jueves, 28 de enero de 2016

¿Y NO SE PUEDE AMAR A DOS A LA VEZ?


En una de mis charlas, alguien me preguntó: “¿Y no se puede amar a dos a la vez?” 

Tenemos mucho miedo a esta pregunta, porque si aceptáramos y asumiéramos que se puede amar a mas de una persona o la vez, ¿qué sería de nuestra seguridad?. 

Si sostengo: 

Que se ama una sola vez en la vida es mentira... 

Que el amor está indisoluble ligado al sexo es mentira... Que el verdadero amor es eterno es mentira... 

Si declamo: 

Que no se puede volver a amar después de haber amado es mentira... Que mis afectos dependen de mi voluntad es mentira... 

Defenderme contándome la historia de los tipos de amores, es mentira... 

Si, encima de todo, ahora dijera que es posible amara a mas de una persona a la vez... 
¿qué nos quedaría? ¿la catástrofe? 

Es una posibilidad: la absoluta inseguridad sobre el futuro, por mucho que estemos juntos hoy, mañana no se puede saber. 

Pero hay otra posibilidad: junto con las mentiras, desterrar también la idea de la catástrofe y valorar la relación que realmente uno tiene. 

Porque... 

Ahora yo sé que no se ama una sola vez ni para siempre, me doy cuenta de que mi esposa bien podría haberme dejado de amar o podría dejar de amarme mañana... 

Ahora que sé que el sexo no necesariamente está ligado al amor, me entero de que ella podría elegir con quién va a tener relaciones sexuales. 

Ahora que sé que la persona que amo puede amar a mas de una persona a la vez, me doy cuenta de que sentirme querido no garantiza que ella no ame a otros. 

Ahora que yo sé que se deja de amar y que ella elige sobre su propia vida... 

Ahora... 

Cuando yo llego a mi casa y mi esposa realmente está para encontrarse conmigo y para amarnos, entonces le doy a ese encuentro el valor que tiene.

Ahora que sé todo esto, y estoy seguro de que ella lo sabe, la conciencia de nuestra libertad de elección lejos de ser una catástrofe es el pasaporte a una relación de pareja mas plena y trascendente.

Si a pesar de la conciencia, ella y él deciden seguir juntos, entonces es maravilloso.

Si negamos la conciencia de los hechos para sostener lo que ya no sucede, aparece la verdadera catástrofe.

- Vieja – dice él -, ¿por qué no matamos un pavo para nuestro aniversario?.

- No me parece una buena idea – dice ella, que ya no lo aguanta - . ¿Qué culpa tiene el pavo? ¿Por qué no matamos mejor a tu amigo José que nos presentó?.

Un matrimonio vivo es un vínculo donde todavía palpita la pareja y no un museo recordatorio de todo lo que fuimos, ni un panteón donde se guardan los restos de nuestra pareja muerta.

La única pareja posible es la que se da entre dos individuos iguales que deciden establecer un acuerdo y lo hacen. Rousseau dice puesta de límites, este pacto no está en oposición a la libertad de cada uno, por el contrario, la observación del contrato y la posibilidad de revisarlo y repactar constituyen la libertad.

Son estos puntos de acuerdo con el otro los que nos vinculan como unidad.

Pero atención, esta unidad no es estática, está en continuo movimiento y cambio. Es imprescindible ir modificando lo pactado para mantener el equilibro inestable que es el vínculo de pareja.

El cambio es constante y gracias a él que seguir juntos tiene sentido.

Extracto del libro:
El Camino del Encuentro
Jorge Bucay
Fotografía  tomada de internet