo. Siéntate en silencio, fluye con el momento. Y llegan... son naturales; unas pocas ventanas siempre se abren solas, pero estamos tan ocupados que nunca vemos que la ventana se ha abierto y que la brisa entra  y el sol también; estamos demasiado ocupados con nuestro trabajo.

Así que estate atento... a primera hora de la mañana, frescos tras una noche de sueño largo y profundo, cuando el mundo empieza a despertar y los pájaros han comenzado a cantar y el sol a salir, si sientes un momento que te rodea, un espacio que crece en ti, cae en él. Siéntate en silencio bajo un árbol, a la orilla de un río o en tu habitación, y simplemente se... sin hacer nada. Atesora ese espacio... y no trates de prolongarlo.

En cuanto hayas conocido esa habilidad, te llegará con más asiduidad, hasta que comienzas a entrar en una especie de armonía con ella. Entonces comienza una relación de amor entre tu y ese espacio llamado silencio, serenidad, tranquilidad, quietud. Y el vinculo se vuelve más y más profundo. Hasta que al final siempre está ahí. Siempre puedes cerrar los ojos durante un momento y contemplarla; está ahí. Casi puedes tocarla... se vuelve tangible. Pero es una habilidad, no un arte. No puedes aprenderla... tienes que absorberla.

Extracto del libro:
DÍA A DÍA
Osho
Día 313
Fotografía tomada de internet