El padre de una novia que tuve en mi juventud, un español exiliado por el régimen franquista, juraba que el hombre nunca había llegado a la Luna y que todo era un montaje, porque según la religión que profesaba, «el mundo ya se habría acabado si hubieran llegado a la Luna». El señor no sufría ninguna alteración psiquiátrica. Era una buena persona, amable con la gente y emprendedor. Pero en lo profundo de su aparato mental existía una marcada distorsión de la realidad: la negación a ver las cosas como son. Me pasé algunos años tratando de probarle que la banderita estadounidense realmente estaba clavada en el asteroide. Sin embargo, cada vez que lo intentaba me decía con cierta conmiseración: «¡Vamos, hombre, Walter, no te dejes engañar de esta manera... Tú eres un chaval muy inteligente para que te creas esas patrañas!» Creo que ni siquiera subiéndolo a una nave espacial habría logrado que modificara su punto de vista. El mecanismo básico de las personas rígidas es la resistencia a cambiar cualquiera de sus comportamientos, creencias u opiniones, aunque la evidencia y los hechos les demuestren que están equivocadas. Al tener tan poca variabilidad de respuesta, su capacidad de adaptación es sumamente pobre.
La mente rígida vive en un limbo cómodo, distorsionado y altamente peligroso, donde la verdad ha sido secuestrada en nombre de alguien o algo. Cómodo, porque tapa el sol con el dedo y se atrinchera en la lógica del dogmatismo tratando de defender lo indefendible con argumentos simplistas: «Si siempre fue así, será por algo.»
Distorsionado, porque los procesos de toma de decisión de los sujetos inflexibles están saturados de sesgos y errores cognitivos, de los cuales no suelen ser conscientes. Y peligroso, porque cuando las personas rígidas se sienten confrontadas o «acorraladas» con argumentos sólidos se vuelven profundamente irascibles, autoritarias e impositivas.
Los datos disponibles muestran que cuanto más cerrada es la mente, mayor será la probabilidad de enfermedad mental.7 Sólo a modo de ejemplo, la rigidez psicológica se ha asociado con problemas interpersonales (agresividad, problemas de comunicación, falta de colaboración),8 trastornos en la infancia (padres y madres rígidos que tienden a generar trastornos de diversa índole en sus hijos),9 alcoholismo,10 esquizofrenia,11 desorden de la personalidad obsesivo-compulsivo,12 anorexia nerviosa,13 depresión,14 rumiaciones cognitivas15 e ideaciones suicidas,16 entre otras muchas alteraciones mentales.
En el apéndice A (ver libro referencia bibliográfica), puede verse el perfil básico de las mentes rígidas, sus creencias centrales, sus pensamientos, sus miedos y sus estrategias de supervivencia.
ALGUNAS DESVENTAJAS DE LA MENTE RÍGIDA
Para la gente inflexible es muy difícil alcanzar un estado de paz interior. Incluso, es prácticamente imposible estar cerca de una persona rígida, ya sea nuestra pareja o nuestro compañero o compañera de trabajo o de universidad, y no verse afectado negativamente por él o ella. Asimismo, podría pensarse que las mentes obstinadas deberían llevarse bien entre sí, pero no es verdad. Cuando dos individuos pétreos se relacionan, casi siempre hay un roce implícito o explícito, aunque estén del mismo lado. Tarde o temprano, hay una escaramuza por el poder decidir quién es el más «duro de matar» o quién es el más fiel a sus creencias. En versión cinematográfica: Allien vs. Predator.
Algunos de los inconvenientes que conllevan la rigidez y la inflexibilidad son:
- Alto nivel de estrés.
- Baja tolerancia a la frustración: toda mente rígida tiene pataletas.
- Angustia por no tener el control total de las cosas.
- Malas relaciones interpersonales: el autoritarismo y los prejuicios propios de la rigidez generan malestar, rechazo y violencia.
- Dificultades en la toma de decisiones: la persona rígida suele inmovilizarse cuando aparecen los imponderables.
- Déficit en la resolución de problemas: puesto que ven el mundo en una sola dimensión les cuesta generar alternativas de solución.
- Alteraciones laborales, sexuales, afectivas y demás, porque toda persona rígida busca un perfeccionismo inalcanzable.
- Miedo a cometer errores y miedo al cambio.
- Dificultades en su crecimiento personal.
7. Kendall, P. C. (1992). «Healthy thinking.» Behavior
Therapy, 23, 1-11.
8. Harvey, R. y Garton, A. F. (2003). «Peer status: A factor
influencing skill change subsequent to exposure to
collaborative problem-solving?» Australian Journal of
Psychology, 55, 184-185.
9. Hollenstein, T.; Granic, I.; Stoolmiller, M. y Snyder, J.
(2004). «Rigidity in parent-child interactions and the
development of externalizing and internalizing
behaviour in early childhood.» Journal of abnormal
Child Psychology, 32, 595, 607.
10. Sullivan, E. V.; Mathaton, D. H.; Zipuersky, R. B.;
Kersteen-Tucker, Z., Kihht, R. T. y Pefferbaum, A.
(1993). «Factors of the Wisconsin Card Sorting Test as
measures of frontal lobe functio in schizophrenia and
chronic alcoholism.» Psychiatry Research, 46, 175-199.
11. Hatashita-wong, M.; Smith, T. E.; Silverstein, S. M., Hull,
J. W. y Wilson, D. F. (2002). «Cognitive functioning and
social problems-solving skills in schizophrenia.»
Cognitive Neuropsychiatry, 2002, 7, 81, 95.
12. Halmi, K. A. (2005). «Obsessive-Compulsive personality
disorder and eating disorders.» Eating Disorders, 13,
85-92.
13. Tchanturia, K.; Campbell., Morris, R. y Treasure, J. (2005).
«Neuropsychological studies in anorexia nervosa.»
International Journal of Eating Disorders, 37, 572-576.
14. Fresco, D. M.; Heimberg, R. G., Abramowitz, A. y
Bertram, T. L. (2006). «The effect of a negative mood
priming challenge on dysfunctional attitudes,
explanatory style, and explanatory flexibility.» British
Journal of Clinical Psychology, 45, 167-183.
15. Davis, R. N. y Nolen-Hoeksama, S. (2000). «Cognitive
inflexibility among ruminators and nonruminators.»
Cognitive Therapy and Research, 24, 699-711.
Extracto del libro:
El arte de ser flexible
Walter Riso